Una banda de ladrones entra en una mansión ayudados por una empleada de la casa. Al llegar a las catacumbas fuertemente protegidas roban un ataúd en el que piensan que a la fuerza adentro tiene que haber algo de mucho valor. Y realmente no se equivocan, pues de adentro despertará de su letargo el poderoso Drácula que rápidamente se percata de que hay alguien parecido a él en el mundo.
Título original: Dracula 2000
Año: 2000
Duración: 99 min.
País: Estados Unidos
Director: Patrick Lussier
Guion: Joel Soisson, Patrick Lussier
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Peter Pau
Reparto: Jonny Lee Miller, Justine Waddell, Gerard Butler, Jennifer Esposito, Omar Epps, Christopher Plummer, Vitamin C, Jeri Ryan, Nathan Fillion
Es mala, pero muy entretenida.
De Drácula se han hecho películas para todos los gustos y colores. Al ser un personaje que ya es dominio de la humanidad (sí amigo, puedes hacer una película de Drácula con tu móvil y un primo) está a merced de ser explotado de cualquier manera que se te pueda imaginar e incluso más. Y si a eso le sumamos las “épocas oscuras” de la industria del cine en el que los despropósitos se acumulan por toneladas pues puede salir algo bastante curioso. Considero que la última parte de los 90 y bien entrada la década del 2000 costaba encontrar dos películas buenas seguidas y ponemos esta película en el ojo del huracán.
Una banda de ladrones entra en una mansión ayudados por una empleada de la casa. Al llegar a las catacumbas fuertemente protegidas roban un ataúd en el que piensan que a la fuerza adentro tiene que haber algo de mucho valor. Y realmente no se equivocan, pues de adentro despertará de su letargo el poderoso Drácula que rápidamente se percata de que hay alguien parecido a él en el mundo.
La película es absurda y ridícula. Recuerdo haberla visto en mi adolescencia en el cine y ya me olió a chamusquina, justo recordé que la había visto en mi reciente visualización. Entendemos que Drácula 2001 no es una película que deje un poso en el espectador, no es una cinta especialmente inspirada o con ganas de marcar una época. Como decía anteriormente no fueron buenos años para el cine de género y esta película es hija de su época. Efectismos baratos, música electrónica lamentable, un argumento que se escribe en una servilleta y que todo luzca como muy “guay”. Aún con esas rompo una lanza a favor de la cinta pues es terriblemente divertida, se te pasa en un suspiro y aunque sepas y evidencies que estás viendo una total estupidez no puedes apartar la vista de la pantalla, y eso tiene su mérito. La mano de Wes Craven se nota en este aspecto, si una cosa (de muchas) se le podía meritar es su habilidad absoluta en hacer tintinear el juego de llaves y nosotros, como los niños que somo Drácula 2000 s, poner toda nuestra atención en esta acción tan simple, absurda y absorbente. Tal cual.
Era la segunda película dirigida por Patrick Lussier (la primera fue Ángeles y Demonios 3), un director al que no tenía yo localizado pero que ha sido el montador de varias películas importantes en el género como la primera trilogía de Scream, Mimic o Halloween H20. Numerosas colaboraciones con Wes Craven tal vez le hicieron armarse de valor para empezar su propia saga pero claramente esto no llegó a ninguna parte. Su estilo videoclipero, austero y efectista le hacen ideal para películas de bajo presupuesto con un puntito resultón, tal y como fue su última cinta que ya analizamos aquí Truco o Trato (2019). Si nos ponemos a analizar el guion esto no se sostiene por ninguna parte.
Lo que si sorprende es ver el constate desfile de actores que harían cosas en el futuro pero que en ese momento eran nadie. Dejamos aparte a Christopher Plummer (12 monos, Puñales por la espalda) que como Van Helsing hace un poco como Alec Guinness en Star Wars, poner un poco de orden en el caos. Tenemos por ahí Jonny Lee Miller (Trainspotting), Omar Epps (Scream 2) e incluso un par de escenas de Nathan Fillon (Serenity) pero por encima de todos está Gerard Butler como un Drácula hiper sexualizado que pone morritos a la cámara en cada toma, bien por él. Bastante ridículo en sus gestos y expresiones pero no le culpo, lo que falla aquí es la dirección de actores pues todos ellos son buenos interpretes pero esto es una comedia involuntaria.
Drácula 2001 es una mala película que sinceramente recomiendo. No tiene nada de especial ni positivamente remarcable, pero pasarás una hora y media muy entretenido viendo cómo se desarrolla esta historia pulp de terror ridícula y absorbente. Dale una oportunidad. Esta película tiene dos secuelas a las que no me acerco ni por un año de vacaciones.
Firma: Oriol Hernández.
@Oriol_TW
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