Trieste - Wolf Manor review

Último día en el rodaje de esta película barata de terror protagonizada por vampiros. Se han ido de tiempo y llega la noche de luna llena que trae consigo la aparición de un licántropo que cerca la casa y ataca a los cineastas.

Título original: Wolf Manor

Año: 2022

Duración: 82 min.

País: Reino Unido

Director: Dominic Brunt

Guion: Joel Ferrari, Peter Wild

Música: Thomas Ragsdale

Fotografía: Vince Knight

Reparto: James Fleet, John Henshaw, Thaila Zucchi, John May


Una película que transita hacia la nada.

Pobres licántropos, hombres lobos o cómo quiera que les llamen allá en su casa, su mitología es tan básica que parece imposible hacer nada con ellos: llega la luna llena, se vuelven monstruos y el resto del mes están preocupados por la bestia que mora en su interior. Cinematográficamente les persigue la maldición de que pocas son las películas de hombres lobos que consiguen interesar.

¿Romperá Wolf Manor la maldición?


Último día en el rodaje de esta película barata de terror protagonizada por vampiros. Se han ido de tiempo y llega la noche de luna llena que trae consigo la aparición de un licántropo que cerca la casa y ataca a los cineastas.

Tal vez se acabe antes el equipo humano que el presupuesto de la película.

Dirigida por el también actor Dominic Brunt, Wolf Manor empieza como un homenaje a la Hammer, con ese vampiro vestido de negro y la mujer rubia, luego saltamos al pueblo en una secuencia en la que se plagia – literalmente – la secuencia en la taberna de An American Werewolf in London, volvemos de nuevo a la granja donde se está rodando y conocemos a los personajes. Todo esto con una música que nos indica la tensión que debemos sentir, pero… ¿Esto no se supone que tiene aire de comedia? Wolf Manor es una película que no sabe a qué genero jugar, aspira al metacine debido al rodaje y el decadente actor Oliver, también se supone que tiene algo de humor negro y terror. Tal vez en el guion escrito por Peter Wild y Joel Ferrari hubiera algo de esto, pero el espectador ve pasar los minutos de forma cadenciosa, y es que a pesar de no llegar a la hora y media, Wolf Manor se hace larga porque no hay ritmo interno, los ataques suceden porque si, en el guion hay muchísimos agujeros y tendencia a que todos los protagonistas se separen para que les llegue su hora cuando la pregunta que uno debe hacerse es: a ver, si es un hombre lobo ¿Por qué no nos hacemos fuertes en una habitación y esperamos a que salga el sol? No, qué va, en lugar de eso hasta se dejan abiertas las puertas de la casa.

Hay algún destello en Wolf Manor, sobre todo las ensoñaciones de James Fleet y la relación de éste con su doble de acción, ya que hacen muy buena pareja y tienen mucha química. Impagable el momento en el que buscan un vaso vacío, ojalá hubiera más secuencias como esta en Wolf Manor


Siendo el director también actor, se podría haber esperado que los papeles estuvieran trabajados o se reforzase el trabajo actoral, pero hay mucha desidia también en las interpretaciones y solo escapan de esta maldición el dueto compuesto por James Fleet, gracias a que es un todoterreno, junto a John May como su doble de acción y Thaila Zucci como Fiona, sobre todo porque es la única que parece tener intención de actuar.

No hay tensión, no hay humor y todo está remarcado por la música poco acertada de Thomas Ragsdale.

Habrá que esperar futuras lunas llenas, tal vez en alguna película el licántropo consiga romper su maldición.

Firma: Javier S. Donate.

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