Abigail review

Cinco desconocidos son citados para dar el golpe de sus vidas: secuestrar a la hija malcriada de un ricachón, llevarla a una casa aislada, esperar 24 horas a que se efectúe el pago del rescate y luego rehacer sus vidas con el dinero ganado.

Título original: Abigail

Año: 2024

Duración: 96 min.

País: Estados Unidos

Director: Radio Silence (Matt Bettinelli- Olpin, Tyler Gillet)

Guion: Guy Busik, Stephen Shields,

Música: Brian Tyler

Fotografía: Aaron Morton

Reparto: Melissa Barrera, Dan Stevens, Alisha Weir, William Catlett, Kathryn Newton, Kevin Durand, Angus Cloud, Giancarlo Esposito, Matthew Goode


Radio Silence confirma su fórmula para historias sencillas, frenéticas y muy divertidas.

Fue en el año 2019 cuando el dúo Radio SilenceMatt Bettinelli- Olpin y Tyler Gillet – apareció en el horizonte del género con Noche de bodas, una alocada película repleta de giros de guion y un muy acertado casting, y confirmaron su capacidad al dar aires nuevos a la franquicia de Scream con la quinta y sexta entrega. Hábilmente se bajaron del barco de la séptima antes de que naufragara y pusieron rumbo a Irlanda, para contar la historia de un secuestro que sale terriblemente mal… O no, depende el punto de vista con que se mire.


Cinco desconocidos son citados para dar el golpe de sus vidas: secuestrar a la hija malcriada de un ricachón, llevarla a una casa aislada, esperar 24 horas a que se efectúe el pago del rescate y luego rehacer sus vidas con el dinero ganado.

Un plan tan bien planeado que no tiene una sola grieta… Bueno, tal vez se les ha pasado por alto que la adorable y pizpireta Abigail tiene algún secreto bajo la manga, y unos cuantos cadáveres en el armario… Y puede que a alguien se le olvidara decirles el nombre de su padre, un nombre que hace temblar a los cadáveres en sus tumbas.

Qué llegará antes, el dinero, las muertes de los secuestradores, la policía… El tiempo corre.

El dúo de directores ha vuelto a contar con su guionista de confianza, Guy Busik, a quien se ha unido el irlandés guionista de El bosque Maldito de Lee Cronin: Stephen Shields, posiblemente para que entrase el dinero de la producción irlandesa. Hay que reconocer que el guion de Abigail mantiene las constantes de la pareja: personajes trabajados y reconocibles, dinamismo en la trama y las relaciones interpersonales. Se agradece ese aire noir que salpica toda la primera parte con la presentación de unos pringados cuya única motivación es la pasta, y lo cierto es que el guion sabe colarnos a todos los personajes con una idea tan simple como efectiva (siempre y cuando se haga bien como es el caso) cuando el personaje de Melissa Barrera tiene una capacidad deductiva que “lee” a sus compañeros. Pero una vez entra en acción el nombre del progenitor de Abigail, la sombra de Sospechosos habituales y Keyser Söze se instala en el guion y más adelante, cuando la película se ha convertido en un “hit and run”, hay coincidencias sospechosas con la dinámica de House on Haunted Hill dirigida por William Malone.


Que haya coincidencias con películas más o menos conocidas es lo de menos, ya que Bettinelli- Olpin y Gillet manejan tan bien la cámara que cuelan ruedas de molino, pero algo resta verosimilitud al conjunto: Abigail está demasiado cuidada estéticamente, resulta demasiado limpia para ser la historia de unos perdedores convertidos en piezas de caza, le falta ese tono de suciedad creepy que debería infectar a los protagonistas que, como ya se dijo antes, son tan “blancos” tan solo Angus Cloud se ajusta al perfil de “gentuza yonki” que pide el guion (Nota mental: posiblemente porque se estaba interpretando a si mismo ya que fue su último papel antes de fallecer) porque incluso el “musculo sin cerebro” interpretado por Kevin Durand resulta cercano. En este sentido destacar por un lado a un Dan Stevens muy acerado y juguetón en su papel de “malote” y la auténtica reina de la función: Alisha Weir - si, la protagonista de la película musical de Matilda - está tremenda como Abigail y se come tanto la pantalla como a sus compañeros de reparto. La secuencia de baile que abre la película, con la adaptación del Lago de los cisnes de Tchaikovsky tiene una fuerza que pocas veces vuelva a alcanzar a lo largo del metraje.

Aunque Abigail es una película entretenida que se pasa en un suspiro y tiene el punto justo entre acción y sangre, es un simple stand by en la carrera de Matt Bettinelli- Olpin y Tyler Gillet, una historia simpática y bien llevada que no arroja luces sobre el futuro del dúo. Así que solo resta esperar a ver qué ocurre.

Firma: Javier S. Donate.

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