La Piscina review

Ray Waller es un jugador de baseball con una enfermedad degenerativa que junto a su mujer Eve, busca un lugar donde acomodarse con sus hijos. La casa elegida tiene una hermosa piscina en la que Ray nadará por consejo médico, consiguiendo grandes resultados. Pero mientras la salud de Ray mejora, el resto de los miembros de la familia sienten que algo va mal con la piscina… y no tiene nada que ver los filtros de la depuradora sino que algo oscuro parece vivir en su interior.

Título original: Night Swim

Año: 2024

Duración: 98 min.

País: Estados Unidos

Director: Bryce McGuire

Guion: Bryce McGuire, Rod Blackhurst

Música: Mark Korven

Fotografía: Charlie Sarroff

Reparto: Wyatt Rusell, Kerry Condon, Amélie Hoeferle, Gavin Warren

Jodi Long, Nancy Lenehan, Eddie Martínez, Elijah J. Roberts


Nadando, nadando, la película sin interés fue pasando.

En el año 2014, los directores Rod Blackhurts y Bryce McGuire presentaron en sociedad el cortometraje Night Swim donde la historia de una mujer, su piscina y bastante mal rollo atrajeron lo suficiente la atención como para que ambos escribieran la adaptación y el avispado James Wan decidiera producirla años después.

¿Estaremos ante un corto sabiamente convertido en cortometraje o, por lo contrario, encontraremos el mismo síndrome de Lights Out y Mamá, donde más allá del cortometraje no había mucho donde rascar?


Ray Waller es un jugador de baseball con una enfermedad degenerativa que junto a su mujer Eve, busca un lugar donde acomodarse con sus hijos. La casa elegida tiene una hermosa piscina en la que Ray nadará por consejo médico, consiguiendo grandes resultados. Pero mientras la salud de Ray mejora, el resto de los miembros de la familia sienten que algo va mal con la piscina… y no tiene nada que ver los filtros de la depuradora sino que algo oscuro parece vivir en su interior.

¿Les dará tiempo a hacer un último largo o morirán antes?

La Piscina es una película con un hándicap inicial bastante complicado: mantener el interés alrededor de una masa de agua rodeada por algo de jardín. Es cierto que Rod Blackhurts y Brice McGuire, han trabajado el guion lo suficiente para crear alguna set piece interesante incluso a plena luz del día como “la pesca de monedas” en la que uno de los protagonistas bucea bajo el agua y van cayendo monedas desde el exterior; en momentos como este se nota la buena mano de los guionistas, el trabajo de Bryce McGuire tras la cámara y especialmente la increíble labor de Charlie Sarroff como director de fotografía ya que su trabajo con el agua es sencillamente espectacular y lo mejor de la película.

Pero aunque ese momento de las monedas funciona, acompañado por algún otro como el “primer ataque” en el prólogo e incluso el juego de Marco Polo nocturno, lo cierto es que bajo la superficie de esta piscina familiar hay poco que contar y los 98 minutos de metraje se sienten largos. Aunque se nota la intención de generar personajes, lo cierto es que todos son muy típicos y La Piscina termina convirtiéndose en sustos protagonizados por los miembros de la familia, alrededor de la piscina del título y llegamos a encontrar pequeños trozo “tomados” de otras películas como IT, pero es que además McGuire y Blackhurts se inspiran en El Resplandor y esa Pesadilla Diabólica de Dan Curtis que fue la semilla del Overlook (reconocido por el propio Stephen King), en la que también por cierto encontramos una piscina y cuyas dos secuencias en su interior generan más inquietud y oleaje que toda esta piscina suburbial.


Bryce McGuire es mejor director que guionista ya que se maneja bien tanto en las secuencias de terror como en el retrato de la familia Waller, donde interpretativamente encontramos buenos trabajos en la madre coraje de la familia, Kerry Condon y en su hijo cinematográfico Elliot, el joven Gavin Warren; en la parte menos interesante encontramos a Wyatt Russell que da el tipo como un ex jugador de béisbol pero se pasa toda la película con gesto de cazurro y su hija fílmica, Amélie Hoeferle poniendo caras de terror.

La Piscina del año 2014 tenía a su favor la atmósfera y la corta duración, algo que se ha perdido en el traslado de formato y puede que algo de culpa la tenga el productor Jason Blum, quien impone las mismas reglas estrictas que en todas sus películas, algo que empieza a pasarle factura: una casa, pocos personajes y casi ninguna localización más.

Date un baño en esta piscina si tienes calor, pero si puedes aguantarte las ganas del chapuzón, tiempo que ganas.

Firma: Javier S. Donate.

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