Entrevista a Pablo Olmos Arrayales. Director y guionista de Rendez-vous


Entrevista realizada a Pablo Olmos Arrayales. Director y guionista de Rendez-vous.


¿Cómo surge Rendez-vous?

El motivo principal era dar el salto al largometraje. Ya tenía varios años intentado hacerlo. Mis cortometrajes habían funcionado bien. Se exhibieron en Sitges, Burbank, Morbido, entre otros festivales. Algunos ganaron premios e incluso dos de ellos fueron seleccionados por Robert Rodriguez para pasarlos por su canal de cable El Rey Network. Me especialicé en guión en la ESCAC. Y durante este tiempo escribí un guion con el que regresé a México para buscar productor (Hace cuatro años). Pero resultó caro y escribí otro que funcionaba bien en la lectura por parte de productores, pero que me decían que eso no se hacía en México y preferían no invertir. Así que continué haciendo cortometrajes, pero fue en verano de 2018 donde me reuní con mis amigos Eugenia Orozco y Braulio Fragoso Ríos (ahora socios en Axolotl Entertainment) donde les comenté que si hacíamos otro cortometraje o nos lanzábamos por un largo, claro, bajo las misma condiciones presupuestarias de un cortometraje. Obviamente, votamos por hacer un largometraje. Y así nace Rendez-vous. Eso que todo cineasta dice en sus conferencias “no pidas permiso, haz tu película” fue el motor para escribirla y no tener pretexto ya para hacer un largometraje. A nivel historia, el miedo que me da tener una cita por internet es el germen de la temática.


¿En qué momento te planteaste la decisión de rodar Rendez-vous en un plano secuencia?

Desde el inicio. Fue una cuestión totalmente presupuestaria. Como te comentaba anteriormente, se planteó el proyecto para que tuviera un presupuesto similar al de un cortometraje. Pienso que en México o quizá en toda Latinoamérica en general todavía se pueden hacer películas por el deseo de la gente. Se suman y se entregan a pesar de que muchas veces los salarios son inexistentes o prácticamente simbólicos. Yo estaré inmensamente agradecido al cast y crew que creyó en el proyecto y se sumó con unas condiciones bajo las que les podría bautizar más como magos que como cineastas, porque hicieron cosas con un presupuesto mínimo que parecían sacadas de la chistera. El trabajo de Ana Aragón (Directora de Arte) desde mi punto de vista, fue espectacular. Cambiamos todos los muebles de la casa, se construyeron puestos callejeros y diseñó un ambiente en una habitación que crea una tensión ideal para la historia en combinación con el trabajo excelso de Luis Enrique Carrión, AMC en su fotografía y la forma de iluminar con un equipo mínimo para un plano que tiene 360 grados de movimiento. Pensar en las sombras, los reflejos, etc. Carlos Fernández (Mixer) y todo el equipo de sonido también hicieron un trabajo increíble y con tan sólo 3 días de preparación. Karla Beltrán para diseñar el vestuario que hablara de nuestros personajes con sólo verlos. La música de Alvaro Arce Urroz que acentúa ciertos momentos y que creó una pieza original muy pegajosa. Eugenia y Braulio que hicieron una gran producción para tener las mejores condiciones para que la preproducción y el rodaje se llevaran a cabo con el mínimo riesgo y de forma eficiente. La gente de HappyEnd en la postproducción y Mike Molina en el diseño sonoro. De verdad que les debemos a todos que esta película fuera posible por su compromiso. Pero regresando a la pregunta, desde el guión estaba pensado en cómo resolverse de una sola toma. Tener una historia que tuviera lógica en su duración y el reto era escribirla para darle un ritmo que sabes que no podrás cambiar con la edición. Sin embargo, basé mi puesta en escena más en películas que no fueran planos secuencias que en intentar repetir lo que ya se ha hecho anteriormente con esta técnica. En particular Suspicion de Alfred Hitchcock o Whatever happened to Baby Jane de Robert Aldrich.


¿Cuáles fueron los mayores escollos que te encontraste a la hora de rodar Rendez-vous?

Quizá la naturaleza del propio proyecto. Saber que como director no pudiera gritar “corte” en algún momento en específico para hablar con actores o mejorar algo técnico. Saber que esta era nuestra única toma y que no habría mañana fue el gran escollo. Pero nos preparamos bien y esto es algo que lo pienso ahora, porque en esas semanas antes del rodaje y el día del rodaje, nunca pensé que fuera a fallar nada de lo planeado. Aunque hubo unos momentos tensos antes de la toma final porque se cayó un puesto de la calle sobre la cámara, alguien ajeno a la película se paró frente a la cámara para ver qué estábamos haciendo y la cámara tropezó en un momento. Afortunadamente, todo esto ocurrió muy al inicio de la película y nos dio tiempo de poder intentarlo por una cuarta vez y esa es la única toma completa que hicimos. Es decir, esa es la película. Pienso que como director una de tus mayores responsabilidades es no gritar “corte”. Saber confiar en lo que está pasando frente a ti y que de cualquier “accidente” puede nacer algo que mejore lo pensado. De modo, que el escollo (el no poder repetir) se convirtió también en la fortaleza. Aunque estando en el minuto 76 de la película sólo piensas que ya nada falle. Afortunadamente no falló.


Háblanos sobre el proceso de casting y el trabajo con los actores para la creación de los personajes.

Como director una de las cosas que más disfruto es el trabajo con los actores. En mi forma de trabajar, porque cada Director tiene un método que va desarrollando, primero desarrollo visualmente la película. Me gusta mucho la imagen y creo en la importancia de una buena puesta en escena con una coreografía entre cámara y actores. Para mí, la cámara tiene que decirnos algo de los distintos momentos psicológicos y emocionales, no sólo ser simplemente un “ojo de mosca” de las acciones. En particular con una película como ésta donde no hay ningún corte. Y como decía anteriormente, no tenía los beneficios que puedes obtener de la edición. Así que tenía que pensar muy bien los puntos de vista y los distintos valores de los encuadres antes de empezar a trabajar con los actores. Algo que hice de la mano de Luis Enrique Carrión, AMC. Y que lo deben de conocer en España por su excelente trabajo de Director de Fotografía en El Cosmonauta.  Lo que hicimos fue grabar con un teléfono las distintas secuencias y en las que actuaban nuestro equipo de producción o yo para ver los encuadres. Una vez que adaptamos mi guion técnico a las localizaciones reales y trabajar juntos en él, entonces ya tuvimos 3 semanas para trabajar con los actores. Tres semanas para aprenderse diálogos, movimientos, intenciones, velocidades, etc. En una película tan técnica el espacio para la improvisación debe ser reducido al mínimo. Hay un por qué de los diálogos (y en mi esperanza de que alguien quiera revisitar la película, verá que los diálogos van diciendo lo que va a pasar durante el metraje) y esto es algo que trabajé mucho con Antonio Alcántara (Eduardo) y Helena Puig (Lili) para que entendieran por qué sus personajes dicen algo. Sabía que no se iban a aprender las 90 páginas en las 3 semanas, pero puedo decir que es un 90% de lo que estaba escrito y un 5% aportaciones de ellos durante los ensayos y otro 5% improvisación en ciertos momentos del rodaje. Durante la preproducción fuimos trabajando por partes. Primero dominar el paseo, después los distintos momentos que ocurren dentro de la casa. Y a veces podíamos “correr” la peli de un momento a otro e ir ajustando. Para que ellos pudieran ir integrando de forma orgánica la historia. Y cada actor fue sumando su personalidad al personaje y lo fuimos puliendo y cambiando durante los ensayos. Algo que también hicieron muy bien Markin López (Luis) y Axel Zapién (Poncho) que tenían que intervenir con la película bastante avanzada. Así que la presión de ellos para que entrara su personaje y no fallara en esos momentos también era grande. Pero lo hicieron muy bien. Algunos días sólo ensayaba con los protagonistas, otros las secuencias con el resto de personajes. Pienso que el día de prueba de vestuario y maquillaje (Antón Garfias fue nuestro director de maquillaje y ha trabajado en películas como Roma de Alfonso Cuarón o Chicuarotes de Gael García Bernal) todos los personajes tomaron vida. Se le decoloró el cabello a Helena, se probó el traje ancho a Markin, se peinó y perfiló la barba a Antonio, vimos las ropa de todos los chicos jóvenes. Y voilà, de pronto ya no es lo que tienes escrito en la página, son seres vivos. Eso les ayudó a ellos a entender mejor quiénes eran. Obviamente hablamos muchos de dónde vienen y por qué se comportan así. Tuvimos tres ensayos para probar la cámara, las baterías, las tarjetas y la coreografía sobre todo a nivel producción, porque hay momentos en los que tiene que intervenir maquillaje, efectos o vestuario. En esos ensayos nos dimos cuenta de qué necesitamos fortalecer para el día de rodaje tanto a nivel actuación como a nivel producción. La regla de oro que les puse a todos era que pasara lo que pasara no se cortaba, lo que ocurriera ajeno al rodaje se tenía que integrar de formar orgánica y retomar lo que se tenía planeado. Como Marlon Brandon y Eva Marie Saint hicieron con la secuencia del guante en On the Water Front de Elia Kazan. No desvelaré qué improvisaron en la película, pero puedo decir que lo hicieron fantásticamente. La verdad es que estoy muy contento con el trabajo de cada uno de ellos. Lo preparamos bien y después fue tener mucha confianza. El cine es un medio 100% de colaboración y en una obra de este tipo se siente más ese apoyo por parte de todos. Si alguien o algo falla, no hay película. Por otro lado, es una satisfacción enorme saber que pudimos hacer la peli una sola vez, en un sólo día, como lo teníamos planeado. Muy orgulloso del trabajo actoral de todos los que aparecen en ella. Como nota, el día del rodaje yo tenía comunicación directa con el DP a través de un walkie-talkie y así podía ir recordándole los encuadres o si sentía que un encuadre se debía aguantar más, se lo decía. A pesar de que la improvisación es mínima, no dejas de estar en el momento y pruebas algo que sientes mejor. Claro, esto lo puedes hacer porque ya lo tienes todo planeado y sabes cómo regresar a tu plan después de un pequeño cambio.


¿Cómo está siendo la recepción de Rendez-vous?

Para mi sorpresa ha sido muy positiva. Muy grata la reacción por parte de audiencia, jurados y miembros de los distintos festivales a los que hemos acudido. De hecho, a partir de su estreno el pasado Noviembre en Morbido Film Fest en México (donde ganó La Calavera de Oro / Premio del Público) nos han invitado a otros festivales. Ha tenido un recorrido de 7 festivales y se ha llevado 6 premios. Al anterior se sumaron Mejor Largometraje Mexicano en El Festival Internacional Espanto Film Fest (México), Mejor Director Novel en Košice International Film Festival en Eslovaquia, Grand Prix / Mejor Largometraje en Latinità. Festival de Cine Español y Latinoamericano de Ajaccio (Francia) The Big Imp / Mejor Película en Indie-Lincs (UK) y Mejor Largometraje Latinoamericano en Insólito. Festival Internacional de Terror y Fantasía en Lima, Perú. Me gusta que me cuentan acerca de las distintas emociones que les hizo sentir la película. Y cada comentario es un análisis distinto que va desde los aspectos sociales, a los tecnológicos y técnicos. En distintos países ha habido público que ha ido a los distintos pases porque les ha gustado mucho la primera vez que la vieron e incluso nos han preguntado sobre el estreno en salas. Es algo en lo que estamos trabajando para conseguir. Somos una producción independiente y conseguir que distribuidores y exhibidores se arriesguen es complicado. Viendo las reacciones siento que hay un público para la película, pero seguimos trabajando en eso y espero sinceramente que se pueda estrenar comercialmente.


Cuéntanos acerca de tus próximos proyectos.

No me gusta decir mucho porque a veces no se cumplen los proyectos, pero puedo decir que estoy trabajando en una comedia de terror. Espero que en un futuro podamos conversar más sobre ella. Pero en este medio nunca se sabe cuándo se dan los proyectos. Hay un montón de factores que influyen para que una película se haga. Lo que sí puedo decir es que estoy encontrando muy buenos amigos y aliados en el camino que quieren apostar por hacer cosas diferentes. Además, me gustaría seguir haciendo películas de escala pequeña y combinarlas con otras más grandes. Al final, sólo quiero seguir haciendo cine y entretener al público.


¿Cómo ves el género fantástico en México?

Desde siempre ha habido un interés por el género aquí. Así lo demuestran obras como Macario, la obra entera de Carlos Enrique Taboada y claro, la voz indiscutible del Maestro Guillermo del Toro. Pero nunca ha sido un género dominante en la producción mexicana. Siento que en la actualidad es un género que va en aumento en nuestro país. Hay muchos fans del género y los festivales van ganando fama y audiencia. Aunque seguimos estando muy cerca de USA. Lo que quiero decir con esto es que las productoras te piden que escribas cosas muy similares (por no decir copiar) a lo que se hace y tiene éxito allá. Todavía estamos lejos de tener autores como J.A. Bayona, Alex de la Iglesia, Jaume Balaguero o Paco Plaza. Yo viví por 13 años en España y vi el boom del género en España a partir de El Orfanato y REC. Eso todavía no sucede en México. Tampoco ha habido productores que apuesten fuertes por esas voces, sabiendo el riesgo que hay en taquilla. Aunque parece que empieza a cambiar. Hay voces muy interesantes como Issa López, pero necesitamos que aparezcan más y se apuesten por ellas.


¿Dónde podemos encontrarte?
Tengo algunos trabajos míos, entre publicitarios, cortometrajes y personales en Vimeo https://vimeo.com/user140663


¿Película de terror favorita?

¡Ah! Pregunta compleja de responder porque son muchas y varían con el tiempo, pero una que siempre se mantiene en lo alto de mi lista es Jaws de Steven Spielberg. Sigo teniéndole miedo a las profundidades del mar. Es una película con un equilibrio perfecto, para mí, entre el terror, el humor y la aventura. Dirigida de modo magistral. Aspirando a lo grande y con toda proporción, me sentiría muy contento si alguien recuerda Rendez-vous antes de hacer una cita online, como yo recuerdo Jaws antes de entrar al mar.