FrightFest - La Bestia Bajo El Asfalto review


Extrañas desapariciones tienen lugar en la ciudad, restos humanos, ropas destrozadas, aparecen en las alcantarillas. Cuando el detective David descienda a los subsuelos, descubrirá que a veces las leyendas urbanas son reales.

Título original: Alligator

Año: 1980

Duración: 91 min.

País: Estados Unidos

Director: Lewis Teague

Guion: John Sayles

Fotografía: Joseph Mangine

Música: Craig Huxley

Reparto: Robert Foster, Robin Riker, Henry Silva, Courtney Gains, Michael Eric Reid


Una delirante y adictiva mezcla de géneros.

Hagamos un poco de memoria: en 1975 Steven Spielberg rompió records de taquilla, con Jaws. 1978: Joe Dante salta a la palesta con Piranha, un exploit de Jaws escrito por John Sayles. Y en 1980, el propio Sayles escribe un guion que es, al mismo tiempo, un exploit de las películas anteriores y un homenaje a las historias de mad doctors.

¿No te ha entrado ya la curiosidad por La Bestia Bajo el Asfalto (aka Alligator)?


Extrañas desapariciones tienen lugar en la ciudad, restos humanos, ropas destrozadas, aparecen en las alcantarillas. Cuando el detective David descienda a los subsuelos, descubrirá que a veces las leyendas urbanas son reales.

El irregular y televisivo Lewis Teague firma su película más memorable – Curiosamente la segunda mejor película de su filmografía es Cujo, también protagonizada por un animal – gracias a una cámara ágil que se adapta como un guante al guion de John Sayles en estado de gracia, quien no tiene miedo de auto plagiar su guion de Piranha ya que encontramos estructuras y personajes muy similares: una pareja contra el mundo, intereses económicos en la sombra, una celebración donde estalla el caos y la muerte; pero donde Piranha tenía un componente de terror y dramatismo, en Alligator encontramos el terror puro sumergido en una historia que empieza con rapidez y salta entre géneros sin descanso. Tras un prólogo que nos pone en situación respecto a una leyenda urbana archiconocida – caimanes albinos que viven en las alcantarillas comiendo nuestras basuras y a la espera de humanos – acto seguido se transforma en una película de Mad Doctor antes de virar hacia la buddy Movie, una historia de amor, guiños a las películas de monstruos de los años 50… Sayles y Teague no tienen miedo a nada y Alligator se mueve con rapidez de un escenario a otro, salta de las alcantarillas a la calle y, de nuevo, se cuela en mansiones lujosas sin que la película decaiga en momento alguno. No hay miedo al ridículo y eso hace que esta mezcla de géneros que tiene La Bestia Bajo el Asfalto resulte adictiva.

Robert Foster, como el gafe detective David, se muestra encantador, sus diálogos resultan muy divertidos y tiene química con su partenaire, la televisiva Robin Riker, y entre los dos se comen la película. El resto de los personajes, con la excepción del genial “yo ser cazador blanco” de Henry Silva y una frase que hoy en día despertarían ampollas, son meros comparsas: el mad doctor, su ayudante, el pérfido jefe, el jefe de policía, el alcalde, etc… Atención al concepto de justicia divina de John Sayles, es ridículo pero terriblemente divertido e ingenioso como el caimán ajusta cuentas con sus creadores.


No hablaremos mucho de la música de Craig Huxley porque es el gran pero de Alligator, se echa en falta un temazo central como el de John Williams para Jaws o la tensa música de Pino Donaggio en Piranha. Por el contrario, destacar la fotografía de Joseph Mangine, tan de los años ochenta y tan de las películas de bajo coste, que da un toque sucio y cuasi documental; imposible imaginarse otro director de fotografía.

La Bestia Bajo el Asfalto es una divertidísima película que todo aficionado al cine de género debe ver por lo menos una vez en su vida.

Firma: Javier S. Donate.

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