Crímenes del futuro review

Saul Tenser es un artista experimental afectado por una enfermedad extraña que le hace mutar. De su particular dolencia saca arte acompañado de su ayudante Caprice, con la que monta performances turbias operando su propio cuerpo enfermo.

Título original: Crímenes del futuro

Año: 2022

Duración: 107 min.

País: Canadá

Director: David Cronenberg

Guion: David Cronenberg

Música: Howard Shore

Fotografía: Douglas Koch

Reparto: Viggo Mortensen, Léa Seydoux, Kristen Stewart, Scott Speedman


Cronenberg vuelve al body horror con cirugías y extravagancias.

Que David Cronenberg nos ha volado la cabeza a todos muchas veces es un hecho que no puede borrar nada de lo que haga. Vaya esto por delante antes de comentar su última obra en la que regresa a sus obsesiones más corporales y desagradables, pero que tristemente no está a la altura de muchas otras que nos ha brindado anteriormente. Podríamos empezar diciendo que sus crímenes del pasado fueron mejores, y que lamentablemente estamos ante una película que deja indiferente. A pesar de plantear un futuro en el que los hombres sólo desean órganos y prácticas quirúrgicas extremas, no consigue espantar ni provocar.


Saul Tenser es un artista experimental afectado por una enfermedad extraña que le hace mutar. De su particular dolencia saca arte acompañado de su ayudante Caprice, con la que monta performances turbias operando su propio cuerpo enfermo.

Hacer una sinopsis ya es una misión difícil cuando hablamos de esta historia, y eso ya dice mucho. Es el síntoma de que la película habla de algo que no queda claro en ningún momento: ¿mutaciones, tatuajes, órganos, arte, agentes infiltrados, plástico? Un cúmulo de conceptos que dan como resultado un argumento inconexo. Que conste que esto no es defender que las historias deben ser claras, comprensibles o alcanzables, el arte es arte, y, como tal, puede no ser fácil. Pero salir del cine pensando que no has entendido gran cosa y que además no quieres molestarte en comprender es más grave. Digamos que no despierta el intelecto o las ganas de adentrarse en una obra hasta aprehenderla. No es algo onírico o turbador que desees desarrollar después. Simplemente se hace larga, y no hay ningún momento a lo largo de la cinta en la que nos quedemos boquiabiertos, o espeluznados, o mentalmente sacudidos.

Esto es responsabilidad del propio director, que también firma el guion de esta historia. Cuando arranca la cinta ya vemos el universo sucio y decadente de Cronenberg, esa combinación de futuro próximo, pero a la vez arcaico, donde todo es de tonos apagados y deprimentes. Empezamos entendiendo lo que nos plantea metidos en su imaginario, para perder el hilo momentos después.

Los personajes resultan poco profundos y a pesar de que el elenco está a la altura (sobre todo Seydoux), tienen muy poca dimensión. Les encabeza un Viggo Mortensen con un personaje frío que viste entre jedi y ninja (como prefiráis) y del que se nos desvelan secretos que no se desarrollan bien. Quizás el único que tiene un discurrir más entendible sea el personaje de Scott Speedman.


La mención especial sería para la música de Howard Shore, que sí posee la capacidad de meternos en ese universo tétrico y que envuelve muy bien la cinta.

Pero no pasa nada, que este director siga siendo un creador libre y radical es de celebrar. La Mosca, Inseparables, Crash, Una historia de violencia… son tantas las pesadillas que nos ha regalado que lo mejor para acabar esta review es preguntaros cuál es vuestra favorita. Quizás sea Crímenes del futuro, que cada uno escoja libremente su delirio.

Firma: Sonia Antorveza.
@bunyolsdesucre

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