Haunted Ulster Live review

Noche de Halloween. Una cadena televisiva irlandesa se traslada al interior de una casa supuestamente encantada, donde un espíritu está haciendo la vida imposible a una familia compuesta por madre soltera y sus dos hijos. Los presentadores son una joven promesa televisiva y el presentador más antiguo de la cadena.

Título original: Haunted Ulster Live

Año: 2022

Duración: 80 min.

País: Irlanda

Director: Dominic O’Neill

Guion: Dominic O’Neill

Música: Dominic O’Neill

Fotografía: Conor Losty

Reparto: Aimee Richardson, Siobhan Kelly, Mark Claney, Owen James, Antoinette Morelli


Inquietante exploración del mundo paranormal y sus misterios.

El programa Ghostwatch hizo historia en la televisión británica. Esta supuesta investigación paranormal, una inmensa broma emitida por la BBC el 31 de Octubre de 1992, generó gran inquietud y pánico. Lo mismo que ocurrió con la histeria masiva que desencadenó la adaptación radiofónica que un jovencísimo Orson Welles hizo en 1938 de la Guerra de los mundos de H. G. Wells.

Haunted Ulster Live juega a esa liga, pero una cosa es ser el pichichi del equipo y otra el que se queda en el banquillo como reserva.


Noche de Halloween. Una cadena televisiva irlandesa se traslada al interior de una casa supuestamente encantada, donde un espíritu está haciendo la vida imposible a una familia compuesta por madre soltera y sus dos hijos. Los presentadores son una joven promesa televisiva y el presentador más antiguo de la cadena.

El directo es implacable, no hay marcha atrás, y cuando empiecen a ocurrir hechos extraños igual la audiencia sube o cambia atemorizada de canal.

Haunted Uslter Lives mezcla el found footage, mockumentary, reality show e incluso making of ya que narra, casi en tiempo real, el programa junto con sus interrupciones publicitarias. La ópera prima de Dominic O’Neill, tras varios cortometrajes, es una película en apariencia pequeña, debido a su localización, pero que oculta un intento ambicioso y cuasi científico por explicar los fenómenos paranormales.

Aunque el arranque va a medio gas porque deja entrever la producción barata de la película, sería injusto negarle a O’Neill esos guiños a la televisión de una época, las cortinillas y promos. Asimismo hay aciertos en los personajes, muy básicos, como el presentador ya caduco pero con saber estar, los técnicos, la joven que quiere trepar o los supuestos “expertos” en la materia sobrenatural.


Haunted Ulster Live va rápida y sabe pasar de la presentación al nudo con algunos momentos bastante logrados como la naturalidad de la familia en problemas, la limpieza de sonido de una supuesta psicofonía o la sesión de espiritismo, pero todo se enfanga cada vez que la joven presentadora sale al exterior ya que deja a la vista la barata producción y ninguna de las entrevistas, excepto la última, dan peso a la historia sino que roban metraje; al mismo tiempo resulta interesante la figura del productor, quien fuerza acontecimientos, pero ni la actuación de este resulta interesante y el personaje no se explota lo que debería. Al llegar el tren de la bruja final parece que Dominic O’Neill, en su doble faceta de guionista/director sabe más que los espectadores y aunque ha planteado anteriormente una supuesta relación entre la física cuántica y los fenómenos paranormales, genera un caos final de imágenes y sonido que deja preguntas, y no precisamente de las buenas ya que apuesta por golpear al espectador con un WTF aparte de que en ningún momento hay sensación de peligro o terror por mucho que lo digan los protagonistas.

Haunted Ulster Live resulta agradable de ver, su duración es más que adecuada y tiene buenos momentos en su interior, pero en la balanza final da la sensación de querer ser muy sesuda y compleja sin haberlo trabajado lo suficiente.

Firma: Javier S. Donate.

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