Rogue River review


Título original: Rogue River

Año: 2012

Duración: 77 min.

País: Estados Unidos

Director: Jourdan McClure

Guión: Ryan Finnerty, Kevin Haskin

Música: Jermaine Stegall

Fotografía: Brian Hamm

Reparto: Michelle Page, Michael Rooker, Bill Moseley, Michael Cudlitz, Lucinda Jenney, Chris Coy, Art Alexakis


Sórdida e incestuosa a la par que predecible y poco original.

Rogue, el caudaloso río que cruza el estado de Oregón da nombre a la obra del debutante director Jourdan McClure, y nos arrastra con vehemencia al interior del lado más oscuro de la mente humana. La historia mil veces contada sigue la premisa de los survival horror más clásicos del cine de terror, pareja de desequilibrados que retienen contra su voluntad a una chica que no entiende muy bien porque le ocurre esto a ella.

A pesar de contar, en algunos momentos, con un argumento que parece sólido, en la mayoría de ocasiones la trama queda mal explicada y suceden cosas que no ayudan a entender muy bien el porqué de algunas circunstancias. Además de previsible, fuerza en demasía ciertos aspectos de la narración con la intención de crear desasosiego, todo resulta muy artificial y superfluo. Se detectan fallos de bulto en el redactado del guión, demasiadas situaciones están traídas por los pelos y se evidencia una tremenda falta de originalidad.

Sin duda lo mejor de la cinta es su reparto que, aunque cuenta con pocos integrantes, todos ellos tienen una dilatada trayectoria profesional. Como por ejemplo Bill Moseley que ha interpretado, de forma magistral, personajes del género tan conocidos como Otis B. Driftwood en La Casa de los 1000 Cadáveres y su gran secuela Los Renegados del Diablo. Esta vez da vida al perturbado llamado Jon Wall y lo hace de manera correcta, aunque lejos de sus mejores trabajos. También Michelle Page, como la sufridora protagonista de nombre Mara, realiza una interpretación bastante creíble.

La banda sonora que acompaña el film es sencilla pero eficaz a la hora de recrudecer las escenas más impactantes, si a todo esto añadimos unos efectos de maquillaje bien elaborados, tendremos unas escenas del todo macabras. Otro punto fuerte de la producción es el apartado técnico, el trabajo de fotografía en exteriores es notable y la gran cantidad de primeros planos ayudan a dar un aire más realista e intrusivo para el espectador.

La joven Mara, soporta con dolor y resignación la reciente pérdida de su progenitor. Por este motivo decide viajar al río Rogue de Oregón para, una vez allí verter las cenizas de su querido padre. En aquel solitario paraje conoce, de manera aparentemente fortuita, a un lugareño que se presenta como Jon Wall y que acarrea una pesada carga, a causa del fallecimiento de su hija. Jon ofrece a Mara cobijo para pasar la noche en la casa, que comparte con su esposa en un lugar cercano. La chica no tardará en darse cuenta de que ha sido una mala idea aceptar la invitación.

Olvidable película de terror que pasa de puntillas por un género en el cual ya está casi todo inventado. Aunque el trabajo técnico es correcto, las incuestionables carencias del guión hacen que no se cumplan las expectativas. Si hay que destacar algo positivo es su duración, que no pasa de los setenta y pocos minutos.

Firma: Sergio Bosch.