The Remaining review


Título original: The Remaining

Año: 2014

Duración: 83 min.

País: Estados Unidos

Director: Casey La Scala

Guión: Chris Dowling, Casey La Scala

Música: Nathan Whitehead

Fotografía: Doug Emmett

Reparto: Johnny Pacar, Shaun Sipos, Bryan Dechart, Alexa Vega, Italia Ricci, Liz E. Morgan, Kim Pacheco, Hayley Lovitt, John Pyper-Ferguson, Erin Murphy, Rochelle Aycoth


Cloverfield meets Jesus Christ.

A ver como empiezo esto, todos tenemos claro de que la industria del cine y todo lo que rodea se basa, salvo excepciones, en recaudar dinero con su distribución, exhibición y venta para su sustento a la vez que para re invertir ese capital en otras producciones para que la rueda no deje de girar. Esto es de todos sabido. Hay un importante trabajo creativo y de producción detrás, pero la finalidad global sería poder ganarte la vida con ese trabajo. Luego están los casos como The Remaining en los que el principal objetivo de esta es que nos demos cuenta de que todos somos unos malditos pecadores y de que estamos apañados.

Un grupo de amigos se encuentran para la boda de dos de ellos, todo va bien hasta que el temido Rapto a los cielos llega y deja un mundo plagado de criaturas que cazarán a los que se hayan quedado.

Vayamos con las cosas positivas, en los diferentes escenarios en los que se desarrolla la historia se nota algo de mimo en la producción, es una película de poco presupuesto pero se apaña en espacios cerrados y en las pocas escenas en el exterior no sale demasiado mal parada. Los actores, algunos con algún pequeño papel en alguna película medianamente conocida no lo hacen mal, me costó más de media película empezar a diferenciarlos unos de otros pero, por lo menos, no se ve una interpretación floja.

En las negativas, la película es en resumidas cuentas, aburrida. Hay muy poca acción y la que hay no cumple, ni de lejos, los mínimos de tensión, ritmo e interés. Ves venir el susto media hora antes y aun así cuando llega es totalmente fallido. No hay ni una escena creativa, copia Cloverfield, The Mist, un poco de Independence Day, va de picoteo aquí y ahí. Y ahora vamos con lo gordo, su autentica preocupación de salvar nuestras pobres almas pecadoras.

Antes que nada pido disculpas por si ofendo las creencias de cualquiera que lea esto, nada más lejos de mi intención, mi verdadero problema es cuando se hace autentico chantaje emocional. Según la película puedes ser la mejor persona del mundo, la más generosa, la más empática, aplicada y en definitiva, cojonuda que haya pisado jamás el suelo, pero si no vas a la iglesia... estas jodido. No eres feliz si no te metes la palabra de Dios entre pecho y espalda. El mensaje se repite una y otra vez, acepta a Dios. Y encima tienen los arrestos de decir que es tu decisión el creer o no, te dan a elegir entre subir a los cielos o ser devorado por monstruos. Claro que sí. Y es precioso observar como los jóvenes se van percatando de que tienen que aceptar la palabra de Cristo para ser salvados. Esto, señoras y señores, lo veo un adoctrinamiento más que peligroso, totalmente irreal. El Dios que aquí es representado no me parece demasiado bondadoso.

No quiero desarrollar demasiado lo mucho que me ha disgustado esta película, porque lo que al principio me parecía inofensivo y encantadoramente tonto, poco a poco se iba convirtiendo en verdadero cabreo cuando el panfleto se iba desarrollando. Huye de esta película, no vale ni para reírse de ella. Si lo que quieres es divertirte visualiza This Is the End, que trata de lo mismo pero con un aire de cachondeo que a esta le falta completamente, y que creo que no hay otra manera de tomarse el tema.

Firma: Oriol Hernández.