Blood Paradise review


Robin Richards vivió el éxito hace años, cuando sus novelas vendieron millones de ejemplares en todo el mundo; el tiempo ha pasado y, aunque lleva una vida lujosa gracias a las rentas, su editora le aconseja que escriba algo nuevo ya que la fama dura poco y el dinero aún menos. Para romper su bloqueo de escritor, Robin decide apuntarse a una nueva moda: pasar una temporada en una granja perdida en Suecia. Tal vez el aburrimiento le ayude o le mate.

Título original: Blood Paradise

Año: 2018

País: Suecia

Duración: 84 min.

Director: Patrick Von Barkenberg

Guion: Andrea Winter, Patrick Von Barkenberg

Música: Andrea Winter

Fotografía: Thomas Rist

Reparto: Andrea Winter, Patrick Von Barkenberg, Christer Caballius, Martina Novak, Frankie Batista


El peligroso mundo de la Suecia rural.

Desde el exterior, todos los países nos resultan atractivos, las empresas de viajes venden imágenes de gente sonriente y hermosos paisajes. Desde el exterior, Suecia parece a veces el paraíso y otras el infierno, como ya pudimos comprobar en la cinta Let The Right One In de Thomas Sanderson, y ahora lo conoceremos desde el punto de vista femenino; pero no femenino en el sentido del empoderamiento, sino el de Andrea Winter, que no solo escribe el guion y se encarga de la música, sino que toma para sí el papel protagonista.


Robin Richards vivió el éxito hace años, cuando sus novelas vendieron millones de ejemplares en todo el mundo; el tiempo ha pasado y, aunque lleva una vida lujosa gracias a las rentas, su editora le aconseja que escriba algo nuevo ya que la fama dura poco y el dinero aún menos. Para romper su bloqueo de escritor, Robin decide apuntarse a una nueva moda: pasar una temporada en una granja perdida en Suecia. Tal vez el aburrimiento le ayude o le mate.

Es difícil clasificar Blood Paradise: ¿Una crítica que Andrea Winter hace a sus paisanos, atrapados entre la inmovilidad, el folclore y cuyas vidas son tan aburridas que enloquecen? ¿O tal vez es una simple burla a la imagen que el mundo tiene de su país? ¿Y si realmente es una película amable, aunque con cierto humor negro, que no busca más que entretener?  Cinta de terror no es, más bien se acerca a la comedia y, sin embargo, mantiene algunos apuntes que, en su tercio final, lo convierte en una especie de hija pequeña del subgénero Urbanitas Vs Paletos. Podría estar un buen rato dando vueltas al género, al subtexto o, incluso, a lo bellos que son los paisajes y, en el fondo, acabaría llegando al mismo punto de partida: ¿es Blood Paradise recomendable? Si porque Andrea Winter tiene mucha vis cómica, por ese punto surreal que va tiñendo la cinta cada pocos minutos, la galería de personajes a cada cual más bizarro y, sobre todo, a que algún gag está bastante logrado; y no porque, aunque entretiene, no deja de parecer un mediometraje alargado, el giro que da en su último tercio se ve venir y entra de forma brusca, la subtrama de la pareja rodeada de plantas funciona pero no tiene peso…

Tal vez lo más destacable de Blood Paradise sea el componente familiar que tiene la película, ya que la dirige Patrick Von Barkenberg, marido en la vida real de Andrea Winter, y en papeles secundarios encontramos de nuevo a Patrick como amante, a la madre de Andrea como una mujer loca, y de alguna forma el resto de los actores y actrices comparten vínculos de sangre o políticos. La dirección es correcta, todo girando alrededor de Andrea Winter, y la fotografía es bella; lo más destacable de la cinta, aparte de la propia Winter y los gags más logrados, es el vestuario que lleva la protagonista, siempre elegante en medio del fango y el verde de la naturaleza.


Hay que darle una oportunidad a Blood Paradise, especialmente porque tanto el tráiler como el poster son engañosos respecto a su interior; Andrea Winter se defiende bastante bien en todos los papeles que desempeña y su naturalidad da muchos puntos a la cinta. Pero si buscas terror puro y duro, a los pocos minutos sabrás que no es tu película.

Firma: Javier S. Donate.