Baby Blood review

Yanka es una joven que ha sido “embarazada” por una criatura desconocida de apariencia y puede que también de procedencia alienígena, este ser que ahora reside en el interior de la joven y que se comporta de manera parásita se alimenta únicamente de sangre, por lo que le hará cometer atrocidades con el objetivo de crecer y desarrollarse.

Título original: Baby Blood

Año: 1990

Duración: 88 min.

País: Francia

Director: Alain Robak

Guion: Alain Robak & Serge Cukier

Música: Carlos Acciari

Fotografía: Bernard Dechet

Reparto: Emmanuelle Escourrou, Christian Sinniger, Jean-François Gallotte, Roselyne Geslot, François Frappier, Thierry Le Portier, Rémy Roubakha


La cinta francesa que no conocías y debes ver.

Me he llevado una agradable sorpresa de las que hace realmente mucho tiempo que no me llevaba, rescatar una película del periodo de los noventa que no tenía ni tan solo en mi punto de mira. Si estás en la misma tesitura sigue leyendo porque esta es la cinta francesa que no conocías y debes ver.


Yanka es una joven que ha sido “embarazada” por una criatura desconocida de apariencia y puede que también de procedencia alienígena, este ser que ahora reside en el interior de la joven y que se comporta de manera parásita se alimenta únicamente de sangre, por lo que le hará cometer atrocidades con el objetivo de crecer y desarrollarse.

Tras el hallazgo la investigación posterior para saber de donde ha salido esta curiosa obra oculta para mi, ha aportado más incógnita todavía pues su responsable el director francés y coguionista Alain Robak no tiene mucha trazabilidad en cuanto a la dirección por así decirlo ya que además de Baby Blood tiene un par de obras más Irena et les ombres (1987) y La Taule (2000) y ha participado en un par de antologías, Adrenaline (1990) con una historia llamada Corridor dirigida con detalle sobre una versión en túnel de pruebas por la supervivencia, para que os ubiquéis los más jóvenes, al estilo Saw solo que catorce años antes, protagonizada por un actor que también aparece en la película que nos ocupa hoy, el prolifero Jean-François Gallotte, un corto muy inteligente con gran dominio del terror y del humor en su parte final que os recomiendo descubrir aunque la calidad sólo esté disponible en VHS. Y por otro lado Parano (1994) de la cual no he tenido oportunidad. Poco más se sabe de él, lo cual lo hace mucho más interesante, pues de sobra se puede apreciar en este corto y esta obra el amor y el conocimiento del género de terror así como el dominio para la dirección.

El film francés se podría resumir de manera rápida y a grandes rasgos como el día en que Shivers de David Cronenberg (1975) conoció a Possession de Andrzej Zulawski (1981), y lo digo como algo bueno, ya que pretende desde el inicio entretener, divertir, y sin pretensiones desmesuradas acompañar al espectador hacia un viaje de no retorno, siendo la cuestión, el como y no el qué. Un viaje que va degenerando continuamente y sin límites conocidos hacia la diversión de la mano de la sorprendente y efusiva naturalidad de Emmanuelle Escourrou, en una curiosa combinación entre musa de Tinto Brass y heroína de supervivencia de película de terror. Destacable por su gran saber hacer como máxima protagonista de la cinta y sus atributos naturales que no duda en explotar su director. Pero ojo cuidado, porqué no todo es destape burdo del cine loco de los ochentas y noventas, sin pretender la cinta ser la película que te cambie la vida, contiene más profundidad y feminismo de peso, que muchas de las películas actuales que con calzador tratan de insertar el panfleto requerido por los tiempos modernos. Una profundidad que con sutileza deja ver el trasfondo de una mujer que huye con fuerza y orgullosa de si misma, más de un pasado de maltrato y de unos hombres reflejo casi de la prehistoria, que de un bicho extraterrestre que la obliga a matar.


Me ha sorprendido la manera en que arranca el film, de manera rancia desde un circo ambulante, en que toda la obra huele a cine europeo, a cine de la época, de autor pero también de aficionado al que le gustan las películas como Braindead (1992). Una ópera prima con mucho más cine de lo que pueda parecer desde el inicio, con mensaje más allá de la diversión, algún plano sorprendente y en definitiva un combo con personalidad más allá de las referencias que obligan al espectador a mirar, y os prometo que la cinta avanza a pies agigantados, hacia un frenesí de pura diversión, donde la situaciones más alocadas y desinhibidas se van dando lugar, siendo la escena de la ambulancia una de mis preferidas, os invito a visionarla.

Como curiosidad, decir que hay una secuela de 2008 dirigida por Jean-Marc Vincent y coescrita y protagonizada por la actriz de la original Emmanuelle Escourrou.

Esta pieza de coleccionismo es un regalo, salpicones, gore, casquería, cuerpos que explotan, un desmadre, una diversión que compartir, para amantes del género y también del cine sin contemplaciones de las décadas pasadas, donde el simple ¿y por qué no? Eran suficiente para hacer algo. Bien estudiadas las reglas del juego va de menos a más hasta que sale de su propio techo, Hecha para gustar y disfrutar.

Firma: Gerard FM.
@tmagerard

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