Porno review


Un grupo de chavales que trabajan en un cine descubren una habitación secreta con un montón de rollos de película muy antiguos. Deciden ver uno que les llama especialmente la atención pero se encuentran con una extraña cinta experimental de una especie de ritual satánico. Lo que no sabían es que la propia película es una invocación para que se presente un súcubo con perturbadoras intenciones.

Título original: Porno

Año: 2019

Duración: 106 min.

País: Estados Unidos

Director: Keola Racela

Guión: Matt Black, Laurence Vanincelli

Fotografía: John Wakayama Carey

Reparto: Katelyn Pearce, Robbie Tann, Jullian Muller, Peter Reznikoff, Bill Phillips, Larry Saperstein, Evan Daves


Buena premisa, mala ejecución.

Mira que hemos hecho reviews de diferentes tipos de monstruos y criaturas. De todos los tamaños y colores pero haciendo memoria, y puede que me equivoque, nunca hemos tratado al Súcubo, Un demonio con aspecto de mujer (íncubo en caso de ser varón) con un gran poder de destrucción pero siempre desde el ámbito lujurioso y sexual. Esto da potencial a crear películas de terror para mayores de 18 años, y sería el caso de Porno, pero desgraciadamente, queda todo el conjunto desaprovechado, descafeinado y por momentos, caótico.


Un grupo de chavales que trabajan en un cine descubren una habitación secreta con un montón de rollos de película muy antiguos. Deciden ver uno que les llama especialmente la atención pero se encuentran con una extraña cinta experimental de una especie de ritual satánico. Lo que no sabían es que la propia película es una invocación para que se presente un súcubo con perturbadoras intenciones.

Porno es un intento de mezclar elementos de géneros tan dispares como el gore y la comedia estilo American Pie, pero el principal problema es que es una comedia que no hace reír. Que los personajes griten de manera aguda y salgan corriendo no significa automáticamente que eso sea chistoso de alguna manera, hace falta mas ocurrencia para despertar una sonrisa en el espectador, desgraciadamente esto no es así y nos dedicamos hora y media a ver a los mismo cinco personajes dando vueltas por el cine siendo perseguidos por una chica desnuda. Dos elementos que son más que curiosos es el nivel de gore, no presente en todo momento pero que cumple perfectamente cuando aparece. Y otro sería la más que curiosa banda sonora (de la película que ven los personajes) que recuerda fuertemente a la banda sonora de Suspiria de Dario Argento, no es un plagio pero bastante parecida y que estarás tarareando un par de días.


Debuta en largometraje Keola Racela tras un puñado de cortos. El principal bache de la cinta es su guion (a manos de Matt Black y Laurence Vannicelli), bastante plano, carente de chispa y muy limitado por su presupuesto. Pero la mano del director tampoco consigue levantar demasiado el pabellón y todo queda a un nivel muy mediano sin apenas escenas reseñables (alguna gore curiosa y poco más). En cuanto al reparto todo está correcto dentro de sus posibilidades, tampoco se pueden pedir grandes esfuerzos en según qué situaciones. El personaje más entretenido sería el interpretado por Robbie Tann con algunas líneas divertidas. Y por supuesto a Katelyn Pearce interpretando al Súcubo que hablar no habla pero se pasa toda la película desnuda.

Seguramente has leído esta review con alguna extraña esperanza debido a su título. Pero aunque toda la cinta tiene un aire sexual tampoco es nada que no hayas visto en películas de Pajares y Esteso. Una película por el estilo que es muy superior a esta sería Deathgasm (2015).

Firma: Oriol Hernández.