Sitges - Bodies Bodies Bodies review

Tras salir de una clínica de desintoxicación, Sophia acude junto a su novia Bee a una reunión con sus amigos de toda la vida. Mientras una inmensa tormenta golpea el exterior de la casa, Bee se verá inmersa en una fiesta amoral con sexo, drogas, colores ácidos y un juego que se saldrá de madre cuando aparezca un cuerpo… Es el momento de poner a prueba el amor y las relaciones.

Título original: Bodies Bodies Bodies

Año: 2022

Duración: 94 min.

País: Estados Unidos

Director: Halina Reijn

Guion: Sarah DeLappe

Música: Disasterpeace

Fotografía: Jasper Wolf

Reparto: Amandla Stemberg, Maria Bakalova, Rachel Sennott, Chase Sui Wonders, Peter Davidson, Myha’la Herrod, Lee Pace


Muertes, traiciones y amistades tóxicas.

Bodies Bodies Bodies es la película que todo el mundo debe ver, decían los mentideros de internet, subvierte el género con una nueva perspectiva. Pero cuando llega el momento de verla, ¿Está a la altura de las expectativas creadas?


Tras salir de una clínica de desintoxicación, Sophia acude junto a su novia Bee a una reunión con sus amigos de toda la vida. Mientras una inmensa tormenta golpea el exterior de la casa, Bee se verá inmersa en una fiesta amoral con sexo, drogas, colores ácidos y un juego que se saldrá de madre cuando aparezca un cuerpo… Es el momento de poner a prueba el amor y las relaciones.

Bodies Bodies Bodies me lleva a uno de mis libros favoritos, Less than Zero de Brett Easton Ellis que describía el mundo superficial, falso y autodestructivo de los adolescentes ricos de L.A. durante los años ochenta. En aquel momento se llamaba la generación X, ahora se llama la generación Z pero el trasfondo en el mismo: gente rica y viciosa, casas lujosas que bajo la alfombra esconde mucha basura, relaciones tóxicas y falsas amistades. La directora Halina Reijn aborda la película siguiendo la estela del profeta de la generación Z: Sam Levinson en Euphoria y Nacion Salvaje, pero le añade gotas del esteticismo acido de Harmony Corine y algo de la suciedad de Larry Clark.

El guion escrito por Sarah DeLappe conjuga el retrato generacional con el nihilismo y le añade una trama de WhoDunnit gracias a la presentación de un juego que se transforma en algo más. Pero así como la estructura funciona, al igual que la cuenta atrás, falla en la creación de personajes ya que todos son intercambiables y menos mal que una tiene coletitas, otra lleva tubos de colores al cuello, porque al final todo se resume a ver quién se hace más la victima que las otras. Si en el crescendo emocional tuviéramos distintas motivaciones, los enfrentamientos deberían potenciarse, pero todo se basa en la carta del victimismo mientras se focaliza sobre distintos elementos que se apuntan pero no desarrollan, como un famoso chat de WhatsApp o en un mapa de la zona que lleva uno de los protagonistas.

Solo en sus últimos momentos, cuando el enfrentamiento es inevitable y se responden las preguntas, la película muestra el camino que debería haber seguido desde el principio

Pero hay algo en lo que Bodies Bodies Bodies si funciona, en la maravillosa fotografía de Jasper Wolf que juega con la oscuridad y las luces que llevan encima los protagonistas, el frio exterior azotado por la lluvia, los colores ácidos que porta uno de los personajes, la oscuridad y el tono nihilista del interior de la piscina. En el trabajo de Wolf encontramos esos momentos donde brilla la película.


A nivel de interpretación, Peter Davidson resulta insoportable como David, mientras Lee Pace es muy entrañable como Greg, el “viejo” de la reunión. En la parte femenina, destacar a Maria Bakalova por su “normalidad” y Rachel Sennott por la energía que transmite como la atolondrada Alice.

Sin ser mala, el buen nombre de Bodies Bodies Bodies me da la impresión de ser más bien un hype artificial generado por la productora A24 que por sus propios méritos. Pero oye, si eres de la generación Z seguro que la disfrutas ;)

Firma: Javier S. Donate.

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