Entrevista a Marisa Crespo, Moisés Romera y Roser Tapias, directores y protagonista de Tú no eres yo


¿Cómo os repartís las tareas de trabajo?

Moisés Romera: Cuando escribimos tenemos un portátil y vamos sobre la marcha los dos a la vez. Es complejo porque además de coescribir, coproducir y codirigir somos también pareja. Esto tiene pros y contras: a veces no puedes escapar del estrés al mezclar lo laboral y lo personal. Por otro lado, existe entre nosotros una confianza, comprensión y unión al 100%.

Marisa Crespo: Estamos perfeccionando la técnica para escribir a cuatro manos los dos a la vez en el portátil (risas).

Moisés Romera: Por supuesto, hay días que chocamos porque somos los dos muy cabezones y opinamos diferente. La solución es fácil: cerramos el portátil y pasamos a otra cosa hasta el día siguiente, cuando ya se han calmado las aguas y todo suele fluir bien.

Marisa Crespo: Respecto a la dirección lo trabajamos todo mucho en la pre, y luego en rodaje yo estoy más con el acting y Moisés con los técnicos, aunque a menudo nos intercambiamos o estamos los dos a la vez.

Moisés Romera: La parte más dura y estresante es la de producir, ahí pueden haber sudores fríos y noches de insomnio. La parte creativa siempre es la más divertida.



¿Cuál fue el germen de Tú no eres yo?

Marisa Crespo: La mayoría de nuestros trabajos terminan hablando sobre relaciones familiares. La idea surge a partir de una anécdota que nos contó un amigo sobre otro amigo que había estado de Erasmus, un año sin ver a su familia y al volver los notó cambiados. Aunque no es exactamente lo que sucede en Tú no eres yo, no te voy a decir el porqué de este cambio, para no spoilear la película... A raíz de esta anécdota, pensamos en una persona que vuelve a casa y descubre que su familia está cambiada, y además hay una persona extraña viviendo con ellos a la que tratan como un hijo.

Moisés Romera: Además la película tiene muchos detalles nuestros personales. Sí, en el guion hay muchos momentos, o piezas, que son autobiográficos. Al final, la película trata sobre la auto aceptación familiar y el precio a pagar por ello. Eso sí, a la vez hemos intentado darle una estructura y una trama para que sea atractiva al público.

Marisa Crespo: en la mayoría de nuestros trabajos acabamos hablando de las relaciones familiares, no sé qué nos pasó de pequeños… (Risas).



De alguna forma tanto en el corto de 9 Pasos como en Tú no eres yo, el elemento familiar se rompe al entrar lo sobrenatural.

Moisés Romera: Ya se puede decir que estamos un poco traumatizados por nuestras familias, total no van a ver la película (risas). La verdad es que hemos rodado muchos cortos, de varios palos y tonos diferentes desde drama hasta comedia, pero casi siempre la parte familiar era lo que nos motivaba para ello.

Marisa Crespo: Sí, bueno, hemos tenido unos padres muy estrictos de los que nos enseñaban a nadar haciéndonos aguadillas. Yo me acuerdo de estar en el río del pueblo y mi padre me decía: “Ven, ven, que te voy a enseñar a nadar. A fuerza de que te hunda…”. Seguramente en esos momentos la Marisa niña deseaba que apareciera el monstruo del pantano y que le hiciera una aguadilla a su padre. Lo sobrenatural imponiéndose a la realidad.



Hay muchos apuntes de tensión a lo largo de la película, se juega con el veganismo, el animalismo con la historia de los cerdos e incluso hay un momento donde dejáis caer que igual puede haber canibalismo.

Moisés Romera: Era un apunte. También tenemos una relación muy especial con los cerdos (risas). Yo personalmente no como cerdo desde hace más de quince años, y es algo muy personal: me invitaron a la matanza del cerdo y me impactó porque el animal me miró a los ojos antes de que lo degollaran. Nosotros contratamos a distintos cerdos para la película, pero eran cerdos para cine.

Marisa Crespo: Sí, la película busca tensar e incomodar en algunos momentos al espectador, y el momento “canibalismo” funciona muy bien. Volviendo a los cerdos, lo cierto es que ellos no sufrieron, pero nos hicieron sufrir muchísimo en el rodaje.

Moisés Romera: Nos aseguraron que los cerdos eran muy inteligentes, que estaban amaestrados como los perros… Y nos engañaron porque un plano de tres segundos nos costó cinco horas nocturnas.

Roser Tapias: La cerda se llamaba Juanita y había rodado Torrente. Salió de la furgoneta y la tía se echó a la acequia.

Moisés Romera: luego al día siguiente se escapó y los de producción buscando por los huertos.

Roser Tapias: pobre Juanita. Daba un poco de miedo acercarle los dedos (risas).



Roser, tú te echas la historia sobre los hombros y tu personaje siempre está al límite. A la hora de rodar cómo te preparaban para llegar a ese nivel de tensión.

Roser Tapias: el personaje de Aitana tenía que estar a un nivel alto no sólo por lo que le pasa sino también porque se genera una duda sobre si ella está bien mentalmente. Para mantener esta duda había que llevarla a niveles de intensidad muy alto. ¿Cómo lo hice?, con esta directora, este director, mucha concentración y mucho trabajo…

Marisa Crespo: Mucho trabajo. Ensayamos muchísimo, y además Roser es un talentazo. Tuvimos mucha suerte de encontrarla porque nos presentó una Aitana que jamás hubiéramos pensado.

Roser Tapias: Y de un buen guion suele salir con facilidad, y encima con un pedazo de equipo.

Marisa Crespo: Y lo que sufriste con el calor.

Moisés Romera: Fue muy duro. Tuvo dos lipotimias.

Roser Tapias: Bueno, es que rodamos en Agosto en Valencia, simulando que era invierno con todo el calorazo, con ropa de abrigo y encendiendo la chimenea porque queríamos tener fuego.



¿Cómo llegasteis a trabajar con Roser?

Moisés Romera: Se nos cruzó en el camino… Y tuvimos mucha suerte.

Roser Tapias: generalmente en estos casos suele haber un casting pero la verdad es que nos entrevistamos, fue una especie de reunión y estuvo muy bien porque un casting suele resultar algo muy incómodo y puedes hacer un 15% de lo que quieres mostrar. Pero reunirme con ellos me dio muchísima confianza. Para mí el interpretar películas es algo diferente a las series de televisión, porque es un tiempo de rodaje concreto y tienes la ventaja de poder dibujar todo el arco del personaje aunque no ruedes cronológicamente. Es como un puzle en el que puedes ser más minucioso.

Moisés Romera: Pero aun así siempre hay un riesgo, aunque trabajes con una actriz, digamos, “más reconocida”, siempre hay riesgo porque igual puede ser peor para el rodaje y para la película. En este caso apostamos y fue un acierto.

Marisa Crespo: nosotros solemos tirar de recomendaciones y luego investigamos. Alguien nos habló de Roser, y en cuanto vimos alguno de sus trabajos quisimos conocerla, porque intuimos que podría ser la actriz perfecta para interpretar a Aitana.



¿Roser, qué crees que aportaste a Aitana?

Roser Tapias: Mi emocionalidad, al final los personajes son muy diferentes en función de quien los interprete, la diferencia está en el punto de vista y yo creo que arriesgué mucho y me tiré a la piscina.

Moisés Romera: Yo estoy súper agradecido, sin alguien que lo hiciera como tú la película se caería.

Marisa Crespo: Para mí lo que aportó fue un toque de elegancia que nuestro personaje no tenía. Elegancia y un punto de dulzura que Aitana no tenía sobre guion.

Moisés Romera: Sí, era un poco más punki, más mamarracha sobre el papel.

Roser Tapias: Yo les decía que era muy difícil que Aitana cayera bien, daban ganas de zarandearla. El resto estaba en ser funambulista y mantenerse en la línea para que no cayera irritante.

Marisa Crespo: La idea es que el espectador vaya empatizando con la protagonista conforme avanza la película, porque todos somos un poco Aitana si nos pasa lo mismo que a ella.

Moisés Romera: También depende de la familia en que se haya crecido. Hay gente que crece en una familia ideal y es lo mejor que le ha pasado en la vida y justo al otro lado están los de “uff, mi familia me ha jodido la vida”. En función de la familia del espectador entrará de una forma u otra.



En Tú no eres yo encontramos un montón de idiomas, valenciano-catalán, inglés, portugués, alemán… ¿Esto surgió desde el principio o fue mutando según avanzaba el proyecto, porque a la hora de comercializarla igual puede perjudicarlo?

Moisés Romera: es una película muy pequeña financiada a nivel valenciano, con una serie de ayudas que pedían el valenciano como el idioma mayoritario. Podríamos haber hecho el 100% de la película en valenciano, pero queríamos darle un toque más internacional, luego Yapoena Silva que hablaba “portuñol”, procede porque arrancamos el proyecto como una coproducción con Portugal que finalmente se cayó, pero la producción ya estaba en marcha y decidimos tirar para adelante.

Marisa Crespo: También se habla farsi, en la oración de Nicolás.

Moisés Romera: Sí, un “padre nuestro” pagano.

Marisa Crespo: Y con esto ocurrió una cosa muy extraña, costó muchísimo traducirla porque lo redactamos en castellano. Conocíamos a un director iraní con el que teníamos muy buena relación y dijo que nos la traducía sin problemas. Pero cuando lo leyó quería saber de dónde lo habíamos sacado y no quiso traducirlo. Creía que la habíamos sacado de algún libro sagrado, que era una oración real. Con tres o cuatro personas más nos ocurrió lo mismo: todo bien hasta que llegaba el texto para traducir y se negaban hasta que una mujer de origen iraní dijo que lo hacía siempre y cuando permaneciera en el anonimato, que no saliera en créditos.

Moisés Romera: Suponemos que fue por superstición. Quizá en Irán hasta la gente más progresista, o menos religiosa, tiene un punto tradicional. No existe ese punto aséptico como en nosotros, fíjate que la chica que nos lo tradujo es una escritora que vive en Europa.



Dices que se fueron cayendo distintas productoras. ¿Cuánto tiempo tardasteis en levantar el proyecto?

Moisés Romera: Registramos la primera versión de guion en el 2015, luego empezamos con el largo 9 Pasos y cuando se retrasó la financiación volvimos a Tú no eres yo que es una película más pequeñita. Recibimos una ayuda en el 2020 y a partir de ahí empezamos a intentar conseguir el resto de la financiación en contacto con distintas productoras… una belga, otra irlandesa, latinoamericanas, y arrancamos el rodaje en el 2022. Es un proceso normal, aunque hoy en día lo más cómodo es que venga una plataforma potente y se encargue de todo.



Aunque tocáis muchos temas profundos, las relaciones humanas, entre distintas razas, tema social, el amor… ¿No os habéis dejado llevar por las nuevas corrientes dentro del terror tipo Ari Aster o Jordan Peele?

Moisés Romera: Mi opinión es que me interesa el terror, pero no soy un friki sino que busco un terror que me pueda dar algo más. El terror lleva décadas autocopiándose por razones comerciales y es muy difícil evitar los clichés o encontrar algo diferente. Las películas de terror pueden ser buenas o malas, por ejemplo un productor con el que hablamos utilizó el concepto de Terror elevado, que se usa para decir “no es solo terror porque se hablan de más cosas aparte del terror”. Aunque lo puedo entender como una herramienta de venta, no me gusta ya que las películas de terror que han destacado en las últimas décadas, todas tienen un componente social o emocional que va más allá de cuatro sustos. Tú ves La semilla del diablo o Border y anda que no tiene lecturas sociales o familiares… Dicho esto, me molesta que a la hora de buscar la financiación, a veces se valora la inclusión de justificaciones sociales o más allá de que la historia sea buena o que interese. Si la tendencia se está transformando en una imposición no me gusta, aunque me considero una persona concienciada socialmente, porque va en contra de la creación, del cine y de la industria.

Marisa Crespo: En nuestro caso, no nos imponemos temas. Cuando escribimos, lo hacemos sobre cosas que nos importan, siempre ha habido temas sociales o personales que nos resultan interesantes y los mostramos o a veces son cosas banales. En ocasiones estás viendo una película de género y sientes que el tema social está metido con calzador. Pero también hay títulos de género donde el tema social se muestra como algo natural, se disfruta y no te chirría como en Déjame Entrar o The Innocents. Aunque puedo entender a la gente que igual lleva años intentando levantar un proyecto y decide añadirle el punto social porque quizás le resulte más fácil obtener financiación. Es una opción.



Es muy interesante que siendo una película de terror, os tomáis vuestro tiempo para que aparezca el género y nunca lo remarcáis.

Moisés Romera: Si haces una película tienes que conectar con el púbico. Es cierto que a cierta gente la encanta la sangre y las cabezas volando, pero si quieres llegar a más público tienes que emocionarles con algo que les importe, tienes que generar empatía y eso lo consigues a través de personajes bien dibujados y subtramas como los amigos, la familia, o un tema social. Eso es una cosa que funciona como aglutinante.

Marisa Crespo: No queríamos hacer una película de plantilla. Esto es algo que buena parte del público agradece, quien espera sangre y cabezas volando, tiene que tomarse su tiempo, como tú dices.



¿Roser, entonces tu experiencia con el género es positiva?

Roser Tapias: Pues sí, mira. Ha sido mi primera vez y la verdad es que lo he disfrutado mucho porque te permite jugar a fondo. Arriesgar y tirarte a la piscina siempre es un placer.

Es curioso la de películas de terror que se ambientan en las navidades.

Moisés Romera: En este caso, nuestra historia tiene relación con las Saturnalias romanas, una festividad de antes de la era cristiana.

Marisa Crespo: Al margen de esto, en mi caso muchas veces las navidades se convierten en una pesadilla. Hay gente que se lo pasa muy bien y otras personas no (risas).

Roser Tapias: A mí me encanta pasar la navidad en familia.

Moisés Romera: A cada uno le toca su familia, para bien o para mal.



¿Qué podéis decirnos del actor que interpreta al hermano de Roser?

Marisa Crespo: Es Jorge Motos, lo vimos en la película Lucas de Álex Montoya. Nos gustó mucho su interpretación y buscábamos actores que compartieran rasgos físicos con Roser, y aparte por referencias sabíamos que trabajaba muy bien. Y al verlos juntos era una delicia porque les sentía como hermanos, esas miradas y complicidad.

Moisés Romera: En una de las primeras conversaciones con él estuvimos hablando sobre que enfermedad degenerativa padecía Saúl ya que no la nombramos específicamente en la película. Una vez decidimos que sería la ELA, Jorge empezó a informarse, nos comentó que acudió a la asociación ADELA a charlar con sus psicólogos y cuidadores, y vio algunos documentales. Hasta usó una prótesis en la boca para dificultar el habla.



Al final de la película lanzáis al espectador la pregunta de ¿Qué harías tú?

Moisés Romera: Buscábamos un final provocador y eso creíamos, hasta que vimos en un programa de televisión una encuesta donde preguntaban “dejaría usted morir a un desconocido por salvar la vida de su perro” y de cada diez personas nueve personas dijeron que sí porque “si no lo veo y no le conozco”. Y la décima persona, la que dijo que no, volvió para decir que se lo había pensado y que también respondería “si” (risas). Es duro y cruel, pero me temo que la mayoría de personas en la intimidad son/somos bastante egoístas.

El personaje de Aitana tiene unos grandes valores sociales pero luego aplicamos esa frase de Nietzsche “todo lo que se hace por amor está por encima del bien y el mal”. De todo esto queríamos hablar en la película.

Marisa Crespo: era la historia que queríamos contar. Buscábamos un final controvertido, que fuera feliz o infeliz según cada espectador, y por las conversaciones que hemos mantenido con el público, vemos que se genera debate, y que muchos entran en el dilema que plantea la película.

Roser Tapias: Además plantea algo muy interesante: Aitana llega con un niño adoptado, racializado, ella es lesbiana pero luego le perturba mucho la idea de encontrar a otra persona extranjera durmiendo en su propia cama. Esa doble moral creo que está muy bien explicada.



Me ha gustado mucho la música que es muy elegante e incluso pastoral. ¿Le disteis alguna indicación a Joan Vila?

Moisés Romera: Le dimos muchas indicaciones porque él iba por un camino más clásico, más orquestal. Nosotros queríamos una película que generara extrañeza, buscamos una música poco usual, extraña tanto en composición como instrumentos. Incluso él mismo, por primera vez, ha usado su voz para generar coros. Tiene mucho de experimental a veces.

Marisa Crespo: Trabajamos duro con Joan porque nos costó mucho encontrar el punto. Joan es un músico con mucho talento y mucha paciencia, que es importante. Al final acabamos todos muy contentos. Y en el próximo trabajo contamos con él, un corto llamado Pálpito, un thriller seco.



La fotografía también está muy cuidada, ha sido realizada por Víctor Entrecanales. ¿Qué nos podéis contar?

Marisa Crespo: Era la primera vez que trabajamos con Víctor y estamos muy contentos. En una película pequeña como esta, un DOP debe ser rápido y resolutivo y Víctor fue siempre a favor. En nuestro siguiente trabajo hemos vuelto a contar con él.

Moisés Romera: Es una peli oscura. Se rodó en un 95% de noche y fue agotador para todos. Dimos a Víctor algunas referencias y confiamos en él y su dilatada experiencia. Estamos muy contentos con el resultado, pues el aspecto de la película la hace crecer.



¿Y cómo tenéis el proyecto de 9 Pasos?

Marisa Crespo: Tenemos confirmada una parte de la financiación y nos hemos puesto a buscar el resto. Este año veremos qué sucede.



¿Película de terror favorita?

Moisés: La última película que me estremeció fue Funny Games de Haneke.

Roser: Una que me recomendaron Moisés y Marisa, Déjame Salir que usé como referencia

Marisa: Border de Ali Abbasi, también Déjame Entrar me gustó muchísimo.