Sitges - The Weird Kidz review

Dug, Mel y Fatt son tres adolescentes a los que Wyatt, el hermano mayor de Dug, lleva de acampada a un parque natural. Junto a ellos viajan Mary, la posible novia o rollete de Wyatt, y el perro de Dug: Grumbles.

Título original: The Weird Kidz

Año: 2023

Duración: 80 min.

País: Estados Unidos

Director: Zach Passero

Guion: Zach Passero

Música: Sean Spillane

Fotografía: Zach Passero, Hannah Passero

Reparto: Sean Bridgers, Angela Bettis, Ellar Coltrane, Sydney Wharton, Tess Passero, Glenn Bolton, Brian Ceely


Tres chavales y la noche más terrorífica de sus cortas vidas.

Todos hemos sido adolescentes, ese tiempo que algunos recuerdan con nostalgia y otros prefieren olvidar, y encima los amantes del género fantástico desde jóvenes edades son vistos como extraños por la mayoría de sus congéneres.

Este es el terreno abonado para que crezcan historias como The Weird Kidz.


Dug, Mel y Fatt son tres adolescentes a los que Wyatt, el hermano mayor de Dug, lleva de acampada a un parque natural. Junto a ellos viajan Mary, la posible novia o rollete de Wyatt, y el perro de Dug: Grumbles.

Lo que se promete como una noche de primeras cervezas, confesiones bajo la luz de la luna y fuegos artificiales, se convierte en un viaje al horror cuando un extraño ser haga su aparición en el campamento.

Tras esta noche, si sobreviven, ninguno será el mismo.

Zach Passero ha tardado ocho años en llevar adelante este proyecto que rebosa personalidad ya que uno intuye que muchas de las reflexiones o incluso escenarios que encontramos en The Weird Kidz, vienen de la propia adolescencia de Passero. Es innegable reconocer el espíritu de serie B que transpira la película, y ese aire a los ochenta, especialmente a Cuenta Conmigo debido a este grupo de niños unidos frente a un mundo en el que no terminan de encajar y donde la sexualidad se está abriendo camino a codazos.


Pero todo lo anterior no disimula el gran elefante en la habitación de The Weird Kidz, lo terrible (por feista e incómoda) que es la animación y lo morosa que se siente la película; es como si necesitara que alguien le diera al botón de fast forward para hacer avanzar la historia, algo que precisamente Passero, quien es montador profesional de películas, debería saber evitar. Hay elementos muy rescatables en la historia como que Dug en su cabeza sea capaz de visualizar la realidad como uno de los videojuegos a los que está enganchado, el espionaje de Mel y Fatt al hermano mayor de Dug cuando va a tener sexo, incluso ese guiño a Beavis y Butthead en la pareja de gamberros que aparecen en la parte final, pero a cambio se hace bastante pesado todo lo relacionado con el pueblo cercano y el personaje de Duana, doblada por Angela Bettis, que no para de hablar.

Uno siente el amor y el gran trabajo que Zach Passero ha puesto en The Weird Kidz, e intuye sus intenciones, pero no termina de implicarse debido a una historia que se hace morosa y la animación tan ortopédica. Una pena.

Firma: Javier S. Donate.

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