Hangman review


Título original: Hangman

Año: 2015

Duración: 85 min.

País: Estados Unidos

Director: Adam Mason

Guión: Simon Boyes, Adam Mason

Fotografía: Tobias Deml

Reparto: Jeremy Sisto, Kate Ashfield, Ryan Simpkins, Ty Simpkins, Eric Michael Cole, Amy Smart, Ross Partridge, Ethan Harris-Riggs, Vincent Ventresca, Bruno Alexander, Erika Burke Rossa, Jamie Lee.


Atrevido reto en primera persona.

Esta película tiene tan poca credibilidad que hasta resulta atractiva. De todo se ha visto ya, en el mundo del cine y fuera de él, y esa dosis de incredulidad en nada influye a la hora de catalogar un producto, como en esta ocasión, muy bien manufacturado. Ya sabemos todos que la realidad supera en mucho a la ficción, y eso que he comentado antes habría que cogerlo con pinzas.

Un voyeur es un voyeur se disfrace como se disfrace. En esta ocasión lo hace de chico malo y perverso llevando hasta el extremo sus peculiares aficiones. Eso va apareciendo poco a poco en el film para nuestra sorpresa. Ese “no puede ser” se va reafirmando plano a plano, aunque estos sean excesivamente repetitivos. Y es que la historia no da para mucho más y lo estrambótico se va convirtiendo poco a poco en rutinario.

Adam Mason se reafirma en un género en el que se mueve como pez en el agua, aunque en esta ocasión se decanta más por un thriller que juega con las mismas cartas que el terror. Esa ambivalencia, muy utilizada en el mundo del cine, eleva el resultado final al introducir sabiamente elementos de ambos mundos.

Cuando regresan de vacaciones, los Miller encuentran su casa patas arriba. Tras comprobar que no se esconde ningún peligro, reanudan la rutina de sus vidas. Lo que no saben es que la pesadilla está a punto de comenzar.

Interesante producto que contiene los elementos necesarios para pasar un buen rato. Aunque sea del subgénero cámara en mano, se aleja un poco de lo que estamos acostumbrados a ver en ese tipo de cintas, y es que el despliegue audiovisual es lo más parecido a un plató de televisión. Eso tiene puntos a favor y en contra. En la parte negativa, pierde algo de frescura y en la positiva que el espectador agradece que se prescinda de los mareantes movimientos de cámara habituales. El guion, obra del mismo Adam Mason y Simon Boyes, hilvana correctamente toda la trama aunque es muy repetitivo y alarga demasiado el desenlace que aunque previsible, se guarda algún as en la manga. Aviso a los lectores y futuros espectadores de este film: esperad pacientemente a los créditos, nunca se sabe… Como habréis imaginado, la fotografía es uno de sus puntos fuertes, por lo tanto nombrar a su responsable Tobias Deml, cineasta curtido en el mundo del cortometraje.

Vamos con las interpretaciones. No destacan demasiado al estar rodada con planos muy abiertos, eso hace que nos perdamos ciertos matices. Entre el elenco nombrar a Kate Ashfield en su papel de Beth, la madre. Vieja conocida nuestra al haber interpretado a Liz, la novia de Shaun, en la fantástica y divertidísima Zombies Party. Por otro lado tenemos a Jeremy Sisto como patriarca de la familia y a un enigmático Eric Michael Cole como Hangman.

Para finalizar podríamos decir que es muy original y, a pesar de sus defectos, idónea para disfrutar de un buen rato de cine.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan