Bad Milo! review


Título original: Bad Milo!

Año: 2013

Duración: 85 min.

País: Estados Unidos

Director: Jacob Vaughan

Guión: Benjamin Hayes, Jacob Vaughan

Música: Ted Masur

Fotografía: James Laxton

Reparto: Ken Marino, Gillian Jacobs, Peter Stormare, Patrick Warburton, Stephen Root, Mary Kay Place, Jonathan Daniel Brown, Kumail Nanjiani, Toby Huss


El peor monstruo está en nuestro interior.

Seguramente habréis oído alguna vez que todos llevamos dentro un monstruo o un demonio. No tiene apariencia física, es algo imaginario que quiere decir que toda persona esconde en su interior una parte no muy agradable de su personalidad. Normalmente todos lo podemos controlar. No obstante, y movido por oscuros sentimientos, a veces sale y da al traste con toda la buena reputación que hayas podido labrarte durante años.

Un tema tan medianamente serio como el anterior, también se puede enfocar de manera cómica, con humor negro, algo realmente raro en el cine norteamericano, normalmente más escatológico, pero Jacob Vaughan, ayudado sabiamente por el protagonista de la cinta Ken Marino, logra acercarnos a un tipo de cine donde aquí somos maestros. Naturalmente también tiene los tics tópicos de la comedia americana más rancia, lo que ya de por si es algo muy positivo.

La diversión está por lo tanto asegurada. Nos encontramos pues con un film muy entretenido a la vez que original. No es el caso del pequeño monstruito que hace la vez de coprotagonista, es un tanto burdo e incluso no cumple lo que en principio pretendía, que es el de caer simpático. A veces incluso resulta irritante el ininteligible y elegido idioma en el que habla, del cual solo se entiende la palabra “padre”. En su descargo, hay que tener en cuenta que conseguir a estas alturas algo novedoso es sumamente difícil por el aluvión de criaturas de todo tipo que inundan las pantallas.

Duncan, como todo hijo de vecino, guarda en su interior un demonio. La particularidad es que físicamente así sucede. Vive en sus intestinos y decide salir cuando su amo alcanza niveles muy elevados de ansiedad. Tras una terapia con un oscuro doctor, decide sacarlo de dentro de él y así afrontar ese problema. No todo sale como esperaban, ni él ni el afamado psicólogo.

Divertidísima comedia negra que mezcla sabiamente el humor con el terror. El guión, muy bien hilvanado, es obra de Benjamin Hayes y del propio Jacob Vaughan, introduciendo con un buen ritmo, interesantes apuestas dentro de la típica comedia de enredo. A eso contribuyen unas excelentes interpretaciones donde los gags, muy bien rodados, alcanzan un alto nivel en su puesta en escena. Destacaría, aparte de la mencionada del protagonista, la de Peter Stormare, en su papel del doctor Highsmith, cautivador y convincente. No sé si en su contra o a su favor, destila un cierto aire a serie B que la hace deliciosa, atractiva y original. Por medios no será, la calidad está presente en toda su duración y los efectos especiales, aparte los que atañen al monstruito, están muy cuidados y logrados. Contribuye a todo esto sin duda la efectista fotografía de James Laxton.

Para finalizar deciros que es una cinta que no podéis dejar escapar. Tanto los amantes de la comedia, como los de terror os lo pasaréis en grande. Esto es algo que desdice lo clásico del que el mucho abarca poco aprieta, en este caso acierta sabiamente en la elección de géneros, en el ritmo y en la concepción global. Un acierto.

Firma: Josep M. Luzán.