Deadstream review

Shawn es un streamer caído en desgracia que no duda en pasar una noche en una terrorífica mansión para recuperar seguidores. Para su desgracia y accidentalmente hace enfadar enormemente a un espíritu con ansias de venganza que mora en esa casa. A partir de allí su único objetivo será salir vivo. A todo esto, los numerosos seguidores no paran de gritar: FAKE.

Título original: Deadstream

Año: 2022

Duración: 87 min.

País: Estados Unidos

Director: Joseph Winter, Vanessa Winter

Guion: Vanessa Winter, Joseph Winter

Música: Joseph Winter

Fotografía: Jared Cook

Reparto: Joseph Winter, Melanie Stone, Jason K. Wixom, Jeremy Warner


Tremenda explosión de comedia y terror.

El metraje encontrado puede, como el terror, disfrazarse de muchas maneras. En esta ocasión en una emisión en streaming. Aunque esté disfrazada de loca comedia, estoy seguro que a más de uno se le ha erizado el vello corporal y ha pegado más de un bote al verla. Esta contradicción sube el nivel de ambos conceptos. La comedia hilarante sale ganando puesto que el protagonista principal no tiene otro objetivo, como tiene que ser, que el de obtener más adeptos a sus locos programas, añadiendo a sus estrafalarias conexiones en directo un tono jocoso que provoca, incluso en nosotros, alguna que otra carcajada. La parte terrorífica también sale beneficiada puesto que entre risa y risa nos aparece algún elemento que, maldita sea la gracia, nos corta el buen rollo por lo sano.


Shawn es un streamer caído en desgracia que no duda en pasar una noche en una terrorífica mansión para recuperar seguidores. Para su desgracia y accidentalmente hace enfadar enormemente a un espíritu con ansias de venganza que mora en esa casa. A partir de allí su único objetivo será salir vivo. A todo esto, los numerosos seguidores no paran de gritar: FAKE.

Joseph y Vanessa Winter se estrenan en el largometraje con Deadstream. Lo hacen por todo lo alto a través de un guion algo simple pero con una gran realización llena de ritmo, mala leche y escenas bastante retorcidas dónde el gore hace una tímida aparición. A lo que hemos comentando antes en cuanto a comedia y terror, podríamos añadir el término acción. Las imágenes se suceden a toda pastilla y, además, desde todos los ángulos. Eso sí, rodea la cinta cierto toque tierno, como si sus autores quisieran hacerse perdonar los pecados cinematográficos que van apareciendo en pantalla, dicho esto en el sentido más positivo.

Una cosa que sorprende, haciéndonos sonreír en más de una ocasión, es la cantidad de artilugios que Shawn lleva encima con innumerables GoPro incluidas. Parece imposible que le quepa todo en la exigua mochila con la que apechuga. Además cuenta con la ayuda de elementos tales como reproductores musicales, agua bendita, ajo, crucifijos, amuletos, etc. y, muy importante, cinta americana.

Con tantos aparatos electrónicos, cámaras por doquier y otras mandangas, tenemos, obviamente que nombrar al director de fotografía Jared Cook que se debió volver loco para poner orden en todo ese aluvión de imágenes. Esto da fe del arduo trabajo de producción de un film hecho con mucho mimo y con un brillante montaje.

De las interpretaciones poco podemos decir. Joseph Winter es el protagonista absoluto. Lo podemos ver desde todos los ángulos. Su vis cómica nos lleva en volandas en una historia que no por menos graciosa hace que lo pasamos mal a ratos. Además es el encargado de la música. ¿Qué más podemos pedir?

Deadstream es una película para pasárselo teta de principio a fin. Cuando acabas de verla te quedas con un gran regusto que, lógicamente, no dura demasiado. Es para disfrutarla, sin más. De diversión va sobrada.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan

🎬 VOD