Housebound review

Kylie es condenada a nueve meses de arresto domiciliario en la morada materna. La casa en sí no parece muy especial, pero cuando estamos dentro extraños acontecimientos dan a entender que algo parecido a un espíritu habita entre sus paredes. La imposibilidad de huir obliga a la protagonista a hacer un salto hacia adelante e investigar los extraños acontecimientos.

Título original: Housebound

Año: 2014

Duración: 109 min.

País: Nueva Zelanda

Director: Gerard Johnstone

Guion: Gerard Johnstone

Música: Mahuia Bridgman-Cooper

Fotografía: Simon Riera

Reparto: Morgana O’Reilly, Rima Te Wiata, Glen-Oaul Waru, Cameron Rhodes, Millen Baird, Ross Harper, Bruce Hopkins, Ryan Lampp, Ian Murie, Wallace Chapman


Sabia mezcla de géneros en una gran película.

Cuando una obra te sorprende hasta parece que quede en segundo plano su calidad, es decir si en tu interior la puedes clasificar como buen o mala. Al televisivo Gerard Johnstone se le mete en la cabeza de que tiene que ser buena, y lo consigue, al menos en mi opinión. Viene muy al caso lo del término televisivo, puesto que Housebound encajaría perfectamente en el formato de mini serie, de 4 o 5 capítulos. No es que sus 109 minutos se hagan largos si no que, como explicaré a continuación, los continuos giros darían para algo más trabajado.


Tantas vueltas en un gran guión, hacen que nuestra innata afición a la clasificación quede hecha añicos y a medida que van pasando los minutos iremos cambiando nuestra idea inicial, hasta algo mucho más fascinante y novedoso. Cuesta mucho hoy en día que el espectador frunza el ceño extrañado ante lo que está viendo, aquí está plenamente logrado.

Lo que quizás se note demasiado es la procedencia del elenco del mundo de la TV, pero ante una producción de tanta calidad eso deja de tener ninguna consecuencia negativa, al contrario es como una nueva visión introducida al mundo cinematográfico, reforzada por unos planos increíblemente bien rodados y resueltos con soltura.

Kylie es condenada a nueve meses de arresto domiciliario en la morada materna. La casa en sí no parece muy especial, pero cuando estamos dentro extraños acontecimientos dan a entender que algo parecido a un espíritu habita entre sus paredes. La imposibilidad de huir obliga a la protagonista a hacer un salto hacia adelante e investigar los extraños acontecimientos.

Ya he comentado antes la calidad de un guión, también obra de Gerard Johnstone, que nos lleva por el interior de una historia a la que no le falta de nada, sustos, relaciones personales, sutiles escenas gore y personajes algo extraños. Esta última parte es de las pocas cosas negativas del film, hay algunos que sobran o no están lo suficientemente bien dibujados, y otros en los que la elección del actor no es la más acertada, por suerte, eso queda tamizado por una espesa trama que hará las delicias del público.

La fotografía de Simon Riera es magnífica ya que rodar en diminutos espacios, donde además pasan bastantes cosas, es sumamente difícil logrando dar la sensación de que esa casa parezca más un laberinto que un hogar dulce hogar.


En cuanto a las interpretaciones destacar a Rima Te Wiata, en el papel de sufrida madre y a Morgana O’Reilly en el papel de Kylie. Entre los secundarios, y como curiosidad, nombrar a Bruce Hopkins, viejo conocido por encarnar a Gamling El Viejo, guerrero de Rohan, en la saga de Peter Jackson, El Señor de los Anillos, en los capítulos El Retorno del Rey y Las Dos Torres.

Para acabar recomendar altamente su visionado, aquí viene lo difícil, no sé de qué estilo de películas de terror. La cosa está complicada, pero solo decir que os lo pasareis en grande viendo un producto muy bien rodado y perfectamente acabado.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan

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