Título original: Hemmet
Año: 2025
Duración: 89 min.
País: Suecia
Director: Mattias Johansson Akoglund
Guion: Mattias Johansson Akoglund, Mats Strandberg
Música: Tóti Gudnason
Fotografía: Malin LQ
Reparto: Philip Oros, Anki Lidén, Gizem Erdogan, Malin Evanon, Lili Whalsteen

Ancianos, pañales, terror y ¿fantasmas?
En su tercera película, el sueco Mattias Johansson Akoglund coloca al espectador frente a un hecho ineludible: la vida es imparable y cuando la vejez alcance a nuestros padres, la balanza se desequilibra porque ha llegado el momento en que nosotros, que fuimos cuidados de niños, debemos hacernos cargo de ellos. Pero qué ocurre si esas personas que nos cuidaron se han transformado en algo parecido a un monstruo egoísta que devora tiempo y energías, si son perfectos desconocidos.
Tras sufrir un derrame cerebral, Monika estuvo clínicamente muerta durante minutos, tras lo que quedó seriamente dañada y sus hijos, el siempre agradable Bjorn y el rebelde Joel, deben hacerse cargo de llevar a su madre a una residencia de la zona y vender la casa en la que todos vivieron de niños. Monika, aturdida por tanto cambio, empieza a comportarse de forma errática mientras afirma que Bengt, el violento y malvado padre de Bjorn y Joel, ha regresado junto a ella desde más allá de la muerte. Todo el mundo cree que Monika está mostrando síntomas de demencia pero… que ocurre si todos los habitantes del geriátrico empiezan a notar extraños acontecimientos y sienten que hay algo/alguien más con ellos. La violencia, tanto verbal como física, empieza a expandirse como semillas…
Joel y su amiga de la adolescencia, nina, que ahora trabaja en la residencia, deben buscar soluciones y llegar al fondo del asunto… Antes que Monika se pierda en su cabeza sin poder regresar.
Hemmet podría convertirse en un dramón en otras manos, un Amor de Michael Haneke megavitaminado y repleto de tristeza, mocos y pañales pero aunque Johansson Akoglund no evita del todo este camino, lo cierto es que prefiere centrarse en los elementos terroríficos de la vejez – que están ineludiblemente anclados a las arrugas físicas, psicológicas y mentales – y subirse a la liga de Shyamalan en La Visita o muy especialmente The Taking of Deborah Logan en la que Adán Robitel se marcó un atinado coctel de found footage, alzhéimer y terror. La película es sencilla y claramente barata – pocas localizaciones, menos personajes -, aplicando la formula Blumhouse no por ahorrar sino para maximizar un presupuesto que se siente bien aprovechado; el guion también aplica la economía de medios ya que la historia se encarrila al terror con mucha rapidez, apoyándose en personajes que se reencuentran después de muchos años y que intentan retomar relaciones que ya no funcionan. La historia de Johansson acierta en la relación madre/hijo con la anciana Monika y el autodestructivo Joel, pero al añadir el personaje de Nina, la antigua mejor amiga de Joel, pierde el foco porque salimos de esos lugares donde el malvado en vida Bengt aplicó su tiranía de terror y violencia, el hogar familiar, junto a su nuevo dominio: la residencia de ancianos.
Es de agradecer al director/guionista que sea capaz de aunar el terror y la vejez de esta forma, usando con potencia algo tan triste e irreversible como la demencia senil, que da lugar a situaciones tensas y repletas de mal rollo – inolvidable la anciana atrapada en su papel de secretaria, o la que grita “muerte” una y otra vez – e incluso esas gotas de J-Horror y los momentos de terror físico funcionan con gran fuerza, al mismo tiempo que mantiene las riendas de la historia hacia un crescendo cuyo final tal vez sea algo ya visto pero que al mismo tiempo rebosa lógica.
El casting es preciso con Philip Oros y Gizem Erdogam como los “jóvenes” y destacar el gran trabajo de Anki Lidén, actriz de largo recorrido que interpreta a la anciana Monika que es capaz de moverse fluidamente entre lo frágil y lo terrorífico; aunque hay ancianos y ancianas que, a tenor de la ficha de la película, tienen carrera artística, lo cierto es que muchos se notan amateurs pero logran de lejos su objetivo: intimidar, dar mal rollo y en su último tercio, convertirse en algo muy peligroso.
Hemmet es una cinta honesta, que juega bien sus cartas desde el primer giro y aunque no sea novedosa, sabe ir creciendo hasta un último tercio que entremezcla previsibilidad con tensión. Entra sin miedo, la vejez te espera.
Firma: Javier S. Donate.
🎬 VOD
Tras sufrir un derrame cerebral, Monika estuvo clínicamente muerta durante minutos, tras lo que quedó seriamente dañada y sus hijos, el siempre agradable Bjorn y el rebelde Joel, deben hacerse cargo de llevar a su madre a una residencia de la zona y vender la casa en la que todos vivieron de niños. Monika, aturdida por tanto cambio, empieza a comportarse de forma errática mientras afirma que Bengt, el violento y malvado padre de Bjorn y Joel, ha regresado junto a ella desde más allá de la muerte. Todo el mundo cree que Monika está mostrando síntomas de demencia pero… que ocurre si todos los habitantes del geriátrico empiezan a notar extraños acontecimientos y sienten que hay algo/alguien más con ellos. La violencia, tanto verbal como física, empieza a expandirse como semillas…

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