Luger conquista el Fantastic Fest en Austin!


Luger, la película de Bruno Martin con Mario Mayo y David Sainz, es una de las más esperadas en el próximo festival de Sitges. Tras su paso por el festival de Austin, nos pusimos en contacto con los dos protagonistas, el director, el guionista y el productor para que nos contasen cómo había ido esa proyección tan esperada que se alzó con una mención especial del jurado.



¿Cuál es tu papel en Luger?

Mario Mayo: Soy Mario Mayo, y soy uno de los dos protagonistas en Luger.
Santiago Taboada: Soy Santiago Taboada, guionista de Luger junto con Bruno.
Raúl Cerezo: Soy Raúl Cerezo, productor ejecutivo de Luger.
David Sainz: Soy David Sainz y soy otro de los protagonistas de la película.
Bruno Martín: Soy Bruno Martín y soy director, coguionista, editor, coproductor y actor en Luger.



¿Qué podéis contarnos del rodaje?

Mario Mayo: Luger se grabó durante un mes y prácticamente fue en el polígono industrial P29 de Collado Villalba (Madrid), salvo 3 jornadas que fueron en localizaciones similares en otros polígonos de Madrid, manteniendo esa atmósfera.

Fue un rodaje que, al tener duración temporal de un día en la ficción, se grabó la mitad en jornadas durante el día y la otra mitad de jornadas durante la noche.

Fue un rodaje muy dinámico ya que, como se aprecia en la peli, no se para en ningún momento, siendo las secuencias en la chatarrería y en el autobús las más exigentes debido a que las peleas que surgen en ambas localizaciones eran en espacios muy reducidos, lo cual le da más valor por su complejidad y gran resultado.

Santiago Taboada: En mi caso, no estuve tan presente en el rodaje, aunque sí que pasé varios días y de hecho, tengo un cameo en el bar al principio de la película. Lo que pude ver desde fuera fue un rodaje muy complejo debido al poco tiempo que teníamos, pero que salió adelante gracias a un equipo unido e ilusionado por este proyecto que remó a favor de la película y que estuvo capitaneado magníficamente por Bruno.

Además, me hizo ilusión que se rodase en Collado Villalba, que es donde he vivido toda mi vida y donde hice mis primeras películas amateur cuando era adolescente.

Raúl Cerezo: El rodaje de Luger fue un milagro logístico. Decenas de actores, decena de localizaciones donde todas son personajes, la elaboración de un género nunca realizado en España y la obsesión de que quedara lo mejor posible y, sobre todo, trabajar porque el director, también uno de los mejores editores de España, se llevara todo el material que quisiera para realizar un trabajo de montaje quirúrgico. Y todo en 4 semanas. Y sí, todo se consiguió. Imaginad qué entrega de equipo.

David Sainz: El rodaje del Luger fue como el rodaje de la mayoría de las películas independientes. Divertido y en ocasiones algo duro por su naturaleza de acción nocturna y mi poca experiencia recibiendo golpes diarios. Y era interesante ver como todos remábamos en la misma dirección, pero como si estuviésemos en un barco en medio de la oscuridad de la noche confiando en el único que sabía dónde estaba el Puerto: Bruno.

Bruno Martín: El rodaje de Luger ha sido emocionante al estar por primera vez capitaneando un numeroso equipo de profesionales dispuestos a hacer realidad la historia en la que llevaba tanto tiempo trabajando. Y a la vez agobiante por los escasos 20 días de los que disponíamos para contar la compleja película que, entusiastamente, queríamos contar.



¿Qué pensasteis cuando os dijeron que Luger iba al festival de Austin?

Mario Mayo: Con total sinceridad, confiaba tanto en la película que no me sorprendió que esto sucediera. De primera mano sé que en el Fantastic Fest son muy fans del género de acción y, aunque Luger no es un exploit típico, tiene momentos de acción y va todo con tal dinamismo, que los programadores del Fantastic Fest iban a valorar mucho la película. Hemos salido de allí además con una mención especial del jurado, por lo que misión cumplida.

Santiago Taboada: Tenemos una muy buena película, pero siempre tienes miedo porque en la vida aprendes a no vender la piel del oso antes de cazarlo. Así que me hizo muchísima ilusión saber que el Festival de Austin quería nuestra película. Imagínate lo que es para nosotros que nuestra primera peli se estrene mundialmente en USA, que es la meca del cine.

Raúl Cerezo: Todo lo bueno que le pase a Luger no me sorprende en absoluto y me enloquece de alegría, porque se lo merece muchísimo, pero la justicia, a veces, no impera. Lo que le está pasando, de momento, es todo previsible y justo. Eso no quita para que te vuelvas del revés cuando te cuentas que te vas al glorioso Fantastic Fest con la película y que en el jurado está el productor de Eggers y de Aster. Y que veas la película al lado de él. Y le encante, porque no para de disfrutar durante la proyección. Y nos dé un premio. Pues hombre, no, a eso no te acostumbras. Y no quiero acostumbrarme.

David Sainz: Esta respuesta sirve para responder muchas cuestiones relacionadas a lo que realmente me une a la película. Cuando me enteré de esta y el resto de selecciones, me alegré sobre todo por Bruno. Por encima de cualquier cosa, para mí, esta es su película, el sueño que persiguió toda su vida y que luchó arriesgando más que otros cineastas con más ayudas y menos talento.

Bruno Martín: Austin es doblemente especial pues fue la primera selección que tuve como productor con Os Reviento y fue la primera que tuve con mi película. Estados Unidos y su cultura pop es lo que más ha influido en mí. Me sentí muy emocionado de poder dar el pistoletazo de salida con el público norteamericano y comprobar de primera mano cómo iban a recibir nuestra castiza historia, castizos chistes y castizo modo de ver la vida. Puedo decir orgulloso y feliz que fue tal y como imaginé: perfecto.



¿Hubo nervios antes del estreno?

Mario Mayo: En mi caso más que nervios eran ganas de ver las primeras impresiones del público de Austin. Pero reitero, confío tanto en Luger que estaba tranquilo de que iba a ir todo genial.

Santiago Taboada: Siempre. Sobre todo ante un público extranjero. Date cuenta que nuestra película, aunque cuenta una historia que se puede entender en cualquier parte del mundo, juega con muchos elementos cotidianos de España, y claro, no sabes cómo lo van a entender. Además, es la primera vez que se proyecta un largometraje que he escrito ante un público que no son ni de la peli ni amigos. Y además es un público exigente. Así que es normal estar nervioso. Pero todo fue bien.

Raúl Cerezo: La verdad es que ya, con casi 50, los nervios van remitiendo aunque siempre tienes ese bicho en el estómago. Lo que había es alegría, satisfacción y la sensación de haber hecho un gran trabajo por estar al lado de los mejores. Por estar al lado de personas con las que vas a abrir un nuevo camino en el cine español. La proyección fue muy disfrutona y funcionó incluso mejor de lo que esperábamos. Regalos profesionales y vitales.

David Sainz: Más que nervios, tenía ganas de ver cómo recepcionaba el público esta película. El director si andaba tenso, es normal, es su película. Sin embargo, creo que todos teníamos la sensación de que iría bien y eso convertía los posibles nervios en algo más bonito.

Bruno Martín: Muchos, pero la fiesta con barra libre que organizó el festival a las 12 de la mañana en el Saxon Pub, ayudaron a mitigarlos apenas a una hora del estreno. Llegamos bastante relajados y contentos. Fue un disfrute. Felicidad.



¿Qué recordáis al entrar en la sala y de la proyección?

Mario Mayo: Lo bonito que es ver una sala sin ningún hueco libre, todos los asientos ocupados por gente que quiere ver el trabajo de todo un equipo que ha remado para que lo que estábamos viviendo fuera una realidad. Y, al llegar a los créditos finales, ver que el público aplaudía después de haber sentido que la película les tenía enganchados. Una experiencia única, sin duda.

Santiago Taboada: Una maravilla. Las dos proyecciones estuvieron completas. No cabía nadie más en la sala. Hoy día, ver una sala de cine llena es complicado. Desde luego como cineasta te hace sentir muy orgulloso.

Luego la proyección fue maravillosa, pues la gente se emocionó con la película, no vi a nadie mirando el móvil (a día de hoy es un logro). Estaban enganchados y siguiendo la historia con interés. En cuanto acabó, se me saltaron las lágrimas mientras escuché el aplauso final.

Raúl Cerezo: Ver al productor de Eggers y Aster y sentarme al lado de él para ver la película, sabiendo que es jurado. Perdonad que sea tan directo, pero es que me parecía marciano que este señor fuera a ver una película nuestra de españoles quinquis en un polígono y fuera capaz de disfrutarla. Y sí, así fue. Se lo pasó como gorrino en lodazal.

Bruno Martin: Nos dieron paso para presentarnos cuando la sala ya estaba hasta los topes… Entrar y ver a la primera remesa de gente que, por primera vez, iba a ver Luger, en otro país fue una sensación indescriptible. Uno de esos instantes que no olvidaré, de esos para recordar, esconderte y regocijarse cuando la vida vaya regular.



¿Y cómo fue la salida de Luger?

Mario Mayo: El público americano es muy cercano, ya lo había vivido anteriormente con Os reviento en el Fantastic Fest, y me quedé en la salida del “Theatre 6”, la sala donde se proyectó Luger, para agradecer la asistencia y muchos de los asistentes nos pidieron fotos con ellos, incluso alguno me enseñó fotos de hacía dos años de la anterior vez que estuve allí. Muy gratificante ver que repetían y esa muestra de cariño.

Santiago Taboada: La gente estaba entusiasmada. Muchos nos pararon para decirnos que había sido su película favorita del festival. Otros nos pararon para preguntarnos si había más proyecciones porque decían que todo el mundo hablaba de nuestra peli. Fue muy emotivo ver a tanta gente emocionada y disfrutando de nuestra historia. Porque para eso hacemos cine, para que la gente lo disfrute.

Raúl Cerezo: El pase estaba a rebosar y el público disfrutó cada plano. Fue una locura. E hizo fandom muy rápido, no paraban de pararnos por el hall y la calle para felicitarlos. Bruno iba regalando camisetas a críticos y actores y la gente estaba entusiasmada: un par cayeron en Justin Long y en James Franco. Sí, Franco, jajaajjaja.

En el caso de Mario Mayo ya era consolidación, porque tiene una entrega muy grande del público de Austin gracias a su anterior trabajo, Os Reviento.

Bruno Martin: Entusiasmo, miradas de felicidad, fotos, abrazos y gente agradeciendo el buen rato que les habíamos hecho pasar. Fue satisfactorio pensar que para eso habíamos trabajado tanto y tan duro: para el disfrute del público. Ellos nos lo devolvieron con creces con su entusiasmo.



¿Os imaginabais la mención especial que os dieron?

Mario Mayo: Personalmente tenía la esperanza de conseguir un premio con Luger, pero también sé que la selección del Fantastic Fest es muy meticulosa y que había otras películas muy potentes. Así que conseguir una mención especial del jurado fue como si nos hubieran dado el premio a mejor película, porque probablemente el jurado no tuvo fácil decantarse por la ganadora.

Santiago Taboada: El nivel de las películas que se proyectan en festivales es muy alto y, por mucho que nos guste nuestro proyecto, ahora competimos de tú a tú con producciones de todo tipo. Entonces, pensábamos que teníamos posibilidades, pero también éramos conscientes de que había muy buenas películas compitiendo y que nada era seguro. Así que la mención es un triunfo para nosotros. Nos hemos medido con las mejores producciones de género y el jurado ha tenido a cuenta mencionarnos. Es una alegría.

Raúl Cerezo: Sí y no. Sí porque todo lo que le pase bueno a Luger creo que es justo y no porque es un thriller de acción y este festival es de género. Por eso, esta mención es un premio importantísimo. Colarse ahí es fruto de que les entusiasmó la película.

David Sainz: Yo creo que esperarse un premio es un poco de flipado. Sinceramente, hay que sentir una selección, sobre todo en un festival tan grande como este, como una victoria. Que además Luger consiguiera una mención es un plus hermoso que sin duda se merece la película.

Bruno Martín: La cuestión de los premios es muy complicada. Es imposible no hacerse ilusiones, el pensar que con llegar allí ya es suficiente. Pero siempre hay que tener los pies en la tierra, saber que competimos en primera división con películas extraordinarias, que la decisión es parte del jurado, de sus gustos y su criterio. Esos gustos y criterios hay que respetarlos por dolorosos que a veces sean, pero en nuestro caso, y siendo examinados por los titanes que nos tocaron, fue una hermosa sorpresa ese reconocimiento que nos ha hecho inmensamente felices. Estamos muy agradecidos porque en nuestro primer festival, nos hayan regalado el poder volver con una mención especial bajo el brazo.



La siguiente cita con el público, Sitges.

Mario Mayo: Y lo voy a decir así de claro, Sitges es como mi segunda casa, porque no solo soy actor, sino también fanático del cine de género. Mi primera vez en Sitges fue como espectador, y volver con una película a Sitges y estrenar en el Auditori, es hacerlo al lado de gente como yo, junto a mi familia del género. Ganas de hacerlo es poco.

Santiago Taboada: Sitges es el festival de cine fantástico número 1 del mundo, y a mí me encanta. He ido en varias ocasiones como espectador y también he presentado cortos que he escrito. Pero en Sitges el público es muy exigente. Si algo les gusta, lo viven y es espectacular. Si no les gusta, puedes marcharte a casa llorando (recuerdo abucheos en una proyección). Pero estamos aquí porque tenemos una buena película que creemos que le va a gustar al público de Sitges. Es una prueba de fuego, pero vamos con confianza para pasarla.

Raúl Cerezo: Esto va a ser una locura. Auditori y Tramontana a rebosar para ver algo tan sitgesiano como Luger. Nos consta que va todo el sector y fan del género, que hay muchísima expectación y que ya hay muchísimo cariño por la película sin verla. De Sitges saldrá vista por 1600 personas amantes y estudiosas del cine que amamos. Además, vamos cargados de sorpresitas de marketing. A eso no se acostumbra uno. Y no, repito, no quiero acostumbrarme.

David Sainz: A Sitges le tengo muchas ganas desde hace mucho tiempo. Cuando hice En fin pensé que podría estrenarla allí y me rompió el corazón no poder hacerlo debido a las fechas. Nunca imaginé que me estrenaría en el festival siendo actor. Y en el fondo, eso hace que vaya a vivir la experiencia de forma más relajada y pudiendo disfrutarlo al 100%.

Bruno Martín: Sitges es el malo final de fase al que hemos llegado a base de entrenar y entrenar, de echar créditos a la maquina recreativa. Es el momento que quiero disfrutar con el equipo de la película, quienes han hecho posible este viaje. Somos el Alcorcón jugando en el Bernabéu… Si metemos 5-0, quizás podamos hacernos un hueco para seguir contando historias.