The House of the Devil review


Título original: The House of the Devil

Año: 2009

Duración: 93 min.

País: Estados Unidos

Director: Ti West

Guión: Ti West

Música: Jeff Grace

Fotografía: Eliot Rockett

Reparto: Jocelin Donahue, Tom Noonan, Mary Woronov, Greta Gerwig, AJ Bowen, Dee Wallace


Homenaje a los grandes del cine de terror.

Al comenzar a visionar esta película, uno tiene la sensación de hacer un viaje en el tiempo hacia la época dorada del cine de horror, los años 80. Desde el diseño de los títulos de crédito, al color de la fotografía, pasando por el vestuario de los actores, y a la banda sonora, todo esta enfocado claramente a rendir un sincero homenaje a creadores de la talla de Carpenter, Polanski o el mismo Don Coscarelli. En ningún momento el director Ti West busca el susto fácil, tan de moda en la actualidad, y no cae en el simple recurso de utilizar movimientos mareantes de cámara, o picos de sonido desorbitados. El ritmo de los tempos, totalmente pausados, busca el objetivo de crear esa atmósfera incierta de peligro, tan latente en las obras de aquella época.

Así como la puesta en escena, la estética cuidadísima, o la banda sonora son excepcionales, otra cosa es el guión o el argumento del film que, obviamente se queda en el intento de emular la obra maestra de Roman Polanski (La Semilla del Diablo de 1968). La historia narrada bien se podría haber realizado en treinta minutos de metraje, la parte media de la película es una secuencia interminable de escenas que no tienen nada que ver con el argumento, con la intención de crear ese clima de misterio que, sinceramente no consigue.

Samantha es una joven universitaria residente en el campus de Berkeley. Debido a una necesidad acuciante de dinero en efectivo decide aceptar un puesto de canguro en una casa de las afueras. Su sorpresa es mayúscula cuando la pareja contratante le comunica que no tienen hijos pequeños.

Técnicamente hablando el joven director Ti West ha logrado realizar una pequeña obra maestra, lastima del argumento tan escueto, que hace desmerecer el resto del trabajo. Solamente recomendable para nostálgicos del cine de terror de los 70’s y 80’s. Abstenerse jóvenes en busca de emociones fuertes.

Firma: Sergio Bosch.