Dark Encounter review

1982. Hace un año que la pequeña Maisie desapareció. Su familia se reúne para honrar su memoria pero, enseguida, estallan las tensiones entre unos y otros. Cuando llega la noche, unas luces aparecen en el cielo: ¿Qué son y qué quieren? Mientras las preguntas se acumulan, algo o alguien cerca la casa y empieza a secuestrarles uno a uno.

Título original: Dark Encounter

Año: 2019

Duración: 97 min.

País: Estados Unidos

Director: Carl Strathie

Guion: Carl Strathie

Música: David Stone Hamilton

Fotografía: Bart Sienkiewicz

Reparto: Laura Fraser, Mel Raido, Grant Masters, Alice Lowe, Vincent Regan


Una inteligente conjunción de terror, ciencia ficción y drama.

Siendo muy fan de Close Encounters on Third Kind, mi secuencia favorita es aquella en la que Steven Spielberg narra el acoso y abducción de Barry, el hijo de la protagonista; es un momento que, aún sabiendo de qué va realmente la película, funciona a la perfección como una mini historia de terror.

Hay muchos ecos de Encuentros… y de muchas otras películas en Dark Encounter de Carl Strathie, pero hay que reconocer que la mezcla funciona y tiene algo que cada vez en más difícil de encontrar: emoción y humanidad.


1982. Hace un año que la pequeña Maisie desapareció. Su familia se reúne para honrar su memoria pero, enseguida, estallan las tensiones entre unos y otros. Cuando llega la noche, unas luces aparecen en el cielo: ¿Qué son y qué quieren? Mientras las preguntas se acumulan, algo o alguien cerca la casa y empieza a secuestrarles uno a uno.

Dark Encounter no ganará el premio a la película más original, eso por descontado ya que son muy palpables las referencias directas: Encounter…, Interstellar, Abyss y Signs como principales ejemplos, pero a cambio Carl Strathie en su doble papel de guionista y director es capaz de ir ganarse al espectador minuto a minuto. Hay algo de autoral es esta película mezcla entre ciencia ficción, terror y lo metafísico, y como ejemplo la forma en que utiliza en varias secuencias la puerta de entrada, coloca el objetivo siempre en el mismo lugar pero cambia la situación y la luz ya que algo ha afectado a los personajes: entran derrotados, hay algo malvado tras la puerta, terror, esperanza… Asimismo, funciona la forma de presentar a la familia y los lazos entre ellos. Algo muy destacable de Dark Encounter es que se desarrolla en 1982 – curioso, el mismo año de estreno de E.T. - pero no hay nostalgia o música de sintetizador, no hay elemento retro ni te echa en la cara los ochenta. Es más, como buena película de terror, hay tramos enteros en los que no hay un solo dialogo sino que juega con el sonido y la música, atención al movimiento paralelo entre el sótano y el salón; en su contra decir que la historia resbala un poco hacia la sensiblería en su final pero es capaz de reconducirse.

Hay gusto en la película y eso lo encontramos en el elemento técnico, ya que tanto la música de David Stone Hamilton es orquestal y espectacular, aunque toma demasiadas referencias musicales de las películas “madre”, y la fotografía de Bart Sienkiewicz es capaz de jugar con la luz dura de los seres extraterrenales que acosan la casa – siempre con la mirada puesta en la fotografía made in Spielberg para Encounters on the Third Kind – para crear terror y misterio.


Una película pequeña como esta, cinco personajes atrapados en una casa, no funcionaría sin un casting solvente, y destaca Laura Fraser, un personaje que va tomando fuerza según Carl Strathie pone boca arriba las cartas de la historia, junto a actores de carácter ingleses – aunque Dark Encounter se ambienta en Estados Unidos, se rodó en Inglaterra – como Grant Marsters, Vincent Regan, Nicholas Pinnock o la todoterreno Alice Lowe quien demuestra que funciona tan bien en Sightseers de Ben Wheatley como en una película de seres extraños.

No entiendo cómo Dark Encounter pasó tan debajo del radar, ya que es una película que, si te agarra, te dará buenos momentos.

Atrévete a perderte en el bosque.

Firma: Javier S. Donate.

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