We Are What We Are review


Título original: We Are What We Are

Año: 2013

Duración: 106 min.

País: Estados Unidos

Director: Jim Mickle

Guión: Jim Mickle, Nick Damici

Música: Philip Mossman, Darren Morris, Jeff Grace

Fotografía: Ryan Samul

Reparto: Julia Garner, Ambyr Childers, Bill Sage, Kelly McGillis, Michael Parks, Wyatt Russell, Nick Damici, Vonia Arslanian, Annemarie Lawless, Reagan Leonard, Laurent Rejto, I.N. Sierros, Joel Nagle, Hollis Gilstrap


La comida más terrorífica está servida.

Te cambio truculencia por poesía, ¿te hace?, no sé tú respuesta, pero si te dieran a elegir a ciegas ¿qué dirías? Estamos ante la misma historia y dos productos finales totalmente diferentes. Somos lo que hay de Jorge Michel Grau realizada en 2010, ya nos llamó la atención por su perturbadora puesta en escena, sin miramientos, mostrándonos un mundo oscuro y tenebroso en el que el tema del canibalismo se convierte en protagonista. We Are What We Are, en cambio, se centra en explicar lo mismo pero de manera delicada, elegante y poética. Jim Mickle no abusa del fácil recurso de mostrar lo más aterrador del asunto. Lo explica, es cierto, pero sabe darle un cierto aire comercial e incluso agradable a la vista, a pesar del tema que trata.

Otra cosa a comentar de ambas películas es el cambio de rol en el cabeza de familia. En la versión mexicana la que toma las riendas es la madre. Por lo contrario en la estadounidense el que corta el bacalao es el padre, excelentemente interpretado por cierto por Bill Sage. Esta modificación es para mi gusto muy importante, ya que impone un ritmo totalmente diferente entre ellas. Lo mismo pasa con los hijos primogénitos, siendo de sexo contrario a los jefes del clan. A estos les toca llevar la nave cuando todo va a la deriva.

Como fondo, además, tenemos el fervor religioso, lo que da un plus de tenebrosidad, resaltando el contraste entre esta y las atrocidades que se cometen en la lúgubre mansión situada en la América profunda.

La familia Parker queda desamparada al perder a la madre víctima de una muerte súbita y extraña. Al resto de la familia no le quedará más remedio que buscarse, a partir de entonces, el sustento de una manera un tanto peculiar.

Las magnificas interpretaciones elevan esta cinta a niveles de gran calidad. Están todos perfectos. Entre ellas podemos destacar, aparte de la mencionada del patriarca, a Ambyr Childers en el papel de hija mayor, Julia Garner que da vida a Rose Parker, y a un viejo conocido del Festival de Sitges, Michael Parks, protagonista de Red State, ganadora de dicho festival en 2011 y habitual de Quentin Tarantino. Dirigiendo todo esto está Jim Mickle, que tras unos años de descanso, retoma con brío su carrera, seguramente habrá un antes y un después en ella, con lo que no podemos hacer otra cosa que felicitarle. La acertada fotografía de Ryan Samul, que mantiene obstinadamente en todo el metraje el mismo tono tenue, ayuda a que todo acabe por encajar. Para finalizar este párrafo, nombrar a Nick Damici, co-guionista de esta cinta y que cuenta en su haber, entre otras, con Stake Land, en la cual también interviene como actor.

Lo que parecía una simple versión, se acaba convirtiendo en un producto único, levantando excelentes opiniones por parte de todos. Cuando la cosa es unánime ya podemos intuir que la cercanía al concepto de obra maestra está muy cercana.

Firma: Josep M. Luzán.