Victim Of Love review

Encerrado en este hotel de Dinamarca, Charly mata el tiempo a la búsqueda de su novia Amy. A su alrededor, cuando llega la noche, pululan extraños personajes que auguran un destino funesto para Charly. Por si fuera poco, ¿Quién ocupa la habitación 23, la contigua a la suya, que los gritos y golpes atraviesan las paredes?

Título original: Victim Of Love

Año: 2019

Duración: 94 min.

País: Dinamarca

Director: Jesper Isaksen

Guion: Jesper Isaksen

Música: Soren Haahr, Julian Winding

Fotografía: Mathias Tegtemeier

Reparto: Rudi Kohnke, Siff Andersson, Louise Cho, Paw Terndrup, Thomas Hou Mandsfelt


Una película enfermiza y absorbente.

Ya lo dijo el dramaturgo William Shakespeare a través de su personaje Hamlet: “algo huele a podrido en Dinamarca”.


Encerrado en este hotel de Dinamarca, Charly mata el tiempo a la búsqueda de su novia Amy. A su alrededor, cuando llega la noche, pululan extraños personajes que auguran un destino funesto para Charly. Por si fuera poco, ¿Quién ocupa la habitación 23, la contigua a la suya, que los gritos y golpes atraviesan las paredes?

Me quito el sombrero ante el director danés Jesper Isaksen que levanta un crowfunding para rodar esta película y, encima, el resultado deja con ganas de mucho más. Vaya por delante que Victim Of Love no es una película fácil, ni su ritmo engancha, tal vez sus personajes no ganarían un concurso de simpatía pero, sin embargo, tiene un elemento que me atrae mucho: la seducción del mal, el instinto de que algo peligroso está en camino, que el protagonista se encuentra delante de una bala de cañón y aún está a tiempo de apartarse.

Esa sensación de la capa de hielo bajo tus pies, con esos ambientes tan decadentes, nihilistas e incluso amorales, aumenta durante gran parte del metraje y cuando llegan las respuestas, imposible negar que la principal hay un momento que resulta predecible, uno se da cuenta de que el hielo siempre ha estado roto y estamos haciendo equilibrios antes de caer al agua helada. No sólo es el guion y la cámara de Jesper Isaksen, también la fotografía de Mathias Tegtemeier y la música de Julian Winding junto a Soren Haahr que generan unos ambientes infernales donde lo mejor que te puede pasar es que te violen y maten (¿O igual es mejor al revés?), donde incluso las habitaciones de hoteles resultan peligrosas. Aviso para los turistas: el único refugio en esta Dinamarca infernal es el interior de los taxis.


Si tienes una buena historia y unos ambientes absorbentes pero tu protagonista falla, todo el esfuerzo se va al garete pero Rudi Konhke brilla con fuerza ya que da pena y dolor interpretando a este Charly que marca su camino con mucho alcohol, sexo y drogas de todo tipo – debo decir que las resacas de esta peli duelen como pocas – atrapado en un laberinto mientras corre en busca de respuestas. Destacar a Siff Andersson como la joven Felicija, que parece la perversión hecha mujer y, en el fondo, es un cordero disfrazado de lobo.

Victim Of Love no es perfecta, incluso el segundo epílogo me parece un gran error, pero es una película amoral cuya violencia es dolorosa, que huele a sudor y alcohol; no es recomendable para ver con estado de ánimo bajo, especialmente si sufres unas resacas como las del protagonista, pero tiene un punto hipnótico y eso la distingue de muchas películas de temática relacionada.

Firma: Javier S. Donate.

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