Los hombres detrás del sol review

Durante la segunda guerra mundial los japoneses invadieron territorio chino, a su paso crearon campos de concentración, uno de los más temidos fue el que custodiaba el temido Escuadrón 731, dedicado a desarrollar armas químicas y bacteriológicas para lo que no dudaron en utilizar en nombre de la patria y de la ciencia a seres humanos y animales sin ningún tipo de escrúpulo.

Título original: Hei tai yang 731

Año: 1988

Duración: 105min.

País: Hong Kong

Director: Tun-Fei Mou

Guion: Mei Liu, Wen Yuan Mou, Dun Jing Teng

Reparto: Gang Wang, Dai Yao Wu, Runshen Wang, Zhe Quan, Zhaohua Mei, Tie Long Jin, Jiefu Tian, Bolin Li, Michael Dreselly Thomas, Jianxin Chen


Relato de uno de los acontecimientos más crueles de la historia.

Desgraciadamente, la historia está llena de genocidios, peor todavía si repasamos nuestra historia cercana, la que consideramos avanzada e incluso moderna, y es que en los últimos cien años se han dado tantos casos que es fácil perder la esperanza en el ser humano, por ello este tipo de obras son una herramienta para recordar y hacer saber a aquellos que no lo conocen todavía hasta que bajeza moral y niveles de maldad es capaz de alcanzar el hombre.


Durante la segunda guerra mundial los japoneses invadieron territorio chino, a su paso crearon campos de concentración, uno de los más temidos fue el que custodiaba el temido Escuadrón 731, dedicado a desarrollar armas químicas y bacteriológicas para lo que no dudaron en utilizar en nombre de la patria y de la ciencia a seres humanos y animales sin ningún tipo de escrúpulo.

Aunque con la sinopsis ya os podéis hacer una idea, esto no va a ser ni de cerca un trabajo para todos los públicos, es una obra creada en 1988 en la que la brutalidad y la falta de escrúpulos son mostradas sin censura ni reparo para tratar de contar alguno de los actos viles que allí se cometieron, es una película dura de ver y difícil de olvidar que a nadie con corazón puede dejar indiferente.

El director chino Tun-Fei Mou no especula demasiado a la hora de contar los acontecimientos, y aunque es poco sutil y un poco tramposo en algún punto de la película con el objetivo de tocar nuestras emociones, además de mostrar que no sólo los chinos fueron las victimas de la locura japonesa imperialista, como hace con la relación entre los más jóvenes del batallón japones y un chico mudo, al más puro estilo de Steven Spielerg con El imperio del sol, solo un año antes que esta obra, los acontecimientos hablan por si solos, siendo tan grave y tan exageradamente duro que no importa en exceso la manera tosca del director.

Incluso teniendo en cuenta de dónde venimos y a pesar de que el director se apresuró a comentar que todas las escenas con animales estaban realizadas con mecanismos y técnicas de dirección para no dañarlos, tengo mis serias dudas con lo que la crueldad animal podría ser un tema presente en la obra, así que precaución doblemente para personas sensibles.

Al igual que en otras películas, la volatilidad con la que los militares japoneses ofrecen su vida a cambio de cosas prácticamente secundarias adornadas con falso simbolismo me sigue sorprendiendo, pero ayuda a entender también la mentalidad obcecada que lleva a todos estos militares a permitir a unos dirigentes locos llegar a estos extremos y permitirles ideas como la del eufemismo “maruta” para referirse a un ser humano como si de un tronco de madera se tratase.


En el trabajo artístico destacaría al actor Gang Wang quien logra dibujar a la perfección al general sádico y loco responsable de tal división.

No son pocas las películas relacionadas con el escuadrón 731 y aunque dudo que tengáis ganas de darle continuidad al tema después de este visionado, añado los títulos Los hombres detrás del sol 2: El laboratorio del diablo y Men Behind the Sun 3: A Narrow Escape del director Godfrey Ho y Black Sun: The Nanking Massacre de Tun-Fei Mou.

Es enriquecedor recordar estas barbaries con el objetivo de concienciar y evitar que llegue a volver a suceder, lamentablemente el auge de los partidos extremistas en todo el mundo, así como las continuas guerras civiles en África nos hacen ver que hemos fracasado, y que aunque es lo último que se pierde, la esperanza ya nos abandonó hace tiempo para entrar en un ciclo histórico de creación y destrucción en que los más débiles son siempre los peor parados pero de lo que nadie sale indemne.

Firma: Gerard FM.
@tmagerard

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