Título original: Horror Express
Año: 1972
Duración: 84 min.
País: España
Director: Eugenio Martín
Guion: Arnaud D’ Usseau, Julian Zimet
Música: John Cacavas
Fotografía: Alejandro Ulloa
Reparto: Christopher Lee, Telly Savalas, Peter Cushing, Alberto de Mendoza, Silvia Tortosa, Helga Line, Julio Peña
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCXUpyO38L0w_-nKyB84gR16NVzmFbz401e2LV9rLe8M9ZhkcUw1Ol-zg4yV95nZx8fj0w0V1v9S5mOVIDEaJcXfXsxtD21vQiuTqTOjgH2qqG5Xh3KYTsnw5TfZpJJJ5XvaH7ny4x0D0/s131/3_estrellas.png)
El terror avanza imparable por la estepa siberiana.
Tras dedicarse casi exclusivamente al terror, la productora Hammer había creado nuevas reglas del género europeo con sus (re) adaptaciones de Drácula y Frankenstein, las dosis de erotismo, las ambientaciones y la música eran partes fundamentales de este renacer, y todo estaba sustentado en una fotografía espectacular que generaba un mundo clásico y pop al mismo tiempo.
El estilo Hammer se convirtió en una forma de hacer, y tal vez entender, el cine.
El Transiberiano parte desde China, en su interior viajan hombres y mujeres, cada uno con su propia historia y sus quehaceres. Pero en el vagón de equipajes viaja un cajón de madera que lleva el mal en su interior, y la codicia humana hará que dicho mal se libere para, vagón a vagón, sembrar el terror y la muerte.
¿Cuántos viajeros llegarán vivos al final de recorrido?
Eugenio Martín era un director que no le tenía miedo a nada, basta con echar un vistazo a su filmografía y encontramos westerns, thrillers, películas eróticas y musicales protagonizados por Lola Flores, Rocío Durcal o Celia Gámez, al mismo tiempo que hizo suyo el encargo de rodar una película “al estilo Hammer” producida por Bernard Gordon. La amplia cultura literaria y cinematográfica del director queda reflejada en la trama, ya que aunque el guion de Pánico en el Transiberiano es obra de Arnaud D’ Usseau y Julian Zimet - de ambos es el ritmo que no decae y las líneas de dialogo entre Christopher Lee y Peter Cushing -, la historia es de Eugenio Martín y en ella no solo podemos encontrar rastros del relato Who Goes There? de John W. Campbell de donde surgieron dos clásicos del terror y la ciencia ficción como El Enigma de Otro mundo de Christian Nyby III y The Thing dirigida por John Carpenter, sino también elementos de El Ser Mente, la novela escrita por Fredic Brown en 1963 donde un extraterrestre saltaba de un cuerpo a otro en busca de materiales para construir una nave espacial; asimismo, la ambientación a principios de siglo, esos elementos bizarros de ciencia ficción como ver el pasado de la humanidad en la retina del ser, remiten a la literatura pulp y a obras clásicas de Sir Arthur Conan Doyle y H. Rider Haggard… Al fin y al cabo, ¿No son los protagonistas exploradores y científicos que recurren el mundo en busca de aventuras, como el Profesor Challenger o Allan Quatermain?
La cámara de Martín, apoyada en la fotografía de Alejandro Ulloa recrea en pantalla el Estilo Hammer gracias a esos colores tan pop y el aire elegante, destacando los brillantes ojos del monstruo que regalan al espectador secuencias tan icónicas como el desenmascaramiento en medio de la oscuridad o los terribles asesinatos. El tema compuesto por el músico John Cacavas, su primer trabajo para el cine, es brillante y pegadizo, tal vez demasiado cercano a los setenta para una historia ambientada a principios del siglo XX. Atención al trabajo de vestuario obra de Andrés Fernández, Carmen Manzano y Charles Simminger: desde los elegantes trajes de Cushing, Lee o George Rigaud, las casacas rusas de Telly Savalas hasta las fantasías coloridas del kimono que viste Helga Liné y cualquier modelo de Silvia Tortosa.
Poco se puede decir a estas alturas del casting, ya que gran parte de los nombres son clásicos como Christopher Lee, Peter Cushing o el sobreactuado Telly Savalas – Eugenio Martín contó que este improvisaba casi todos sus diálogos – pero sería injusto no hablar de las aportaciones españolas como Silvia Tortosa interpretando a una condesa polaca, el pasadísimo de vueltas Alberto de Mendoza como el pope Pujardov o el gran Julio Peña que se come la pantalla dando vida al Inspector Mirov.
Compra el billete y sube al transiberiano, donde cada viaje se siente igual de fresco, divertido y apasionante que la primera vez.
Firma: Javier S. Donate.
Año: 1972
Duración: 84 min.
País: España
Director: Eugenio Martín
Guion: Arnaud D’ Usseau, Julian Zimet
Música: John Cacavas
Fotografía: Alejandro Ulloa
Reparto: Christopher Lee, Telly Savalas, Peter Cushing, Alberto de Mendoza, Silvia Tortosa, Helga Line, Julio Peña
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCXUpyO38L0w_-nKyB84gR16NVzmFbz401e2LV9rLe8M9ZhkcUw1Ol-zg4yV95nZx8fj0w0V1v9S5mOVIDEaJcXfXsxtD21vQiuTqTOjgH2qqG5Xh3KYTsnw5TfZpJJJ5XvaH7ny4x0D0/s131/3_estrellas.png)
El terror avanza imparable por la estepa siberiana.
Tras dedicarse casi exclusivamente al terror, la productora Hammer había creado nuevas reglas del género europeo con sus (re) adaptaciones de Drácula y Frankenstein, las dosis de erotismo, las ambientaciones y la música eran partes fundamentales de este renacer, y todo estaba sustentado en una fotografía espectacular que generaba un mundo clásico y pop al mismo tiempo.
El estilo Hammer se convirtió en una forma de hacer, y tal vez entender, el cine.
El Transiberiano parte desde China, en su interior viajan hombres y mujeres, cada uno con su propia historia y sus quehaceres. Pero en el vagón de equipajes viaja un cajón de madera que lleva el mal en su interior, y la codicia humana hará que dicho mal se libere para, vagón a vagón, sembrar el terror y la muerte.
¿Cuántos viajeros llegarán vivos al final de recorrido?
Eugenio Martín era un director que no le tenía miedo a nada, basta con echar un vistazo a su filmografía y encontramos westerns, thrillers, películas eróticas y musicales protagonizados por Lola Flores, Rocío Durcal o Celia Gámez, al mismo tiempo que hizo suyo el encargo de rodar una película “al estilo Hammer” producida por Bernard Gordon. La amplia cultura literaria y cinematográfica del director queda reflejada en la trama, ya que aunque el guion de Pánico en el Transiberiano es obra de Arnaud D’ Usseau y Julian Zimet - de ambos es el ritmo que no decae y las líneas de dialogo entre Christopher Lee y Peter Cushing -, la historia es de Eugenio Martín y en ella no solo podemos encontrar rastros del relato Who Goes There? de John W. Campbell de donde surgieron dos clásicos del terror y la ciencia ficción como El Enigma de Otro mundo de Christian Nyby III y The Thing dirigida por John Carpenter, sino también elementos de El Ser Mente, la novela escrita por Fredic Brown en 1963 donde un extraterrestre saltaba de un cuerpo a otro en busca de materiales para construir una nave espacial; asimismo, la ambientación a principios de siglo, esos elementos bizarros de ciencia ficción como ver el pasado de la humanidad en la retina del ser, remiten a la literatura pulp y a obras clásicas de Sir Arthur Conan Doyle y H. Rider Haggard… Al fin y al cabo, ¿No son los protagonistas exploradores y científicos que recurren el mundo en busca de aventuras, como el Profesor Challenger o Allan Quatermain?
La cámara de Martín, apoyada en la fotografía de Alejandro Ulloa recrea en pantalla el Estilo Hammer gracias a esos colores tan pop y el aire elegante, destacando los brillantes ojos del monstruo que regalan al espectador secuencias tan icónicas como el desenmascaramiento en medio de la oscuridad o los terribles asesinatos. El tema compuesto por el músico John Cacavas, su primer trabajo para el cine, es brillante y pegadizo, tal vez demasiado cercano a los setenta para una historia ambientada a principios del siglo XX. Atención al trabajo de vestuario obra de Andrés Fernández, Carmen Manzano y Charles Simminger: desde los elegantes trajes de Cushing, Lee o George Rigaud, las casacas rusas de Telly Savalas hasta las fantasías coloridas del kimono que viste Helga Liné y cualquier modelo de Silvia Tortosa.
Poco se puede decir a estas alturas del casting, ya que gran parte de los nombres son clásicos como Christopher Lee, Peter Cushing o el sobreactuado Telly Savalas – Eugenio Martín contó que este improvisaba casi todos sus diálogos – pero sería injusto no hablar de las aportaciones españolas como Silvia Tortosa interpretando a una condesa polaca, el pasadísimo de vueltas Alberto de Mendoza como el pope Pujardov o el gran Julio Peña que se come la pantalla dando vida al Inspector Mirov.
Compra el billete y sube al transiberiano, donde cada viaje se siente igual de fresco, divertido y apasionante que la primera vez.
Firma: Javier S. Donate.
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