Entrevista a Jacques Molitor, director de Wolfkin


Wolfkin tiene muchos puntos en común con la película Wold Children de Mamoru Hosoda, ambas tratan sobre la licantropía como elemento hereditario, la identidad y como el entorno coarta el libre albedrio, pero tú lo abordas desde el género de terror y uniéndolo con el tema de la inmigración.

Nunca he visto esa película. Hay una película que aborda el tema de niños lobo, en este caso es una brasileña que se llama Werewolf Children, trata desde el punto de vista de la alta sociedad y las personas que viven en la periferia. En cuanto a la situación de los inmigrantes, he querido abordar la cuestión de cómo se explota a la gente. Lo que está pasando ahora mismo en Luxemburgo o como lo que ocurría en el siglo 18 o 19 con los esclavos, que es lo que está sucediendo hoy en día, todos tenemos IPhone y hay niños en África que están siendo explotados para conseguir los minerales que necesitamos en el mundo occidental.

Vemos en la situación de la película que la familia es de Luxemburgo, y supuestamente también sabemos que posiblemente, se han hecho ricos explotando a personas de fuera. Y otra cuestión que considero interesante es que la gente que llega a Luxemburgo, aunque tengo un buen trabajo, le cuesta adaptarse o ser aceptados como luxemburgueses, porque es una sociedad muy anclada en lo suyo y no suele dejar que la gente que llega de fuera pueda entrar en la sociedad.


Al hilo de esto que cuenta, hay una sensación de luchas entre la tradición y la modernidad, ciudad contra el campo, inmigrantes contra la alta sociedad.

Es algo cíclico, la clase dominante no puede mantener el poder siempre porque le mundo está cambiando, y por supuesto el mundo se está convirtiendo en algo más global porque la gente no quiere vivir en una jaula de oro. Hay que repartir parte del pastel y usar el poder para ayudar a los que lo necesitan. No solo tiene que ver con la inmigración, también tiene que ver con el clima. Luxemburgo en un país muy rico, donde la inmigración funciona porque tenemos mucho dinero y la mayoría de los extranjeros trabajan en puestos bastantes altos, así que damos muchas posibilidades a las personas menos favorecidas.


A la hora de diseñar el licántropo, tiene menos elementos fantásticos y más de enfermedades hereditarias como el hirsutismo, el raquitismo. ¿Es para buscar el aire realista?

Si, buscaba un elemento de body horror. No está presente en la película, no se habla de ello, pero es como si realmente fuera una enfermedad que el niño sufre, y ver los cambios corporales. Porque estamos hablando de la transición de la violencia más como una maldición genética que de algo fantástico.


La familia protagonista es una familia de “raíces podridas” porque hablan de que se extingue su progenie, hay un aire de decadencia que también se nota en la casa y en el vestuario.

Lo que queríamos hacer es que todo fuera muy anticuado, que tuviera restos de colonialismo. Aunque hay elementos modernos como la televisión y demás, se siente de mal gusto respecto al elemento antiguo de la casa que es muy bonito. Me han influido mucho esas casas coloniales que tienen porcelana de china, elementos africanos del siglo XIX, no es algo que notes de inmediato al ver la película pero quería mostrar una forma de vida que ya desaparecía y a la que se agarra la familia protagonista.


El niño protagonista, Victor Dieu, lleva gran parte de la película sobre sus espaldas, ¿Qué buscabas en él cuando hacías el casting?

Es curioso, pero el casting era para el teaser, hace cuatro años. Hice casting a unos 35 niños de la región, pero sin darle mucha importancia porque el teaser iba a durar unos dos minutos así que no importaba mucho en ese aspecto. Buscaba un niño que tuviera una cara un poco más rara, algo que no sea clásicamente hermoso, porque todavía no era tan “miembro de la familia Urwalt”, nos encontramos a Víctor que había recibido clases de teatro en su colegio, pero que jamás había interpretado. De inmediato fue muy fácil trabajar con él porque en el teaser tenía que interpretar unas escenas muy técnicas y aunque subestimé lo difícil que iban a ser esas escenas, lo hizo muy bien. La primera imagen era en un bosque con un dron y él tenía que lanzarse sobre alguien. Tardé un tiempo en conseguir la financiación para el largometraje, terminar el guion, luego el COVID y el confinamiento… Al llegar el rodaje no estaba seguro de que fuera el adecuado e hicimos más castings, pero siempre terminaba volviendo a él y me dije “Qué fácil quedarme con el mismo niño”, pero ya tenía una relación muy fuerte con los padres del niño, hablamos del guion, y cuando encontramos a la Actriz, hicimos pruebas entre ella y los finalistas. Salté al vacío con su elección. La actriz, Louise Manteau, solo había hecho cortos y pequeños papeles, los productores tenían miedo de que no funcionaran en un largometraje y con tanto elemento técnico.


Desde la primera proyección hasta hoy en día, el feedback ha sido muy positivo allá donde se ha proyectado. ¿Podrías hacer una valoración?

Escucho lo que dice la gente, los comentarios en Letterbox, en IMDB. Y todo es muy positivo, tenemos muchas cuatro estrellas de la gente y de la crítica. Funciona con el público, que se sorprende porque creen que va a ser más terror, por las fotos, algunas se ven decepcionadas pero la mayoría son muy positivos.


¿Qué puedes contarnos de tus próximos proyectos?

Estoy reescribiendo un antiguo guion, para el que me han contratado. No estoy seguro de si saldrá la película. También un proyecto en Luxemburgo, es más cómica pero hay elementos macabros, trata sobre la vida más allá de la muerte. Y ahora también llevo varios pitches con el mismo guionista de Wolfkin, para intentar levantar un proyecto grande con elementos de fantasía, ciencia ficción y terror. Tiene que ver con elementos ecologistas y cuestiones de identidad.


¿Película de terror favorita?

Uff, siempre hay varias. La Mosca de David Cronemberg y, probablemente, Hellraiser de Clive Barker, que son del mismo año. También El Espinazo del Diablo de Guillermo del Toro, creo que es una película que tiene mucho que ver con Wolfkin.