Sitges - The Wicker Man review

El Sr. Howie es un piadoso sargento de policía que se traslada a Summerisle, una isla de la costa escocesa, para investigar la desaparición de una niña. Lo que desconoce es la curiosa idiosincrasia de los lugareños, que le harán hasta dudar de sí mismo.

Título original: The Wicker Man

Año: 1973

Duración: 88 min.

País: Reino Unido

Director: Robin Hardy

Guion: Anthony Shaffer

Música: Paul Giovanni

Fotografía: Harry Waxman

Reparto: Edward Woodward, Christopher Lee, Diane Cilento, Britt Ekland, Lindsay Kemp.


Historia enfermiza al borde de la más absoluta de las locuras.

Estamos ante un film que lo podríamos situar al lado, por ejemplo, de la obra maestra La Noche del Cazador (The Night of the Hunter. Charles Laughton, 1955). Digo esto por la ingenuidad que destila. Esa inocencia, inducida o no, nos permite pasear por los caminos de la alucinación. Eso sí, si nos dejamos llevar. En caso contrario nos parecerá algo absurdo, instalándose en nosotros la sensación de estar viendo Blancanieves y los Siete Enanitos. Ya sabéis de qué madera estamos hechos y lo proclives que somos a meternos de lleno en tramas que hasta aburrirían a una escoba, así que vamos a hablar de una película que, dicho sea de paso, tiene cierta semejanza con la excesivamente ensalzada Midsommar (Ari Aster, 2019).


Robin Hardy es el director de The Wicker Man. Curiosamente tiene un camino parecido al del antes mencionado Charles Laughton que, por si no lo sabéis solo dirigió un largometraje. El Sr. Hardy rodó tres, algo separados en el tiempo por eso. Ya sabemos el dicho que cantidad no quiere decir calidad, aunque estos realizadores lo llevaron al extremo. No toda la culpa es suya al rodar una cinta sorprendente pero que enseguida empezamos a amar. Anthony Shaffer se encarga del guion, no sabemos si bajo los efectos de alguna sustancia o por una imaginación desbordada en cuanto a la historia en sí, y a la creación de unos personajes de guignol.

El Sr. Howie es un piadoso sargento de policía que se traslada a Summerisle, una isla de la costa escocesa, para investigar la desaparición de una niña. Lo que desconoce es la curiosa idiosincrasia de los lugareños, que le harán hasta dudar de sí mismo.

A pesar de su originalidad, no ha alcanzado la suficiente fama como para ser recordada como lo que es: una gran película. ¿De terror?, es un poco atrevido contestar a eso con su sí rotundo pero cosas peores se han visto. Así que sí, de terror. Tampoco esperéis ver gore o sustos por doquier, pero preparaos para degustar multitud de escenas absurdas que, sin darnos cuenta, van tejiendo una trama de fondo bastante sencilla. Cuenta con una gran escena final que mezcla lo meramente cinematográfico, con temas más profundos que aún hoy en día continúan vigentes y que, ahora sí, se mete de lleno en el terror.


Vamos con las interpretaciones. Encabeza el reparto Edward Woodward (The Equalizer) en el papel del sargento Howie. Su intento de parecer cuerdo y piadoso en medio de tanta locura lo consigue ampliamente. Britt Ekland (El Hombre de la Pistola de Oro) da vida a Willow, en una interpretación donde da rienda suelta a sus encantos naturales. Uno de los nuestros aparece también en pantalla. Nos estamos refiriendo a Christopher Lee (El Señor de los Anillos, Drácula Vuelve de la Tumba). En esta ocasión le toca interpretar al que parece que lleva las riendas del poblado.

Vamos acabando. The Wicker Man es un producto sumamente original lo que exige, al que la quiera disfrutar, de un plus de imaginación y de cierta bondad al ver las imágenes. Solo comentar que es la película de terror favorita de Tim Burton. Ahí lo dejo.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan

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