Lion review


En una casa en medio de bosque y rodeada de nieve, la pareja formada por un hombre alcoholizado y una mujer que mira para otro lado, conviven con una niña de 8 años que anda algo preocupada por el comportamiento de la pareja. Unos inexplicables ruidos rompen el silencio de la noche. La pesadilla ha empezado.

Título original: Lion

Año: 2017

Duración: 12 min.

País: Reino Unido

Director: Davide Melini

Guion: Davide Melini

Música: Francesco Tresca

Fotografía: Juanma Postigo

Reparto: Pedro Sánchez, Michael Segal, Tania Mercader


Aterradora historia de un deseo.

Si una cosa tienen en común los cortometrajes es el perpetuo intento de conseguir una perfecta concisión. Tienen que explicar algo más o menos coherente en un corto espacio de tiempo. Hay algunos que mueren en el intento presentando obras totalmente incomprensibles, aunque lo intenten adornar con una lujosa producción, con cabriolas técnicas incluidas, o con trasfondos intelectualoides aprendidos de no se sabe dónde. Hay otros, bastantes, que se empecinan en explicarnos su vida, por muy interesante que ésta sea. Entre el resto de vez en cuando saca la cabeza un producto digno de formar parte del Hall of Fame de un formato cinematográfico sumamente interesante.

Lion es un prodigio de precisión. Sus escasos doce minutos, que sacando los créditos casi se quedan en la mitad, dan para explicarnos una historia que acaba convirtiéndose en mágica, a pesar de tratar un tema escabroso y que hace daño solo con pensarlo.


En una casa en medio de bosque y rodeada de nieve, la pareja formada por un hombre alcoholizado y una mujer que mira para otro lado, conviven con un niño de 8 años que anda algo preocupado por el comportamiento de la pareja. Unos inexplicables ruidos rompen el silencio de la noche. La pesadilla ha empezado.

No queremos explicar más de lo necesario, pero Davide Melini consigue meter en una botella de medio litro, todo un universo que no escatima nada a la hora de abordar un tema el cual lo podríamos encasillar en la muestra más cruel de la perversidad humana. Todo esto está muy bien explicado. Quizá exagera un tanto al mostrarnos el comportamiento de los protagonistas, se supone que en aras a acortar el metraje, pero queda como algo un poco caricaturesco.

La simbología del rey de la selva da de lleno con ese sentimiento que nos aborda al tratar esos temas. Es como sacar de dentro de cada uno a la bestia, no como un apocalipsis, si no como una rebelión para acabar con la injusticia. ¿Quién puede con el majestuoso león que nos mira profundamente hasta llegar, con su mirada, a lo más hondo de nuestra mente?, desde luego no lo harán los aquejados del complejo de inferioridad que les hace hincharse como globos hasta quedar tirados en el suelo tras el zarpazo de Lion.

Bajando de las ramas vamos a hablar un poco del apartado más técnico. Su calidad raya a gran altura, estando mimados los más mínimos detalles en una producción exquisita. Notamos a faltar algo más de crudeza en las imágenes, enseñando a cuentagotas eso que tanto nos gusta.


Las interpretaciones enseguida las tenemos listas. Pedro Sánchez, Michael Segal y Tania Mercader completan el reparto sin poder destacar a ninguno en particular. Correctos.

Un corto para mirar con la curiosidad innata que os caracteriza. No os arrepentiréis ya que cuenta algo que os llegará a lo más hondo.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan