Willow Creek review


Título original: Willow Creek

Año: 2013

Duración: 77 min.

País: Estados Unidos

Director: Bobcat Goldthwait

Guión: Bobcat Goldthwait

Música: Matt Kollar

Fotografía: Evan Phelan

Reparto: Alexie Gilmore, Bruce Johnson


Este bigfoot NO asusta.

Se pueden hacer films muy exitosos con un presupuesto ínfimo, eso ya ha sido demostrado, los presupuestos elevados en las producciones no es sinónimo de calidad. Muchas veces nos hemos topado con grandes películas hechas con lo puesto. Este NO es uno de esos casos.

La idea de un mockumentary sobre bigfoot es llamativa, pero si lo que finalmente nos ofrecen es una hora de humo y un final de risa no sirve de nada que la idea sea buena. En Willow Creek el resultado de esta ecuación es nefasto y eso no me ha gustado.

Una pareja viaja hasta el pueblo de Willow Creek, un lugar famoso por sus avistamientos del supuesto Sasquatch o Bigfoot para indagar en la leyenda. Primero con entrevistas a los lugareños y luego con trabajo de campo, intentaran encontrar la prueba definitiva de que ese ser mitológico realmente existe.

He de admitir que tras la brutal God Bless America me declaré fan del director, Bobcat Goldthwait, es por eso que la cita con Willow Creek era de obligada visión. Pero como suele ocurrir que un director haga un film genial no significa que todos sus trabajos vayan a ser de la misma calidad.

La idea para su nueva cinta era realmente llamativa ya que da mucho juego y siendo sinceros un bosque gigantesco de noche y más aun con una historia semejante de trasfondo acojona. Pero lamentablemente ni su guión, escrito por el mismo director, ni el ritmo acompañan a esta película lo más mínimo.

Dentro de las interpretaciones, todo recae en sus dos protagonistas, el resto de personajes son casi testimoniales. Alexie Gilmore y Bryce Johnson se compenetran bien en pantalla. Pero analizados por separado, él no transmite ninguna sensación de miedo, creo que podría realizar un gran duelo interpretativo contra Steven Seagal. En cambio a Alexie sí que nos la creemos, logra transmitirnos ese pánico, realmente parece que está muerta de miedo.

Si quieres ver media hora de entrevistas absurdas, quince minutos de senderismo, otros quince de primer plano de la protagonista gritando y de postre diez minutos de recta final bastante tensos y entretenidos, PERO coronados con un cierre de verdadero chiste, esta es tu película, de lo contrario ni te aproximes a Willow Creek.

Firma: Omar Parra.