Entrevista a Lucio A. Rojas, director del segmento Edén en Apps


Entrevista realizada en Blood Window 2020 a Lucio A. Rojas, director del segmento Edén en Apps.


¿Qué es Edén?

Un survival/fantástico. Como si metiéramos en una juguera La Masacre de Texas, con millennials redes/dependientes y sectas milenarias que buscan la vida eterna. Al tener total libertad para esto, traté de hacer algo muy ambicioso para una duración acotada y por las reacciones que estamos teniendo, lo logramos bastante bien.


¿Cuál es la App que utilizas/creas para tu segmento?

Es una suerte de “AirBnb”. Este tipo de aplicaciones han dado para harta mitología urbana. Que se arrienda una casa en la playa, en el campo y luego resulta que no era tan perfecta como parecía. De hecho, no son poco frecuente las noticias sobre hechos así. Claro, no es que se topen con satanistas al llegar (aunque hace poco salió un caso así), más bien que tienen sendos fraudes en los arriendos del lugar soñado, que finalmente son otra cosa al llegar. Y claro, teniendo a una generación que ve todo en internet, sin preguntarse o comprobando nada de lo que ve o lee, me resultaba creíble que un grupo de jóvenes pudieran ver una ganga de cabaña, sin preguntarse sobre la verosimilitud o no del lugar. Y pasa, vaya que pasa.


¿Cómo surge la historia?

Esta antología me permitía tener total libertad creativa. Por tanto y como en mi caso, vi este proyecto como una oportunidad de pasarlo bien, se genera una historia en la que simplemente instalé los subgéneros del terror que más me gustan o al menos, que en el presente más interés me generan. Los survivals rurales, aquellas historias de citadinos enfrentados ante una ruralidad desconocida y malévola. Las historias de sectas con rituales, paganos, de conexión al más allá, inframundo y en lo particular, hacia la eternidad, fin y objetivo de buena parte de la humanidad, de una u otra forma.


Al igual que en Trauma, encontramos el mundo rural vs lo urbanita. ¿Se va a convertir en tu seña de identidad?

Digamos, que fue una suerte de “cierre de etapa” entre lo rural vs lo urbano. Entre citadinos de “bien”, versus los rednecks/palurdos/sectarios marginados de lo social. Jaja. Comenzó con Sendero, film que estrené en el Midnight X-treme de Sitges el 2015, luego con Trauma el 2018 y ahora con Edén como parte de la antología. Cada uno, contra distintas amenazas. En el primero, jóvenes de buena situación económica, enfrentados ante una comunidad pegada en el tiempo, empleados de gente con poder y en las sombras, en donde no existen los códigos éticos, sociales o morales. Posteriormente con Trauma, donde es un grupo de mujeres enfrentados a un resabio de lo más oscuro de nuestra historia como chilenos, una brutal y despiadada dictadura. Un hijo monstruoso de ella. Y en Edén, ya no tenemos ni palurdos, ni traumas del pasado, sino una secta bastante más sofisticada, pero incrustada fuera del orden social establecido. Algo de conspiración tenemos por ahí, con tanta gente que cree en nuevo orden mundial y cosas por el estilo. De seguro, mi inconsciente, trabajó entre sueños y mezcló las cosas.

Pero ya los proyectos venideros, nos alejamos de lo rural y lo dejamos descansar por un tiempo.


Sorprenden los efectos que tienen lugar en Edén. Sin spoilers, ¿puedes contarnos cómo los hiciste?

A mí también me han sorprendido, pues se aspiró muy alto. Y eso, que lo que presentamos en Blood Window de Ventana Sur, aún está trabajándose. Esto, fue una combinación de dos grandes talentos, por un lado, los efectos prácticos de Isabella Marchesse, con quien ya trabajé e hizo una enorme labor en Trauma, y de Juan Olivares, nuestro compositor VFX, que debe ser uno de los mejores artistas en la materia en Latinoamérica. Edén, sigue siendo un proyecto independiente de bajo presupuesto, pero fuimos muy ambiciosos en la puesta en escena y en el diseño de efectos visuales, de modo de estar a la altura de lo que el público espera hoy en día. Y se cumplió con creces y todo a partir de ahora, es crecer técnica y narrativamente para los proyectos venideros.


¿Qué influencias manejaste para tu segmento?

Básicamente tres influencias. La Masacre de Texas, que indudablemente estará siempre presente en cualquier historia que cuente algo en donde confrontemos lo rural versus lo citadino. El universo ritualista y del inframundo pagano subyaciente de Michelle Soavi (The Church, The Sect) y las conspiraciones del internet, con respecto al nuevo orden, supuestas sectas de gente de poder, que con tal de acceder a la energía vital, son capaces de las peores fechorías. Y agrego, ciertos rituales sumerios, pero si cuento más, me voy de spoilers.


La verdad es que Edén deja con ganas de más y aunque queda – de alguna forma - cerrado, podría ser el prólogo o el segundo acto de una historia mayor.

Sí, a mí también me dan ganas de más. Y acá debo confesar que se pensó como una suerte de prólogo o primera “etapa” de un universo mayor. Y la idea, era este año continuarlo como largometraje y junto a mis socios en esto, de Cinecón en la Región del Maule, donde se filmó, pretendíamos ir a versión largometraje el segundo semestre de este funesto año. Pero claro, todo se paralizó, se congeló y por el momento, quedará como la idea se seguir proyectando este universo más adelante.


Llevas dos proyectos en los que diriges segmentos, ¿es un formato en el que te sientes cómodo?

La verdad que sí. Sinceramente, temía un poco adentrarme en el mundo de formatos de menor duración. Desde la escuela de cine que no lo hacía, pero estas dos últimas en ILL. Final Contagium y Apps, no solamente lo pasé muy bien, sino que fue una forma práctica de seguir trabajando este último año en situaciones bien difíciles. Te comento que en Chile, desde octubre pasado estuvimos en un estallido social derivado de décadas de injusticias y abusos por parte de los poderosos, que llevaron a que fuera muy difícil filmar por las condiciones en las calles. Es decir, en los últimos 14 meses no ha sido posible tener rodajes largos, por lo que el formato de cortometrajes, sirvió un montón para mantenerse a “trote”, con la fortuna que a ambas antologías, les ha ido bastante bien. Y todo pinta que Apps tendrá un largo recorrido festivalero este 2021 para finalizar con estreno en plataformas de streaming.


¿Qué puedes contar de tus próximos proyectos?

Este 2021 se viene muy entretenido. Durante el prime trimestre, estaré de productor en una comedia/splatter que será un divertimento para los festivales. Entre mayo/junio, vuelvo a la dirección de largometraje, con una película apocalíptica que filmaré en Santiago, con esta ciudad como telón de fondo para un film en clave drama, que es algo que hace rato tengo ganas de explorar. El segundo semestre, filmo en coproducción con Argentina, una película de tintes horror/fantástico llamada Malebolgia, en la que venimos trabajando desde el año pasado. Y durante distintos meses del año, como productor ejecutivo de una serie ganadora de un fondo de televisión en el país, que mezcla distintos formatos y en la que hemos estado en pre-producción todo este año.


¿Película de terror favorita?

La Masacre de Texas de Tobe Hooper.