Ojos de Fuego review

Charlie acude al colegio todos los días y vive con sus padres como una niña normal. Pero en el fondo sabe que no es como los demás: hay algo en ella que no puede controlar y que cuando se enfada se apodera de ella pudiendo herir a los que le rodean.

Título original: Ojos de Fuego

Año: 2022

Duración: 94 min.

País: Estados Unidos

Director: Keith Thomas

Guion: Scott Teems (basado en la novela de Stephen King)

Música: John Carpenter, Cody Carpenter, Daniel A. Davies

Fotografía: Karim Hussain

Reparto: Zac Efron, Ryan Kiera Armstrong, Sydney Lemmon, Gloria Reuben


Adaptación de King y remake sobre poderes malignos y cómo controlarlos.

Al arrancar Ojos de Fuego pensé “pues no está tan mal” para un rato después tener que cambiar de opinión conmigo misma. De hecho, resulta sorprendente que haya pasado por salas y no haya ido directamente a engrosar el catálogo de alguna plataforma. Desprende falta de convicción, una narrativa dispersa y sin fuerza que solo da para peli de sobremesa. Aun así, hay algo rescatable: la música de John Carpenter.


Charlie acude al colegio todos los días y vive con sus padres como una niña normal. Pero en el fondo sabe que no es como los demás: hay algo en ella que no puede controlar y que cuando se enfada se apodera de ella pudiendo herir a los que le rodean.

Como si de un X-Men se tratara, la protagonista de esta cinta tiene un poder que no sabe manejar: el fuego. Cuando la ira le puede, saltan literalmente chispas. Sus progenitores (Zac Efron como pater familias) fueron víctimas de una organización que hizo experimentos con ellos y aunque todo esto puede parecer sencillo, a la trama le pasa algo. A nivel narrativo algo está mal en la película. Sabemos que es una adaptación de Stephen King y que el maestro del terror no es precisamente escueto en sus novelas, que además escribe fantásticamente bien. Por lo tanto, es tarea difícil adaptarle con buenos resultados, y aquí no se consigue. Algo sucede ya que perdemos el interés muy rápido sin sentir ningún tipo de emoción: ni miedo, ni tensión, ni empatía.

Otro de los principales problemas es probablemente el cast. En esta adaptación, el papel que interpretó en la versión del ‘84 Drew Barrymore, recae en la niña Ryan Kiera Armstrong. Armstrong sale de una polémica reciente y es que la han nominado a los premios RAZZIE, que celebran todos los años lo peor del cine como unos auténticos anti-Oscar. La nominación a peor actriz protagonista del año a una niña ha sido considerado de muy mal a gusto y la organización ha decidido retractarse. Pero ya os podéis hacer una idea del nivel interpretativo de la cinta con esta anécdota. No solo ella no consigue llenar la pantalla, sino que ninguno de los demás actores está especialmente bien.


Además, los efectos que hay en la película son bastante chuscos. Como ya os podréis imaginar se trata básicamente de fuego, puesto que Charlie tiene el poder de usarlo, pero no, no está muy bien resuelto visualmente.

En conclusión, una peli prescindible. Eso sí, la música de Carpenter está fenomenal, pero no solo de eso puede vivir el espectador ¿verdad? si fuera así nos encantaría Halloween Ends y no es el caso.

Firma: Sonia Antorveza.
@bunyolsdesucre

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