Nina Forever review


Título original: Nina Forever

Año: 2015

Duración: 98 min.

País: Reino Unido

Director: Ben Blaine, Chris Blaine

Guión: Ben Blaine, Chris Blaine

Música: Vicki Williams

Fotografía: Oliver Russell

Reparto: Fiona O'Shaughnessy, Abigail Hardingham, Cian Barry, David Troughton, Elizabeth Elvin, Bill Holland, Lee Nicholas Harris, Sean Verey, Phelim Kelly, Richard Sandling, Javan Hirst, Katharine Bennett-Fox


El terror se queda para siempre.

Los hermanos Blaine se estrenan en el mundo del largometraje con una obra que deja un gusto agridulce. El hecho de que sea su debut no exime que la analicemos como lo que es, una película de terror con alguna que otra arista.

Cine típicamente británico. Con una puesta en escena bastante vistosa, aprovecha el menor resquicio para plantarnos delante de nuestras narices escenas casi traídas del más allá, luego todo vuelve a la normalidad como si nada hubiera pasado hasta el siguiente sobresalto. Ese ir y venir provoca que estemos siempre en alerta. Hay que aceptarlo, es una manera de hacer cine que te guste o no tiene muchos seguidores.

La mezcla de géneros dentro de un mismo film es un arma de doble filo. En la parte más positiva tenemos que lo hace todo más ameno, o como mínimo variado. Corremos el peligro, no obstante, que si no está bien mesurado, una parte pese más que otra y decante el resultado final hacia allí. Esto le pasa a Nina Forever, la parte más dramática pesa mucho, lo que disminuye la truculencia, muy bien rodada por cierto, de la historia principal y su leitmotiv al fin y al cabo. El hilo conductor es la rocambolesca y original idea inicial. Más o menos sería la siguiente:

Ben, doctor en matemáticas, consigue ligar con Holly, una compañera del supermercado donde trabaja. Su ex-novia, Nina, fallecida en un accidente de tráfico, está todavía presente en su vida, además con bastante mala leche.

Lo mejor de la cinta son las apariciones por sorpresa de Nina, que lejos de estar putrefacta conserva todos los litros de sangre intactos, los cuales desparrama principalmente en el lecho, casualmente cuando su novio intenta rehacer su vida con Holly, una compañera de trabajo mucho más joven que él. La gran interpretación de Fiona O'Shaughnessy en el papel que da nombre a la cinta, salva los muebles en muchas ocasiones. Da una imagen entre terrorífica y tierna y su manera de moverse se parece más a un reptil que a una mujer cualquiera. Atentos a su voz entre sensual y aterradora.

El guión es correcto, pero como hemos comentado antes resalta mucho las partes más dramáticas de unas situaciones que se podrían haber rodado de manera más alegre. Parece buscar la lágrima fácil, cosa que la hace bajar unos cuantos escalones en la calidad global.

Junto con Abigail Hardingham en el papel de Holly, Cian Barry se sitúa entre dos mujeres de armas tomar. Dos personalidades a las que no tienen más remedio que entenderse. Una desde la Tierra, la otra desde el más allá. Para variar se llevan bastante bien. Cosas del cine.

Interesante película que por un pelo no acaba de ser redonda del todo. Le faltan esos centímetros recortados por algo que no viene muy a cuento. No obstante se deja ver. Pasaréis un buen rato.

Firma: Josep M. Luzán.