SITGES - Black Water: Abyss review

Un par de parejas junto a un amigo aventurero se adentrarán a descubrir unas cuevas en el norte de Australia, sin saberlo, estarán entrando de lleno en la boca del miedo, donde inesperadas consecuencias para ellos les esperan.

Título original: Black Water: Abyss

Año: 2020

Duración: 98 min.

País: Australia

Director: Andrew Traucki

Guion: John Ridley & Sarah Smith

Música: Michael Lira

Fotografía: Damien Beebe

Reparto: Jessica McNamee, Luke Mitchell, Amali Golden, Benjamin Hoetjes, Anthony J. Sharpe, Louis Toshio Okada, Rumi Kikuchi.


Cocodrilos Made in Australia.

Si de algo podemos estar seguros es que Australia es territorio de la naturaleza, abruptos paisajes y animales e insectos que campan a sus anchas, entre ellos los cocodrilos, estos saurópsidos arcosaurios y una cueva virgen son los protagonistas de una película que ya os podéis imaginar antes de empezar.


Un par de parejas junto a un amigo aventurero se adentrarán a descubrir unas cuevas en el norte de Australia, sin saberlo, estarán entrando de lleno en la boca del miedo, donde inesperadas consecuencias para ellos les esperan.

Como ya nos demostró Neil Marshall en 2005 con The Descent la espeleología puede llegar a resultar muy asfixiante si se sabe dirigir bien las escenas de tensión y se tiene dinero y recursos para ello. De igual manera, también se ha demostrado como hemos comentado en TerrorWeekend Radio Show en el especial de cocodrilos, que estos grandes reptiles son una mina para crear una película de terror con y sin presupuesto.

Pues bien, los guionistas John Ridley y Sarah Smith han pensado que si cruzaban ambos temas, le daban un toque de Pánico en el túnel (1996) y le añadían carga dramática a los personajes iban a tener un combo perfecto. Mucho me temo que no ha sido así, ya que no llega al nivel de The Descent, no disponen de Sylvester Stallone ni del presupuesto que le acompaña, esto no es Closer (2004) y aunque están en el territorio de la bestia, esto definitivamente no es la también australiana Rogue (2007).

Poco acertado ha estado el director Andrew Traucki para remontar la secuela de su ópera prima Black Water (2007) que coescribió y codirigió con David Nerlich y de la cual se podían extraer cosas mucho más positivas, desde la parte del elenco con unos actores en muy buena forma artística, de texto con buenas ideas para desarrollar el metraje e incluso en la manera de mostrar al “monstruo” casi como si de un espectáculo en directo se refiriera, donde Black Water mostraba cine sincero del que disfrutar. Abyss huele a producto embotellado y trabajo en cadena donde lo artesanal no tiene lugar, siendo los principales inconvenientes un guion blando que no sabe sacar partido de los momentos de tensión, además de predecibles hasta la extenuación, repitiendo tópico tras tópico, rematado con unas líneas de texto que otorga a personajes sin relevancia ni personalidad historias sin valor ni interés para el espectador, acompañados de unos intérpretes en muy buena forma física pero no artística.


La excelente iluminación por parte de Damien Beebe como parte más positiva sin duda, me hace pensar que se podía haber hecho mucho mejor para asustar al espectador que a fin de cuentas es lo que nos atrae de estas películas.

Es importante que los autores traten de mostrar personalidad en sus trabajos y no quieran imitar a películas creadas en masa en grandes estudios del norte de América. No pasará a la historia del cine australiano y mucho menos a la del cine mundial, pero se deja ver y para echar un rato tampoco es un sacrificio grande.

Firma: Gerard FM.
@tmagerard

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