The Innocents review

La señorita Giddens es una institutriz que, tras hablar con el tío de dos niños, se hace cargo de ellos ante el poco cariño que parece tener hacia ellos el mencionado tutor. Pronto se dará cuenta que esos angelitos ocultan algo terrorífico.

Título original: The Innocents

Año: 1961

Duración: 100 min.

País: Reino Unido

Director: Jack Clayton

Guion: Truman Capote, William Archibald. Novela: Henry James

Música: Georges Auric

Fotografía: Freddie Francis

Reparto: Deborah Kerr, Peter Wyngarde, Megs Jenkins, Michael Redgrave, Martin Stephens, Pamela Franklin


Desconcertante, hermosa y magníficamente interpretada.

Tienen su gracia los nombres en español de películas de origen extranjero, principalmente del mundo anglosajón. Como paradigma de lo dicho está La Semilla del Diablo (Rosemary’s Baby. Roman Polanski, 1968), un spoiler por toda la escuadra. En el film que analizamos hoy el título es bastante inocuo. Se le colocó ¡Suspense! (con signos de admiración en el original). Es de suponer que una cinta con la etiqueta de terror tiene que tener de eso. Y si no que se lo digan al rey del suspense: Alfred Hitchcock. Enlazando con esto, The Innocents, utilizaremos su título original, tiene un lejano parecido con una de las obras maestras del director inglés, Rebecca (1940), no tanto en la historia, sino en la ambientación y el aire siniestro que destilan ambas desde el minuto uno. En una ocasión le preguntaron aHitchcock que definiera el suspense. Su respuesta fue que en una escena el espectador ve que el protagonista tiene una bomba a punto de explotar debajo del sofá donde está sentado, y no lo sabe.


La señorita Giddens es una institutriz que, tras hablar con el tío de dos niños, se hace cargo de ellos ante el poco cariño que parece tener hacia ellos el mencionado tutor. Pronto se dará cuenta que esos angelitos ocultan algo terrorífico.

The Innocents es la única incursión en el mundo del terror del director Jack Clayton que cuenta en su haber con títulos como El Gran Gatsby. El desafío era trasladar a la pantalla la novela de Henry James titulada The Turn of the Screw(Otra Vuelta de Tuerca), aunque para ello contó en el guion con Truman Capote, gran admirador de la obra de Edgar Allan Poe y autor, entre otras de Breakfast at Tiffany´s; y de William Archibald guionista de I Confess. No sabemos si era la idea inicial, pero les salió algo muy tétrico, amoral y con alguna que otra metáfora sexual.

Es un film que, conforme va avanzando te va atrapando como una araña que se come a una mariposa, lentamente. Su aire gótico con una gran fotografía en blanco y negro, a cargo de Freddie Francis, no hace más que provocar tensión. Incluso, en alguna ocasión, auténtico miedo. No os preocupéis, no estamos ante un film de bocinazos. Al contrario, su aire pausado la hace aún más terrorífica. No nos olvidamos de la música. Después de verla seguirá sonando en vuestras cabezas: O Willow Waly.


Uno de los puntos fuertes de The Innocents son las interpretaciones. Deborah Kerr (De Aquí a la Eternidad, Quo Vadis?) es la protagonista absoluta. Deja a un lado el mito en que se había convertido para regalarnos una de las más importantes interpretaciones, aunque menos valorada, de su extensa carrera. Le secundan los niños Martin Stephens (El Pueblo de los Malditos) y la televisiva Pamela Franklin. Extraordinarios ambos en unos papeles en los que tenían que dar vida a dos seres inocentes y al mismo tiempo, malvados. Ya más secundarios tenemos a Megs Jenkins y Sir Michael Redgrave.

Vamos acabando. The Innocents es uno de los títulos imprescindibles para entender el cine de terror. Que no haya alcanzado la categoría de mito, como ostenta La Noche del Cazador por ejemplo, no significa que le vaya a la zaga. Ni a esta ni a muchas otras. Eso sí, el final puede que te deje algo triste. Pero hay cosas mucho peores en la vida, sin duda.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan

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