FANTASIA - Climate of the Hunter review


Alma y Elizabeth son dos hermanas que se encuentran en una cabaña en medio del bosque para conectar con su viejo amigo Wesley, al cual no han visto en veinte años. Tanto tiempo de separación da pie a que se expliquen su vida. Elizabeth lamenta su estilo de vida adicto al trabajo, mientras Alma, fumándose un porro con su colega BJ Beaver, empieza a sospechar que Wesley podría no ser todo lo que parece. De hecho podría ser un vampiro.

Título original: Climate of the Hunter

Año: 2019

Duración: 90 min.

País: Estados Unidos

Director: Mickey Reece

Guion: Mickey Reece, John Selvidge

Música: Nicholas Poss

Fotografía: Samuel Calvin

Reparto: Ginger Gilmartin, Mary Buss, Ben Hall, Jacob Ryan Snovel, Laurie Cummings, Sheridan McMichael, Danielle Evon Ploeger.


Terror indie cercano al surrealismo.

Climate of the Hunter es de aquel tipo de películas que nos deja algo descolocados. Sin llegar a serlo del todo, o eso creemos, un tenue regusto surrealista la envuelve. Tiene la particularidad que esas pinceladas están muy bien colocadas, aparte de bien rodadas, provocándonos alguna que otra risa por la sorpresa, cosa que no está nada mal. Además esas escenas son bastante terroríficas con lo que miel sobre hojuelas. Sí había alguna duda, esto último la acaba de situar en el universo de nuestro género favorito, cosa, por otra parte, que no estaba nada clara al empezar el film.


Aviso a navegantes: no os desaniméis mucho al principio, su ritmo cansino tiene trampa, llega un momento en que todo se dispara y la sinrazón entra en acción, lo que la convierte en un espiral de sorpresa tras sorpresa. Os tenéis que dejar ir, os aseguro que vale la pena esperar. Para ayudaros un poco, aquí va un avance de lo que os encontraréis.

Alma y Elizabeth son dos hermanas que se encuentran en una cabaña en medio del bosque para conectar con su viejo amigo Wesley, al cual no han visto en veinte años. Tanto tiempo de separación da pie a que se expliquen su vida. Elizabeth lamenta su estilo de vida adicto al trabajo, mientras Alma, fumándose un porro con su colega BJ Beaver, empieza a sospechar que Wesley podría no ser todo lo que parece. De hecho podría ser un vampiro.

Esta demencial historia, aderezada con la aparición de la esposa de Wesley encerrada en un psiquiátrico por su deterioro físico y mental, hace que se acerque de manera sibilina a ese comentado surrealismo. Pero no os engañéis, no es como el que utiliza, por ejemplo, David Lynch, si no que aparece súbitamente, sin advertencia alguna y dentro de lo que podríamos denominar “una película normal”.

El vestuario es para enmarcar, cosa que no hacemos muy a menudo en este aspecto, por eso tenemos que nombrar a su encargado Jack Odell, al cual habría que preguntar de dónde ha sacado esos modelos que no sabemos en qué época situar. Su aire setentero puede que se acerque bastante. Solo hay que ver al personaje de Alma, al cual podríamos denominar como una reencarnación de Janis Joplin.

Mickey Reece es un buen integrante de una nueva ola de cineastas que buscan, o no, hacer un tipo de cine que se aparta bastante de los cánones a los que estamos acostumbrados, sobre todo en el género de terror. Su osadía es un punto muy a su favor puesto que no se limita a rodar, va más allá creando unas atmósferas sugerentes y muy originales.


Lo interpretes, aunque ya maduros, son bastante desconocidos para nosotros aunque están excelentes en sus trabajos. Encabezan el reparto Ginger Gilmartin en el papel de Alma y Mary Buss en el de Elizabeth, una especie de ying y yang familiar. Les sigue Ben Hall como Wesley, un personaje algo turbio pero seductor a la vez. Para finalizar nombrar a Jacob Ryan SnovelLaurie Cummings Danielle Evon Ploeger.

Para acabar decir que estamos ante una cinta indie sumamente recomendable para ver otra manera de hacer cine. Solo por eso ya vale la pena dedicarle sus escasos noventa minutos.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan

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