Entrevista a Chino Moya, director de Undergods


Entrevista realizada en el Festival TerrorMolins 2021 a Chino Moya, director de Undergods.


¿Cómo entraste en contacto con el proyecto?

La idea del proyecto partió de la necesidad de hacer una película, ni siquiera para hablar de ciertos temas sino que llevaba años intentando rodar un largometraje y nunca había conseguido el dinero. Tenía tantos niveles de ansiedad por rodar que un día me levanté y me dije “se acabó, voy a escribir un nuevo proyecto y en cuanto lo acabe lo voy a hacer, y aunque no me den dinero y tenga que hacerlo con un iPhone o una cámara de juguete, lo voy a hacer”.

Me senté al día siguiente y como no tenía plan, empecé a escribir y salieron los personajes. Curiosamente, por ese mismo proceso, me salió lo más personal que he escrito porque me salió de dentro sin ningún filtro.


Es tu primer largometraje. ¿Tuviste que organizar mucho?

Estuvimos muchos años con la productora, desarrollando el guion. Yo había pedido en España las ayudas gubernamentales y nada. Como llevaba varios años viviendo en Londres, decidimos aplicar a las ayudas del British Film Institute, y nos lo dieron.

Y una vez nos dieron el dinero, se metieron otros cinco países, de repente entró mucha gente, incluyendo a Ridley Scott; luego el problema es que hubo que diseñar muchas cosas, rodamos entre Serbia y Estonia, y los problemas fueron infinitos. En el rodaje, postproducción, casting. Siendo novato no me di cuenta que era como hacer cuatro películas, porque cada varios días había que cambiar de localizaciones, look, acciones…

De los tres años más difíciles de mi vida, sin duda.


La peli tiene cierto toque Kafkiano, ¿Fue tu idea inicial o crees que la sociedad ya es así?

La sociedad ya es kafkiana y desde que vivimos en este mundo tan burocrático donde las instituciones controlan la vida de los individuos. Solo hay que ir a hacer un papeleo a cualquier institución para darte cuenta de que estamos en un mundo kafkiano, y luego Kafka siempre me ha gustado. Y me gusta la pintura surrealista. Curiosamente el cine surrealista, directores como Cronemberg, Buñuel o Lynch, pero la película de El Proceso que es una adaptación de Kafka, me resulta complicada.


El elenco es muy extenso, ¿Fue complicado trabajar con tantos actores y actrices?

De todos estos múltiples problemas que tuve haciendo la película, lo menos problemático fue lo que más miedo me daba: el trabajo de los actores.

Todos se metieron mucho en el proyecto, aportaron, quisieron trabajar conmigo. Me quedé muy contento, La parte que más se aproximó a mi idea inicial fue el trabajo con los actores.


¿Te consideras especialista en dirección de actores?

Fue mi primer acercamiento y creo que fue como un master en dirección de actores, en el próximo proyecto me toca el doctorado.


¿Con qué personaje estás más satisfecho?

Es como si a un padre le preguntas a qué hijo prefiere… Me pasó algo curioso con el protagonista masculino de la última historia, Dominic, que sobre el guion le convertí en lo que más despreciaba de la humanidad, cuando lo interpretó Adrian Rawlins le dio una cosa enternecedora al personaje y lo dimensionó muchísimo más. Su jefe, Burn Gorman, pues también; con este actor no había que hacer nada, porque se inventó un acento y con una sola toma – a veces dos – ya bastaba.


¿Cuáles fueron tus influencias para Undergods?

Al ser mi primera película, pues traje todo, desde películas de videoclubs que vi en los ochenta, como Creepshow, Xtro, Possesion, Milagro en Milán, Stalker, mucho cine europeo de los 70. Era una amalgama de todo, podría hablar largo y tendido sobre esto.


¿El tema de las distopías seguirá estando de moda?

Recuerdo que acabamos el master de la película una semana antes de que empezase el COVID, y nos vimos mi productora y yo pensando “¿La gente va a querer ver esto?” Y curiosamente el apetito por lo distópico creció.


¿Cuál fue la parte más complicada del rodaje?

Darle coherencia a tantos estilos diferentes, crear los mundos y que fueran fantásticos y creíbles a la vez, la parte más visual fue la más complicada. Y que toda esa cantidad de historias y mundos diferentes tuvieran unidad.


En tu opinión ¿Undergods es pesimista?

Es la última pregunta que me hicieron los del British Film Institute, que si pensaba acerca del pesimismo de mi historia. Y les dije que el pesimismo incita al optimismo, a darse cuenta de que el mundo no va a bien e intentar arreglarlo entre todos. Mientras en las películas optimistas el mensaje es que todo funciona y te vas a casa pensando que todo va bien.


¿Película de terror favorita?

Voy a decir dos, una es la obviedad que es El Resplandor; pero si quito está ahí una que es menos obvia, Videodrome de David Cronemberg.