Entrevista a Marc Carreté, director y guionista de Lagunas, la guarida del diablo


En Lagunas, vuelves al territorio de la espiritualidad como en Asmodexia, tu primera película.

El tema del conflicto religioso es algo recurrente e omnipresente en mi cabeza, y me sigue obsesionando, lo mismo ahora que hace varios años. Igual aquí estoy un poco más liberado porque Asmodexia era mi primera película y todo era más contenido en los diálogos, acciones y tono. Lagunas es una película más despeinada, descarada, gamberra, crápula y puedo jugar a divertirme un poco más. También soy el productor y me pude permitir ir más allá.


Joan Frank Charansonnet, el protagonista, se entrega a su personaje y adelgazó un montón de kilos para interpretar a Josué.

La película pivota alrededor de este personaje, es el protagonista absoluto. Joan Frank se metía tanto en el personaje, lo trabajó tanto, que incluso en el set resultaba desconcertante para el equipo, entre toma y toma a veces se quedaba en un rincón para no salir del personaje. Hizo un gran trabajo físico, incluso adelgazó hasta los 58 kilos, sus movimientos y posiciones corporales están muy trabajadas, y un trabajo psicológico importante.

La mayoría de Lagunas está rodada en interiores, ¿Cómo te manejaste por este espacio laberíntico de la casa?

Efectivamente, la película tiene pocas localizaciones y pocos personajes, eso estaba claro desde el principio porque hice el guion sabiendo qué recursos teníamos y qué localizaciones. Rodamos en una antigua colonia textil, la casa del protagonista fue la casa de los dueños de esta colonia textil, la iglesia es la iglesia de la colonia. Y los interiores son otro personaje más en la película.

La casa era bastante espaciosa y laberíntica, porque siempre acompañamos a los personajes por el interior de la casa.


En Lagunas has contado con técnico de gente joven que se han estrenado con este largometraje.

La directora de arte es Laia Navarro y es su primera película como directora de arte, había trabajado en cortos y videoclip igual que el director de fotografía, Diego Aveiga, que rodó todo de día en el interior de la casa, y en ambos casos han hecho un gran trabajo. El equipo era muy reducido, no sé si llegábamos a veinte personas. Aprovechamos lo que teníamos muy bien, por ejemplo en el caso de la fotografía, había que sacar todo el provecho a la luz natural, el rendimiento a las filtraciones de luz natural hacia el interior, y luego reforzar el interior para que el personaje no se quedase a oscuras.

En el caso del arte, la consigna era aprovechar los espacios interiores y acabar de vestir las localizaciones reales donde más lo requería, por ejemplo el espacio de la cocina, con mucha cacharrería y elementos.

¿Volverás al universo de Lagunas?

Yo creo que la historia está cerrada, no me lo he planteado pero si tuviera la oportunidad probablemente lo haría, tal vez una precuela.