In Order of Disappearance review


Título original: Kraftidioten

Año: 2014

Duración: 116 min.

País: Noruega

Director: Hans Petter Moland

Guión: Kim Fupz Aakeson

Música: Brian Batz, Kaspar Kaae, Kåre Vestrheim

Fotografía: Philip Øgaard

Reparto: Stellan Skarsgård, Birgitte Hjort Sørensen, Kristofer Hivju, Bruno Ganz, Tobias Santelmann, Pål Sverre Hagen, Jakob Oftebro


Venganza y sangre en la nieve.

Nils, un trabajador honrado ve como del día a la mañana su mundo se desvanece al aparecer muerto su único hijo. Lejos de creer la versión oficial en la que se declara a su hijo muerto por sobredosis, indagará para descubrir quién es el verdadero responsable de la muerte de su hijo y no precisamente para poner dicho criminal en manos de la despistada policía Noruega.

Hace un tiempo atrás que el cine asiático, especialmente el de Corea del Sur, empieza a irrumpir con fuerza en nuestro país, al igual que en otros países donde el consumo de cine asiático es muy reducido, esto ha sido gracias en parte a los thrillers cargados de historias de venganza y violencia con mano dura a la hora de ejecutar los desenlaces que tanto están sorprendiendo al público no asiático, poco acostumbrados a este tipo de cine.
Visto que la formula funciona y tras distribuirse películas escandinavas con mucho nivel y buena acogida fuera de sus países natales como podrían ser Déjame Entrar, Millennium, The Hunt o Salvation, parece que el cine de los países más fríos del norte de Europa empiezan a sumarse a la moda de thriller como ya ocurrió con Headhunters.
Este podría ser el caso también del film que hoy nos ocupa y es que In Order of Disappearance, es un thriller violento con tintes de humor negro, en que podríamos decir que incluso el título podría ser el de un film Coreano dispuesto a reventar la taquilla asiática.

Planos helados son los conductores de una historia que el director Hans Petter Moland, dirige de inicio a fin sin que le tiemble el pulso, apoyado en todo momento en un firme guión escrito por Kim Fupz Aakeson, que mantiene una estrecha línea entre la crudeza del tema principal y variados golpes de humor negro autocríticos con la cultura Noruega y actualidad mundial, demostrando que se puede contar una historia contundente de venganza sin perder el contacto con la realidad ni tan solo con la actualidad que nos aborda.

Gran parte del éxito de esta historia es gracias a las interpretación del actor fetiche del director Stellan Skarsgård a quien podéis ver en películas como Nymphomaniac, Millennium, Melancolía o La isla de los olvidados, y que una vez más demuestra ser un actor perfecto para una historia fría como esta. También funden el hielo los coprotagonistas Tobias Sanelman, el cual tiene el protagonista con la personalidad más complicada de todo el reparto pero que de igual manera deja su actuación a un listón muy digno, y Bruno Ganz, el cual podemos recordar de El Hundimiento, y al cual siempre nos agrada encontrar en pantalla por su facilidad para crear personajes.

Sin querer indagar en la historia, porqué esta se ha de disfrutar en pantalla, diré que esta película, va mas allá de la típica guerra entre bandas, esta es una historia familiar de venganza, porque el amor hacia el prójimos más cercano es lo que más daño le hará al triangulo fatal que se forma.

Destacable por la facilidad de generar una carcajada dentro de una historia que engancha y sorprende por el desarrollo de los acontecimientos.

Firma: Gerard FM.