Confessions review


Título original: Kokuhaku

Año: 2010

Duración: 106 min.

País: Japón

Director: Tetsuya Nakashima

Guión: Tetsuya Nakashima

Música: Toyohiko Kanahashi

Fotografía: Shoichi Ato, Atsushi Ozawa

Reparto: Takako Matsu, Yoshino Kimura, Yukito Nishii, Kaoru Fujiwara, Makiya
Yamaguchi, Soichiro Suzuki, Kinuwo Yamada


Aterradora y oscura venganza.

Ver una película bastante tiempo después de su estreno tiene sus ventajas, nos permite observar la evolución en las carreras de sus protagonistas, empezando por su director. El poco prolífico Tetsuya Nakashima nos regaló años después, concretamente en 2014, una de sus obras cumbres, la espeluznante The World of Kanako (review), con lo que podemos observar su maestría a la hora de rodar mundos donde los adolescentes son los protagonistas.

En Confessions saca todo su arsenal. Una sugerente trama que esconde, tras el aspecto de unos jóvenes que parecen inocentes, una historia en la que, como en un número circense, se juega fotograma a fotograma al más difícil todavía. Esto desemboca en un final de locura, dejándote bastante mal cuerpo.


“Este es el primer paso para tu redención... Estoy de coña”, esta frase pronunciada al final de la película por una de las protagonistas esconde, a mi entender, la oscuridad de la venganza, el amargo plato que hay que comer para ver satisfecho ese oscuro sentimiento.

Dos chicos de 13 años planean la muerte de la hija, de 4 años de edad, de la profesora del instituto dónde estudian, haciendo ver que ésta se ha ahogado en la piscina del centro al cual va a esperar a su madre. Pero todo es un juego de equívocos y la profesora urde una maquiavélica venganza apoyada en los temores y demonios de la adolescencia que tanto conoce. La influencia que tiene la familia en cada uno de los protagonistas, se plantea aquí como un resorte que dispara toda la espiral de violencia, tanto física como mental, que está presente en toda la cinta.

Magnífica película de Tetsuya Nakashima que arrasó allí por donde pasó. Tuvo excelentes críticas y es que vista años después conserva todavía ese aire algo poético e incluso novedoso que la caracterizó en su estreno. Cuenta con un excelente guion, obra también de Nakashima basado en la novela de la escritora japonesa especialista en thrillers Kanae Minato, el cual se basa en las confesiones de todos los protagonistas de la cinta, explicando cada uno de ellos, con voz en off, todas los puntos de vista de la historia. El mérito está en saber ligar todo esto sin que se resienta la atención del espectador. El único pero que le puedo poner es la caracterización casi ridícula de algunos personajes.


Al ser una obra muy coral, resulta un poco complicado destacar a alguien del reparto, no obstante nombraremos a Takako Matsu en su excelente interpretación de la profesora Yuko Moriguchi.

Imprescindible su visionado para entender, como un fondo casi invisible, la actual presión a la cual se ve sometida la juventud en la sociedad japonesa. Si ya la habéis visto os recomiendo su revisión, quedaréis sorprendidos.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan