Kindred Spirits review


La relativa tranquilidad con la que transcurre la vida de Chloe junto a su hija Nicole y su amante Alex, se ve truncada con la aparición de su hermana Sadie tras varios años desaparecida del mapa.

Título original: Kindred Spirits

Año: 2019

Duración: 90 min.

País: Estados Unidos

Director: Lucky McKee

Guion: Chris Sivertson     

Música: Joe Kraemer

Fotografía: Chris Heinrich

Reparto: Caitlin Stasey, Sasha Frolova, Thora Birch, Macon Blair, Shonagh Smith, Isai Torres, Bruce Bennett


Demoledora muestra de la perversidad humana.

Las motivaciones que pueda tener alguien para ejecutar algo que la mayoría de los mortales clasificarían como malvado pueden ser diversas. La que se lleva la palma, sin duda, es la locura. Es como una especie de cajón de sastre en el que podemos meter de todo. Con esto no quiero decir que la protagonista de Kindred Spirits ande muy fina, pero loca de atar tampoco. Su forma de actuar, muy del estilo de las protagonistas de películas francesas tipo film noir, denota bastante inteligencia, osadía y seducción. Lo que choca bastante es que tanto curro ¿para qué? Esta es la parte que chirría de una historia bastante resultona pero que adolece de una buena base, sobre todo narrativa.


La relativa tranquilidad con la que transcurre la vida de Chloe junto a su hija Nicole y su amante Alex, se ve truncada con la aparición de su hermana Sadie tras varios años desaparecida del mapa.

Estamos pues ante un cine de mujeres, cosa que ya viene siendo habitual en el director de The Woman (2011). Y con esto no queremos decir que sea una película feminista, si no que el protagonismo absoluto es del triángulo formado por la madre, la hija y la tía. Esto se reafirma al indicar que los que salen más malparados son los personajes masculinos, no sabemos si por alguna intención oculta.

El guion de Chris Siverston, colaborador habitual de Lucky Mckee, es como la irrupción del Caballo de Troya representado por Sadie, una mujer con mil caras capaz de vender cajas de cerillas a los bomberos en plena ola de calor. El ritmo es bastante vivo lo que no oculta algo que desde el comienzo nos tememos, un engañoso in crescendo que actúa como una trampa para el espectador.

Al moverse más hacia el terreno del terror psicológico, las escenas digamos “duras” tardan en aparecer. A pesar de ello contamos con alguna que hará que soltemos alguna que otra carcajada, no porque esté mal rodada, al contrario, pero su sadismo está filmado sin ningún tipo de resquemor, sin miedo, dicho en otras palabras.


Vamos con el reparto, que es uno de los pilares principales donde se apoya la cinta. Lo encabeza Caitlin Stasey (All Cherleaders Die) en un papel que podríamos decir que está hecho a su medida. Borda una interpretación de un ser algo alterado pero que nunca pierde la compostura. Le sigue Sasha Frolova (The OA) en el papel de Nicole, una adolescente difícil, sobrina de la anterior. Para cerrar el triángulo Thora Birch (American Beauty) que interpreta a una madre algo desesperada. En el apartado masculino nos encontramos con las interesantes interpretaciones de Macon Blair (Green Room) e Isai Torres.

Con cierto aire televisivo, Kindred Spirits se mueve como pez en el agua en el difícil terreno del terror psicológico, encontrando a faltar algo más de profundidad, sobre todo viniendo de un director como Lucky McKee que nos ha regalado obras de gran calibre. No obstante indicar que no perderéis el tiempo si os decidís a verla, aunque el final os puede dejar algo fríos.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan