Hasta los Huesos: Bones and All review

Maren es una joven con algún que otro problema existencial. Al quedarse sola, no tiene más remedio que intentar sobrevivir en una sociedad que rechaza y sufre al mismo tiempo su modus vivendi.

Título original: Bones and All

Año: 2022

Duración: 130 min.

País: Italia, Estados Unidos

Director: Luca Guadagnino

Guion: David Kajganich

Música: Trent Reznor, Atticus Ross

Fotografía: Arseni Khachaturan

Reparto: Timothée Chalamet, Taylor Russell, Mark Rylance, Chloë Sevigny, Jessica Harper


Cruel, tormentosa y altamente provocativa.

Estoy seguro que Bones and All, cuyo título en español es Hasta los Huesos, os sorprenderá desde el minuto uno. Su electrizante inicio hará que entréis de lleno en una forma muy original de rodar. No os dejéis engañar por su aspecto de cine clásico, de entrada por su trama, espesa y angustiante y después por el formato, una road movie, en esta ocasión plenamente justificada. Como decía Jack Kerouack en su obra maestra On the Road: No sabía a dónde ir excepto a todas partes.


A los niveles de plenitud cinematográfica alcanzados por este film influyen decisivamente el trío de protagonistas. Efectivamente, es una historia de amor, en esta ocasión protagonizada por Timothée Chalamet y Taylor Russell pero hay un tercero en discordia, actoralmente hablando. Se trata de Mark Rylance que se basta y se sobra para dar sentido a una historia que ni en el más oscuro de tus sueños imaginarias.

Maren es una joven con algún que otro problema existencial. Al quedarse sola, no tiene más remedio que intentar sobrevivir en una sociedad que rechaza y sufre al mismo tiempo su modus vivendi.

Después de Suspiria (2018) Luca Guadagnino deja de lado los remakes para centrarse en una película repleta de guiños al cine estadounidense. Pero no lo hace recreando unos personajes típicos sino que crea de la nada unos seres atormentados unidos por un nexo que aunque no sea para nada corriente, eso esperamos, los hace tiernos y cercanos. El guion es de altura, la autoría del cual recae en David Kajganich, estando basado en la novela del mismo nombre obra de la norteamericana Camille DeAngelis.

Tampoco creáis que es una historia de amor corriente. Está teñida de sangre. El abundante gore está muy logrado consiguiendo crear repulsión y angustia en el espectador. Lo hace sin muchos alardes, como el que se come una hamburguesa saboreándola de principio a fin. Al mismo tiempo la cinta tiene cierto aire de tristeza, cosa que le sienta muy bien. Nos habla de perdedores, de seres que habitan el mundo no queriendo formar parte de él. A pesar de sus extrañas aficiones no se vanaglorian de ello. Intentan analizar la razón por la que hacen sufrir a sus semejantes. Incluso se avergüenzan cuando hacen daño intencionadamente.


Vamos a hablar un poco más de los actores. Encabeza el reparto Timothée Chalamet (Dune) en una performance electrizante. Le secunda a la perfección la actriz Taylor Russell (Escape Room) que borda su interpretación de una mujer en busca de su identidad. Como tercero en discordia tenemos a un inquietante Sully interpretado de manera magistral por Mark Rylance. Su aparición es algo más escasa que la de sus compañeros pero ya sabemos por experiencia que cantidad no sinónimo de calidad.

Deciros, para finalizar, que tenéis que estar atentos a su visionado. Es una película que sin duda estará entre las imprescindibles de este movidito, cinematográficamente hablando, 2022. Siendo un poco osado, la recomendaría a todo aquel que quiera disfrutar de buen cine, sin etiquetas. Eso sí, la única premisa es la de dejarse sorprender.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan

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