Entrevista a Jordi Romero Oya, director del cortometraje Siluro, la bestia del Ebro


Un ataque a orillas del río Ebro alerta a los servicios de emergencia, cuando llegan descubren que una extraña criatura ha emergido de las aguas.



Cuéntanos el origen de tu cortometraje.

Una visita al festival de cine Fangosfest de Amposta, para presentar nuestro largometraje The Waiter - El camarero unido a las habladurías de siluros gigantes en la zona y la presencia de Sebastià D’Arbó en el festival, dio origen a nuestra historia. Todo fluyó solo.



¿Qué se van a encontrar los espectadores del cortometraje?

Es un corto palomitero, con personajes y situaciones exageradas, pero hecho con mucho cariño.


¿Cuáles son tus influencias?

Para este cortometraje sin duda Humanoides del Abismo, los monstruos clásicos y en concreto La criatura de la Laguna Negra y un poco de Roger Corman. En general, me encantan muy diversos tipos de películas, desde terror, fantasía, humor o clásicos… Estando Tiburón, El exorcista y Terminator entre las pelis que más disfruto revisándolas. Mi favorita la dejo para la última pregunta.



¿Qué consejos darías a los futuros cortometrajistas?

Hacer cortometrajes, disfrutarlos (y sufrirlos) y aprender de cada proyecto.



¿Cómo ves el mundo del género fantástico hoy en día?

¡Muy bien! Hay proyectos muy interesantes, siempre surgen películas y autores. El James Wan de Maligno o pelis como Háblame, Midsommar, Crawl… Y en España estamos disfrutando de pelis últimamente como La mesita del comedor, Cerdita, Irati


¿Puedes hablarnos de tus próximos proyectos?

Estoy implicado en postproducción del cortometraje La última palabra de Alejandro Moreno, una historia con personajes aterradores. Por mi cuenta, llevo unos años preparando otro cortometraje, llamado Retratos eternos sobre una casa con un elemento sobrenatural.



¿Dónde se te puede encontrar?

Pueden encontrarme en Instagram, Facebook y X como Jordi Romero Films (también web).



¿Película de terror favorita?

Un hombre lobo americano en Londres. (Aunque contenga trazos de comedia, esa mezcla es lo que me encanta).