Entrevista a David Hebrero, director de Y Todos Arderán


Aunque en el Festival de Sitges 2021 hicimos una entrevista a David Hebrero (ENTREVISTA SITGES), hemos aprovechado la proyección de Y Todos Arderán en el FANT Bilbao 2022 para analizar otros aspectos de su película.


Hay mucha mitología en la película, entre personajes, leyenda y profecías. ¿Cómo fue la construcción de todo este lore?

Pues fíjate que nos empezamos a mandar muchas leyendas españolas, lo que nos fuimos encontrando, porque nos fuimos dando cuenta de que había mucho lore en España muy poco explorado. No queríamos tocar ninguna historia existente, una historia cerrada, y mezclamos diferentes cosas con nuestro giro: Cómo sería el demonio, cómo sería el conocimiento de un pueblo con sus leyendas y lore.

Nos parecía muy interesante lo que se dijo, qué ocurrió y qué pasa ahora.


La fotografía es espectacular, está hecha por ti junto a Ona Isart.

A Ona la conozco de Los Ángeles y empezamos a trabajar la fotografía de Y Todos Arderán un año antes, yo soy muy visual porque me dedico a la fotografía en Estados Unidos, pero sabía que atacar una película a nivel así iba a ser muy complicado. Con Ona hice un tándem muy potente, queríamos juntar nuestras sensibilidades y atacar la película desde diferentes ángulos, con una visión muy internacional de cómo queríamos rodar esta película. Sabíamos que éramos nuevos aquí en España con un género tan complicado de romper, sabíamos que teníamos que venir con un boom muy grande y ese boom yo creo que nos lo da la parte visual de Y Todos Arderán porque teníamos que elevarla para que el espectador dijera “pero bueno, qué superproducción” dentro de nuestra locura porque siempre aspirábamos a más.

Como nos dimos la pauta de que teníamos que rodarla como un musical, pues cada escena ya ibas desde otro punto de vista, porque es una película de género pero siempre nos preguntábamos cómo sería rodado un musical en los años 50 y como si Macarena Gómez fuera Audrey Hepburn.


Y Todos Arderán se presenta como un cuento tuyo junto a Javier Kiran, es como un cuento acerca del personaje de Macarena Gómez y tanto su pena como la forma de gestionarla.

Queríamos lanzarte sin paracaídas en la película, con gran parte de la historia ya ocurrida, te ponemos como al final de un proceso ya que Macarena empieza la película intentando suicidarse, así que es un trabajo del espectador descubrir cómo ha pasado, por qué quiere vengarse ella. Queríamos poner al espectador muy en medio para que fuera un poco detrás, y el ancla es Macarena, su María José, hasta dónde eres capaz de llegar.

Incluso queríamos ver si el público era capaz de empatizar con un personaje que ha hecho lo incorrecto, ya que el personaje de Macarena Gómez no es una santa ni un ángel.


El final tiene aires a Tim Burton.

Sabíamos que dentro de los medios que teníamos, había que llegar al esperpento final, cuando le dábamos vueltas al guion para nosotros el cuento debía cerrarse de una forma, nos parecía un cuento tétrico, y era como nuestra pequeña entrada al mundo de Tim Burton, de Guillermo del Toro, de Dario Argento, a todos esos descensos a los infiernos,


El vestuario es brutal. Comentas que diste referencias de musicales y películas de Audrey Hepburn.

El vestuario es de Patricia Parejo, con quien ya he trabajado varias veces como en el cortometraje Paralelos y trabajó en esta película desde meses antes del rodaje. Yo cuando le marqué a Patricia el estilo, le dije que debía ser un musical, y empecé a pasarle My Fair Lady, Funny Face, le dije “ Macarena es Audrey Hepburn” y lo sabíamos en los diseños, las figuras, las formas, y con el personaje de Teresa, interpretado por Ana Milán, íbamos al otro lado, a Bette Davis, a Jessica Lange… Como que teníamos un duelo de divas toda la película y queríamos trabajarlo como dos estilos diferentes. Luego Sofía García que interpreta a Lucia, era nuestra Carrie, nuestra pureza envenenada porque va de blanco.

Nosotros la parte visual de la casa la trabajamos como si fuera el jardín del Edén, en el que María José es la planta envenenada y al final es la serpiente, por eso ella va de verde, mientras los colores de Ana Milán eran de nobleza, de pavo real. Y el vestido que lleva Macarena Gómez al final de la película era un guiño al mito de Perséfone porque Macarena se transforma en la reina de los infiernos.