Entrevista a Eskil Vogt, director de The Innocents


Entrevista realizada en el Festival de Sitges 2021 a Eskil Vogt, director de The Innocents.


¿Cómo te planteaste hacer una película sobre la infancia y sobre niños que pueden ser tan malvados como los adultos?

Al principio quería hacer una película sobre la magia de la niñez, qué pasa con esa magia que existe entre los niños cuando juegan, y cuando llegan a casa y están los padres, esa magia desaparece. ¿Y qué pasa también con la imaginación?

Pero al empezar a preparar la película, quise recordar cómo fue mi infancia, sobre todo tenía mucho más miedo como niño que como adulto, ya que mi imaginación podía crear cosas malas y quería que eso se reflejase en la película.


¿Qué tal tu experiencia en el rodaje con niños?

Tengo una regla cuando escribo un guion y es no limitarme con lo que imagino, dejarme llevar. Acabamos trabajando con cuatro niños y un gato. Nos llevó un año encontrar y preparar a los niños y fue un placer, pero con el gato no fue tan fácil el rodaje.


En todo lo relacionado con el parque siniestro creado por el niño malvado, hay una serie de planteamientos visuales que recuerdan a M. Night Shyamalan y Alfred Hitchcock, especialmente en el contraste entre la oscuridad y la luz ¿Cómo llegaste a esta decisión?

Para mí el niño no es malo, todos los personajes son buenos y malos. Respecto a Alfred Hitchcock es uno de mis directores favoritos por la forma en la que controla el tempo, cuando quiere crear suspense no aumenta el ritmo sino que lo ralentiza, al mismo tiempo que no añade música; es algo que me gusta utilizar para crear esa atmósfera.

Respecto al uso de la oscuridad y la luz, lo que me gusta de las películas de género es que sean muy visuales porque así la lógica sobrenatural la creas a través de un lenguaje visual que es muy comprensible para el espectador. Creo que se transmite mejor con imágenes y sonidos que con palabras. El contraste entre día y noche para mí es muy importante.


¿Manejaste alguna influencia para The Innocents como la película Quién puede matar a un niño?

No he visto esa película, sí que investigué bastante cuando tenía una idea de lo que pude hacer. No pude encontrarla, aunque he oído hablar ella. Cuando empecé a desarrollar la idea, tengo una serie de películas que me gusta revisionar, en este caso con la idea de este mundo mágico de los niños. Se lo comenté a mi productor y me dijo “bueno, tiene que ser algo especial porque hoy en día se están haciendo muchas películas sobre grupos de niños con poderes”, pero creo que todas esas películas hablan realmente de la pubertad y yo quería hablar de lo que ocurría antes. Leí el manga Domu/Pesadillas de Katsuhiro Otomo que me inspiró mucho.

Lo que si quería era tener la seguridad de estar haciendo algo especial.


¿De dónde sacaste los niños?

No fue fácil, como ya dije. Lo que hice fue forzarme a ser abierto en este tema, para encontrar a los niños más interesantes, daba igual el género o la etnia. Se presentaron niños muy buenos y decidimos quién podía hacer cada papel. Por ejemplo, la niña que hace de autista, fue como un regalo de los dioses. Une vez tuve a los niños cambié el guion. Eran niños que no habían trabajando antes, les enseñamos a actuar porque la actuación de los cuatro niños tenía que ser muy sólida. Nunca les engañamos respecto a lo que ocurría en la película y hacerles sentir más seguros en el rodaje.


Has comentado que cambió el guion después del casting infantil, ¿En el tiempo de desarrolló hiciste también cambios?

Un año no es demasiado tiempo en una película, lo que pensé tras el casting era que mi película iba sobre la niñez, sin género ni etnia, y sobre la relación entre los niños y sus padres.