Entrevista a Óscar Martín, director de Amigo


Entrevista realizada en el Festival Nocturna de Madrid 2019 a Óscar Martín. Director de Amigo.


¿Cómo te planteaste Amigo, una cinta tan complicada y con pocos personajes?

Surge de la necesidad de hacer cine, un cine que se está perdiendo de alguna manera. Las películas de los setenta que a mí me encantaban, jugaban con pocos elementos y aglutinan muchas cosas. Y le dije a Javier Botet que teníamos que hacer algo y siempre nos decíamos “venga, ¿Cuándo lo hacemos?” y a finales de verano de hace dos años, nos planteamos la historia


Amigo está repleta de referencias al fantaterror español, ¿Fue una de tus influencias para la película o un homenaje?

Era un discurso que teníamos planteado, crear una historia paralela sobre nuestra sociedad. Por eso la televisión de planteo una especie de oráculo e introduje elementos con los que he crecido, como Chicho Ibáñez Serrador que es el maestro, recuerdo ver Mis Terrores Favoritos junto a mi padre. ¿Quién puede matar a un niño? es una película seminal. Y bueno, luego gente como Paul Naschy, Joaquín Gómez, José Ramón Larraz… una tendencia de películas que me influyeron mucho desde pequeño y quería que estuviera allí. Más que una influencia lo llamaría una invocación.


Háblame del proceso de escritura, el germen de la historia.

Al principio junto a Javi nos planteamos una película más ambiciosa, con él de monstruo, y termine por decirle “Quiero verte de actor, de humano, que de paisano das más miedo que de monstruo. No, es una broma”. Me dijo que tenía bastantes historias, lo hablamos y surgió esta de dos amigos, y de paralítico le veía perfecto. Una película pequeña, claustrofóbica, cuya producción podíamos asumir nosotros y con gente muy buena en el equipo, teníamos a DDT como maquillaje o Alberto Morago como director de foto. Gente muy top.


¿Cómo fue el rodaje? Meter a tanta gente en una casa y no volverte loco.

Bueno, nos volvimos locos. Fíjate que en la casa que rodamos, los actores tenían una habitación para dormir que era la misma que la de sus personajes, y el equipo de rodaje en la habitación de al lado, era una especie de Gran Hermano; el resto del equipo en una casa rural cercana. Siete días aislados, sin internet, para rodar cine y morir ahí, disfrutando. Sobre todo tener libertad para jugar con Javi y David Pareja, que son genios, dejarles buscar sus personajes y luego en el montaje darle coherencia a todo.


Aunque la producción es sencilla, hay muchas capas en la historia. ¿Hay algo en la historia que te faltó por meter?

Gente rota, uno a nivel físico y otro a nivel mental. Intentamos meter todos los matices que pudimos, con esos personajes, tal vez faltarían más secuencias, algo de acción. Pero estábamos supeditados con lo que teníamos.


¿Te quedan ganas de rodar tras tu primer largo? ¿Tienes algo en recámara?

Es un primer paso, no sé dónde llegaremos. Y respecto al futuro, tras nuestro paso por el festival de cine fantástico de Austin, conoces a un montón de gente y te quedan muchas historias por contar, las que tienes en el cajón. Vamos a ver a dónde nos lleva esto.


En Amigo se hace justicia a Javier Botet, al que siempre vemos enterrado bajo maquillaje.

Javier es un genio, aparte de ser actor tiene muchas cualidades artísticas, también dibuja. Es muy hábil captando cosas, introduce su personalidad en los monstruos, les da alma. Por eso está donde está. Si, quería mostrar lo bueno que es, su expresividad corporal, es como un mimo. Tiene un control absoluto de su cuerpo, es como un mimo del mal.


¿Película de terror favorita?

Tengo muchísimas, es muy difícil elegir una. ¿Quién puede matar a un niño? de Chicho Ibáñez Serrador, que me marcó de niño.