Entrevista a Cristian Martínez, director del cortometraje El Showman
La noche del golpe de Estado del 23-F en España, una familia recibe la inesperada visita de «El Showman», un hombre que ha sufrido un accidente y necesita ayuda. En seguida la familia descubre que el invitado viene a desplegar su talento artístico en un espectáculo lleno de juegos, morbo y sangre.
¿Cómo surge la historia de The Showman?
La historia surgió, curiosamente, mientras escribía otro proyecto que no me dejaba en paz. Estaba totalmente bloqueado, dándole vueltas sin parar, y fue Miguel —mi coguionista, cómplice y amigo— quien me propuso escribir algo totalmente distinto, que nos saque de ese lugar.
Empezamos a hablar sobre la influencia que tiene el público por el artista, por ver hasta dónde está dispuesto a llegar alguien sobre un escenario. De ahí nació la figura de El Showman, casi como una broma al principio, pero poco a poco fue tomando forma hasta convertirse en este monstruo simpático, incómodo y salvaje. Queríamos hacer algo atrevido, algo que nos divirtiera escribir, pero que al mismo tiempo fuera una reflexión bastante cínica sobre el morbo y el espectáculo.
¿Háblanos del proceso de la escritura junto a Miguel López?
Miguel y yo tenemos una dinámica muy peculiar. Digamos que yo escribo y él, en lugar de simplemente aportar ideas, se convierte en una especie de francotirador de guion: cuestiona todo, desafía cada decisión y me obliga a justificar cada escena como si estuviéramos en un juicio.
Lo mejor es que no se limita al guion. También participa en el montaje, en el rodaje —fue mi primer ayudante de dirección—, y además es un gran amigo, así que todo fluye con mucha confianza. Su mirada siempre es muy crítica.
El cortometraje transita entre los universos de Michael Haneke y Quentin Dupieux, por ese home invasion mezclado con el grand guignol.
Lo que me interesaba era esa incomodidad que Haneke sabe provocar con tanta precisión. No solo la violencia física, sino la violencia psicológica, esa tensión que hace que el espectador se sienta cómplice de lo que está viendo. Quería explorar esa frontera entre lo que miramos y lo que permitimos que ocurra por el simple hecho de estar mirando.
Lo de Dupieux quizá está en el tono grotesco, en el humor absurdo que se asoma por momentos, pero el corazón del cortometraje late más cerca de Funny Games o incluso de Caché, donde el suspense es casi un espejo moral.
Resulta curioso, y arriesgado, el hecho de hacer un corto de época ambientado durante el golpe de Estado que dio Tejero el 23 F del año 1981. ¿Por qué elegiste esta fecha?
Me interesaba mucho ese “clima” de encierro colectivo, ese momento en el que nadie sabe qué va a pasar y todo el mundo está retenido en su propia casa, igual que los personajes del corto. Me parecía que la tensión social de esa noche era el telón de fondo perfecto para un home invasion: las fronteras entre lo público y lo privado, entre el miedo político y el miedo íntimo, se mezclaban de forma natural.
Aunque la historia se desarrolla durante 1981, trata temas muy en boga como esa invasión de la intimidad ajena, la masa como un solo individuo, el control de las audiencias…
Totalmente. Aunque el corto esté ambientado en el 81, yo siempre lo concebí como una historia profundamente contemporánea.
Vivimos en un mundo donde la invasión de la intimidad es constante, donde consumimos tragedias ajenas como entretenimiento y donde las masas funcionan como un único ente, sin matices, sin reflexión.
El cortometraje juega precisamente con esa doble lectura: por un lado, el contexto histórico, y por otro, la vigencia brutal de lo que plantea. ¿Qué somos cuando nos convertimos en público? ¿Qué nos lleva a aplaudir o a linchar con tanta facilidad? Son preguntas incómodas, pero necesarias.
¿Cómo construiste el personaje junto a su protagonista principal, Jorge Silvestre?
Jorge y yo hablamos muchísimo antes de empezar a ensayar. Nos reunimos varias veces, simplemente para charlar sobre el personaje, sobre sus motivaciones, sus deseos ocultos, sus miedos…
Luego, en los ensayos, todo fue muy físico. Trabajamos mucho las coreografías, los movimientos.
Desde el primer ensayo vi que Jorge tenía una visión muy clara del personaje, y yo decidí darle mucho margen para que lo hiciera suyo. Fue impresionante ver cómo lo encarnaba, cómo lo llenaba de matices.
Además, a partir de ahí surgió una gran amistad entre nosotros que seguimos manteniendo. Eso es lo bonito del cine: a veces te llevas un personaje, y a veces te llevas a un amigo.
Desde su llegada al circuito de festivales, ¿El Showman lleva acumuladas un montón de selecciones?
La verdad es que El Showman está teniendo un recorrido muy bonito y sorprendente en festivales. Tuvimos la suerte de estrenar en un lugar que me hacía mucha ilusión, el Imagine Film Festival de Ámsterdam, que además es miembro de Méliès International, lo cual ya era un honor enorme.
Después el corto ha ido sumando premios y selecciones muy potentes. Ganamos el premio del jurado y el del público en el Festival de Terror de Torrevieja, que fue muy especial porque es un festival donde la conexión con el público es brutal. También recibimos premio en el Desmond District Demons Festival, y Jorge Silvestre ganó mejor interpretación en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Castilla y León, un reconocimiento muy merecido, porque su trabajo en el corto es impresionante. Sara Jiménez también se llevó el premio a mejor interpretación en los Premios Lorca, lo cual fue otro motivo de celebración para todo el equipo.
Además, el corto ha sido premiado por el público en el Hator Hator Horror Fest y ha pasado por festivales que para mí son referentes, como el Sombra Festival, y varios calificadores a los Goya, como el Skyline Benidorm, el Festival de Cine de Alicante, el Festival Internacional de Cine de Lanzarote y el Mecal de Barcelona.
También hemos estado en otros festivales más pequeños que, sinceramente, han sido igual de importantes para nosotros, porque nos han permitido seguir conectando con públicos muy diversos y conocer a otros cineastas con los que compartimos pasión por el género. Y todavía hay alguna que otra selección que no puedo desvelar, pero que tenemos bien marcada en el calendario. Así que el viaje continúa.
¿Qué se encontrarán los espectadores de El Showman?
Una montaña rusa incómoda, divertida y brutal.
Creo que lo bonito de este corto es que juega mucho con las expectativas del espectador. Empieza como un drama familiar, casi costumbrista, y poco a poco se va transformando en una experiencia mucho más salvaje, más visceral, donde no sabes muy bien si reír, asustarte o salir corriendo.
Es un juego de espejos donde el espectador se convierte, sin quererlo, en parte de la función. Y eso, para mí, es lo más fascinante.
¿Qué nos puedes contar de tus próximos proyectos?
Ahora mismo estoy trabajando en mi próximo cortometraje, que quiero rodar en los próximos meses. Es un proyecto completamente distinto a El Showman, mucho más íntimo, un drama sobre la culpa y la redención. Pero, aunque sea un drama, es una apuesta muy arriesgada, porque visualmente es tremendamente ambicioso.
Además, nunca dejo de escribir. Siempre estoy desarrollando nuevas ideas, tanto para cortometrajes como para largometrajes. Es un proceso constante, casi una necesidad, y me gusta mantenerme en ese estado de creación continua, aunque no todo lo que escribo llegue a rodarse, o incluso a terminarse de desarrollar.
¿Dónde se te puede encontrar?
En Instagram, tanto en mi cuenta personal como en la de la productora: @cristianmarloz y @socratyfilms
¿Película de terror favorita?
Mi Kriptonita, que me pidan solo una película. Voy a hacer trampa; dejando a un lado Funny Games, que claramente ha sido una referencia directa para El Showman, te diré una distinta a lo habitual del terror, Titane de Julia Ducournau. No es terror clásico, pero es una película que me fascina por su capacidad para incomodar, emocionar y romper barreras.
Si tuviera que mencionar otras, sin duda La casa de Jack de Lars von Trier, Hereditary o La Bruja. Y si hablamos de clásicos, no puedo no decir El Resplandor, Carrie o incluso La noche del cazador.

.jpg)
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.