The Glenarma Tapes review

Gordy y sus amigos están en una escuela de artes donde cada uno tiene su proyecto. De pronto, Gordy intercepta la conversación entre dos profesores que aquella noche irán a tener una cita en el milenario bosque Glenarma y embarca a un amigo y dos amigas para gastarles una broma que grabarán.

Título original: The Glenarma Tapes

Año: 2023

Duración: 88 min.

País: Irlanda

Director: Tony Devlin

Guion: Tony Devlin, Paul Kennedy

Música: Garth McConaghie

Fotografía: Jennifer Atchenson

Reparto: Warren McCook, Vicky Allen, Charlie Booner, Richard Croxford, Colette Lennon Dougal, Steven Calvert, Jonny Everett, Emily Lamey, Rian Early


Esa cabaña maldita en el bosque milenario.

Ay, qué difícil es ser estudiante, esos seres humanos que tienen que ir juntos a todas partes y cuyas mentes están perturbadas debido a las hormonas y su odio por el profesorado. En este terreno donde se mezclan la adolescencia, la rebeldía y la docencia es donde crece la historia de Glenarma Tapes.


Gordy y sus amigos están en una escuela de artes donde cada uno tiene su proyecto. De pronto, Gordy intercepta la conversación entre dos profesores que aquella noche irán a tener una cita en el milenario bosque Glenarma y embarca a un amigo y dos amigas para gastarles una broma que grabarán.

A la mañana siguiente, no sólo han desaparecido Gordy y compañía, sino también los profesores a los que iban a emboscar.

La verdad sobre lo que ocurrió se esconde en las cintas de Glenarma.

The Glenarma Tapes es un found footage que sigue paso a paso todo lo necesario para este tipo de películas como explicar por qué se graba, hacer creíble que se grabe hasta las últimas consecuencias, muchas carreras y lo principal: que los protagonistas sean bastante tontos e importen entre poco y nada. Por lo menos hay que agradecer al director Tony Devlin no solo conseguir que todo se vea bastante bien, huyendo de esos planos en movimiento heredados de La bruja de Blair donde las cosas se intuyen o donde todo se ve borroso, sino que la fotografía nocturna de Jennifer Atchenson consigue unos colores muy funcionales.

El guion coescrito entre el propio Devlin junto a Paul Kennedy, intenta generar unos personajes interesantes pero del único que sabremos algo es de Gordy, ya que la cámara de su compañero de clase le ha elegido como sujeto para un documental – el por qué es incomprensible, posiblemente esté enamorado de él – y por ello nos mete de lleno en lo que debe ser el typical hogar desestructurado irlandés con madre alcohólica, hermana pequeña encantadora, ex padrastro abusón y fiestero… Es curioso pero lo mejor de The Glenarma Tapes lo encontramos en este reflejo del cine Ken Loach, junto con el viaje de los estudiantes a Glenarma ya que una vez entrado en el mundo del terror, la película se convierte en un montón de carreras donde como cada estudiante lleva una cámara en la cabeza, lo único que tenemos es un galimatías de gente a la carrera, ya sea perseguida o persiguiendo entre los árboles.


El paso del slice of life de Gordy al terror (sin contar de qué se trata para no hacer spoilers) no sólo se siente poco inspirado, sino que parece de otra película y todo resulta tan atropellado que el espectador se desentiende totalmente de lo que ocurre ya que la búsqueda de “sensación de peligro” se convierte en “me da un poco igual”. Hay una película muy clara de referencia para The Glenarma Tapes que sigue el mismo esquema de principio cuasi documental que cambia de género pasado el ecuador, pero decirla sería destripar la sorpresa. El último tercio de la trama está repleto de giros bastante caprichosos que parecen incluidos para dar un cierre satisfactorio a la película.

The Glenarma Tapes se inscribe en esas películas de found footage que quieren añadir algo al género y se quedan en las buenas intenciones porque el resultado deja sensación de haberse quedado a medio gas.

Firma: Javier S. Donate.

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